/ miércoles 25 de noviembre de 2020

2021: vencer o claudicar

El Gobierno del Estado no lo integra solamente el titular del Poder Ejecutivo, sino también los del Judicial y el Legislativo.

Sin embargo, luego del revés que la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio al Congreso local al declarar fundadas las acciones de inconstitucionalidad promovidas por la oposición en contra del Decreto 576 sobre la reforma electoral, el único que deberá someterse a la consulta popular de revocación de mandato en 2022 es el gobernador Cuitláhuac García.

Empero, hasta ahora, la mayoría de las encuestas no favorecen al mandatario estatal de Morena, quien además de los polémicos resultados obtenidos, principalmente en materia de seguridad pública, salud, procuración de justicia y generación de empleos, ha tenido que cargar también a su propia cuenta los yerros y escándalos protagonizados por los miembros de su partido en el Congreso local y con el desatinado nombramiento de la magistrada Sofía Martínez Huerta, a la que tuvieron que destituir como presidenta del Tribunal Superior de Justicia a menos de un año de su designación.

Afortunadamente para García Jiménez, en 2022, cuando deba someterse al escrutinio de los veracruzanos que decidirán si debe continuar o no al frente del Poder Ejecutivo, el diputado Juan Javier Gómez Cazarín ya no será su "operador político" en la nueva Legislatura del estado, mientras que la magistrada Isabel Inés Romero Cruz, quien acaba de sustituir a Martínez Huerta, podría haberle dado mejor rumbo al Poder Judicial.

Sin embargo, la gran interrogante es qué hará el gobernador en su propia parcela de poder para cambiar la percepción negativa que hasta el momento se refleja en la mayoría de las encuestas sobre la marcha de su administración.

Está por cumplirse el primer tercio de su sexenio, por lo que se esperaría que el mandatario hiciera una valoración estricta del desempeño de sus colaboradores, y que sostuviera a los más capaces y reemplazara a los que han incumplido con la función encomendada.

Se sabe que en su gabinete tiene a funcionarios que por parentesco o compromisos políticos son muy cercanos a personajes influyentes como Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente López Obrador, o a la secretaria de Energía, Rocío Nahle –quien aspira sucederlo en 2024–, pero es un hecho inobjetable que Cuitláhuac García también contaría con todo el apoyo y confianza de AMLO si se decidiera a hacer los ajustes en su equipo de gobierno que considere necesarios.

El gobernador estaría obligado a dar ya un golpe de timón si no quiere claudicar en 2022.

Por lo mientras, la elección de 2021 está a la vuelta de la esquina. Y será vital para él y su grupo mantener la mayoría en el Congreso local, pues en caso de que arrasara la oposición como acaba de suceder en los estados de Hidalgo y Coahuila, ¿a quién designaría la nueva Legislatura local como gobernador sustituto en caso de que él perdiera la consulta popular de revocación de mandato al año siguiente?

El Gobierno del Estado no lo integra solamente el titular del Poder Ejecutivo, sino también los del Judicial y el Legislativo.

Sin embargo, luego del revés que la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio al Congreso local al declarar fundadas las acciones de inconstitucionalidad promovidas por la oposición en contra del Decreto 576 sobre la reforma electoral, el único que deberá someterse a la consulta popular de revocación de mandato en 2022 es el gobernador Cuitláhuac García.

Empero, hasta ahora, la mayoría de las encuestas no favorecen al mandatario estatal de Morena, quien además de los polémicos resultados obtenidos, principalmente en materia de seguridad pública, salud, procuración de justicia y generación de empleos, ha tenido que cargar también a su propia cuenta los yerros y escándalos protagonizados por los miembros de su partido en el Congreso local y con el desatinado nombramiento de la magistrada Sofía Martínez Huerta, a la que tuvieron que destituir como presidenta del Tribunal Superior de Justicia a menos de un año de su designación.

Afortunadamente para García Jiménez, en 2022, cuando deba someterse al escrutinio de los veracruzanos que decidirán si debe continuar o no al frente del Poder Ejecutivo, el diputado Juan Javier Gómez Cazarín ya no será su "operador político" en la nueva Legislatura del estado, mientras que la magistrada Isabel Inés Romero Cruz, quien acaba de sustituir a Martínez Huerta, podría haberle dado mejor rumbo al Poder Judicial.

Sin embargo, la gran interrogante es qué hará el gobernador en su propia parcela de poder para cambiar la percepción negativa que hasta el momento se refleja en la mayoría de las encuestas sobre la marcha de su administración.

Está por cumplirse el primer tercio de su sexenio, por lo que se esperaría que el mandatario hiciera una valoración estricta del desempeño de sus colaboradores, y que sostuviera a los más capaces y reemplazara a los que han incumplido con la función encomendada.

Se sabe que en su gabinete tiene a funcionarios que por parentesco o compromisos políticos son muy cercanos a personajes influyentes como Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente López Obrador, o a la secretaria de Energía, Rocío Nahle –quien aspira sucederlo en 2024–, pero es un hecho inobjetable que Cuitláhuac García también contaría con todo el apoyo y confianza de AMLO si se decidiera a hacer los ajustes en su equipo de gobierno que considere necesarios.

El gobernador estaría obligado a dar ya un golpe de timón si no quiere claudicar en 2022.

Por lo mientras, la elección de 2021 está a la vuelta de la esquina. Y será vital para él y su grupo mantener la mayoría en el Congreso local, pues en caso de que arrasara la oposición como acaba de suceder en los estados de Hidalgo y Coahuila, ¿a quién designaría la nueva Legislatura local como gobernador sustituto en caso de que él perdiera la consulta popular de revocación de mandato al año siguiente?

ÚLTIMASCOLUMNAS