/ martes 28 de julio de 2020

Aduanas: manos criminales

En la víspera de la Navidad de 2017, el senador Ricardo Ahued vivió una de las experiencias más traumáticas de su vida: el 22 de diciembre de ese año fue secuestrado su hermano, el doctor Gerardo Ahued, el cual fue sacado de su consultorio de la avenida Araucarias, en el fraccionamiento Las Ánimas, de Xalapa.

El especialista en tratamiento del dolor fue subido a una camioneta blanca, con placas YJV-8821 marca GMC, junto con su secretaria, quien fue liberada minutos después.

La noticia se esparció en las redes sociales y de inmediato cuajó la iniciativa de realizar una marcha masiva para exigir la liberación del doctor. Enterado de ello, el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes se comunicó con el exalcalde priista para pedirle que frenara la movilización según para no arriesgar la vida de su hermano. Coincidentemente, el galeno apareció unas horas después.

Yunes se vanaglorió de haber participado en el exitoso operativo. “Ayer tuvimos una reunión del grupo de coordinación: Fuerzas Armadas, Procuraduría, CISEN, todas las organizaciones que formamos parte del grupo de coordinación nos reunimos aquí en la Policía Federal, definimos la estrategia, la presentamos, actuamos y en la noche misma del día de ayer estaba rescatada esa persona, y así serán todos los demás casos”, dijo el gobernador pero sin dar detalles de los plagiarios.

Yunes presumió el uso de aparatos tecnológicos para combatir la inseguridad que iban más allá de cámaras de videovigilancia, mencionando “drones de calor” y de “imagen nocturna”, así como tecnología de GPS.

A su vez, Ricardo Ahued agradeció al gobernante panista y a las fuerzas de seguridad que participaron en el rescate, así como a la sociedad civil por su apoyo manifestado. Pero al igual que Yunes, tampoco ofreció detalles sobre los secuestradores. “Mi hermano no tiene dinero, vive en casa rentada, y a veces regala sus consultas. Yo creo que a él le hace daño su hermano, que tiene una tradición empresarial más que nada”, dijo el exalcalde y exdiputado del PRI que, para entonces, ya era precandidato de Morena al Senado, cuya elección coincidiría en 2018 con la sucesión estatal, en la que Yunes pretendió imponer a su primogénito en la gubernatura.

Ahued afirmó en aquella ocasión que el secuestro de su familiar no lo haría salir de Veracruz. “Aquí vivimos, aquí tenemos familia y no nos vamos a rajar”, dijo.

Esa misma valentía se esperaba de él como administrador general de aduanas, pero sólo aguantó 11 meses en ese cargo. Ahora el presidente López Obrador ha decidido militarizarlas para combatir al Cártel del Pacífico, de Joaquín “el Chapo” Guzmán, un viejo conocido del exgobernador Yunes, y al Cártel Jalisco Nueva Generación, otro grupo delincuencial que se arraigó en Veracruz en la administración del panista, y al cual se atribuyó el secuestro del doctor Ahued en 2017.

En la víspera de la Navidad de 2017, el senador Ricardo Ahued vivió una de las experiencias más traumáticas de su vida: el 22 de diciembre de ese año fue secuestrado su hermano, el doctor Gerardo Ahued, el cual fue sacado de su consultorio de la avenida Araucarias, en el fraccionamiento Las Ánimas, de Xalapa.

El especialista en tratamiento del dolor fue subido a una camioneta blanca, con placas YJV-8821 marca GMC, junto con su secretaria, quien fue liberada minutos después.

La noticia se esparció en las redes sociales y de inmediato cuajó la iniciativa de realizar una marcha masiva para exigir la liberación del doctor. Enterado de ello, el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes se comunicó con el exalcalde priista para pedirle que frenara la movilización según para no arriesgar la vida de su hermano. Coincidentemente, el galeno apareció unas horas después.

Yunes se vanaglorió de haber participado en el exitoso operativo. “Ayer tuvimos una reunión del grupo de coordinación: Fuerzas Armadas, Procuraduría, CISEN, todas las organizaciones que formamos parte del grupo de coordinación nos reunimos aquí en la Policía Federal, definimos la estrategia, la presentamos, actuamos y en la noche misma del día de ayer estaba rescatada esa persona, y así serán todos los demás casos”, dijo el gobernador pero sin dar detalles de los plagiarios.

Yunes presumió el uso de aparatos tecnológicos para combatir la inseguridad que iban más allá de cámaras de videovigilancia, mencionando “drones de calor” y de “imagen nocturna”, así como tecnología de GPS.

A su vez, Ricardo Ahued agradeció al gobernante panista y a las fuerzas de seguridad que participaron en el rescate, así como a la sociedad civil por su apoyo manifestado. Pero al igual que Yunes, tampoco ofreció detalles sobre los secuestradores. “Mi hermano no tiene dinero, vive en casa rentada, y a veces regala sus consultas. Yo creo que a él le hace daño su hermano, que tiene una tradición empresarial más que nada”, dijo el exalcalde y exdiputado del PRI que, para entonces, ya era precandidato de Morena al Senado, cuya elección coincidiría en 2018 con la sucesión estatal, en la que Yunes pretendió imponer a su primogénito en la gubernatura.

Ahued afirmó en aquella ocasión que el secuestro de su familiar no lo haría salir de Veracruz. “Aquí vivimos, aquí tenemos familia y no nos vamos a rajar”, dijo.

Esa misma valentía se esperaba de él como administrador general de aduanas, pero sólo aguantó 11 meses en ese cargo. Ahora el presidente López Obrador ha decidido militarizarlas para combatir al Cártel del Pacífico, de Joaquín “el Chapo” Guzmán, un viejo conocido del exgobernador Yunes, y al Cártel Jalisco Nueva Generación, otro grupo delincuencial que se arraigó en Veracruz en la administración del panista, y al cual se atribuyó el secuestro del doctor Ahued en 2017.

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