/ viernes 28 de mayo de 2021

‘Aplausómetro’ y ‘rechiflas’

En política, durante mucho tiempo se hizo común medir simpatías con lo que coloquialmente se conocía como “aplausómetro”, es decir, por los aplausos que recibía un determinado personaje; y en sentido opuesto, las rechiflas sólo significan antipatía a quienes ejercen un cargo público, y genera mucho temor a los hombres y mujeres del poder. Ambos casos se acaban de presentar por estos días, aunque esas manifestaciones emotivas no pueden considerarse concluyentes, por distintas razones, aunque puede dar una idea del comportamiento colectivo. El fin de semana pasado, durante una presentación de candidatos, la aspirante a la Alcaldía de Boca del Río, Anabell Gardoqui de la Reguera, mejor conocida como “La Nena”, fue recibida entre aplausos, a diferencia de los demás prospectos a Alcaldías y diputaciones, y eso fue interpretado como si realmente tuviera un gran arrastre y apoyo, cuando en realidad quienes las palmas eran de sus propios colaboradores, muchos por cierto, que llegaron a ese acto. En realidad ella es una señora simpática que llega bailando a las visitas domiciliarias en campaña, pero no se le ve seriedad, y la opinión generalizada es de que no obtendrá los votos necesarios para ganar. Y, en el otro caso, el de las rechiflas, sucedió la tarde-noche del martes, cuando se inauguró la temporada béisbol en el modernizado estadio ‘Beto’ Ávila, del fraccionamiento Virginia, donde al gobernador Cuitláhuac García Jiménez se le ocurrió lanzar la primera bola, generando una sonora rechifla del público asistente, mientras sus cercanos colaboradores estaban cómodamente arrellanados en el palco principal. ¿Hubo mano negra en este acto de rechazo al mandatario? Suena improbable, aunque refleja lo que un sector de la sociedad percibe de su mandatario, lo califica mal, y no es que así sean los jarochos, como tratan de justificar desde área oficiales, y se acepte o no, es un pulso social que podría expresarse en la cercana elección del 6 de junio próximo. Hay una corriente que ha ido creciendo en contra de lo que huela a gobierno del estado, ahí está por ejemplo el rechazo que recibió el candidato Magdaleno Rosales Torres “Maleno” en el fraccionamiento Puente Moreno, lo corrieron a manguerazos, porque no quieren saber nada de él los indignados colonos. Cosas de la política y lo que provocan los propios políticos.

El segundo golpe a Miguel Ángel Yunes Márques debería convencerlo de que está en la lona, sin posibilidades de recuperarse para volver a la pelea por la presidencia municipal de Veracruz, actualmente en manos de su hermano Fernando. La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó el fallo del Tribunal Electoral de Veracruz de que es ineligible como candidato del PAN-PRI-PRD por no acreditar una residencia efectiva de tres años en el municipio. Yunes mintió, y aunque impuso a su esposa Patricia Lobeira para relevarlo en espera de que le fuera restituida esa candidatura, no pudo lograrlo; ahora sólo falta que el propio TEPJF ponga punto final, con lo cual perderán poder y difícilmente tendrán oportunidad de rehacerse para buscar agandallarse la candidatura de la gubernatura del estado, pues con su caída otros grupos podrán avanzar, si tienen habilidad, el del senador Julen Rementería del Puerto y el líder estatal del PAN, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, a quienes el yunismo les había colocado un muro para evitar su paso a posiciones políticas de relevancia.

Escriba a opedro2006@gmail.com

En política, durante mucho tiempo se hizo común medir simpatías con lo que coloquialmente se conocía como “aplausómetro”, es decir, por los aplausos que recibía un determinado personaje; y en sentido opuesto, las rechiflas sólo significan antipatía a quienes ejercen un cargo público, y genera mucho temor a los hombres y mujeres del poder. Ambos casos se acaban de presentar por estos días, aunque esas manifestaciones emotivas no pueden considerarse concluyentes, por distintas razones, aunque puede dar una idea del comportamiento colectivo. El fin de semana pasado, durante una presentación de candidatos, la aspirante a la Alcaldía de Boca del Río, Anabell Gardoqui de la Reguera, mejor conocida como “La Nena”, fue recibida entre aplausos, a diferencia de los demás prospectos a Alcaldías y diputaciones, y eso fue interpretado como si realmente tuviera un gran arrastre y apoyo, cuando en realidad quienes las palmas eran de sus propios colaboradores, muchos por cierto, que llegaron a ese acto. En realidad ella es una señora simpática que llega bailando a las visitas domiciliarias en campaña, pero no se le ve seriedad, y la opinión generalizada es de que no obtendrá los votos necesarios para ganar. Y, en el otro caso, el de las rechiflas, sucedió la tarde-noche del martes, cuando se inauguró la temporada béisbol en el modernizado estadio ‘Beto’ Ávila, del fraccionamiento Virginia, donde al gobernador Cuitláhuac García Jiménez se le ocurrió lanzar la primera bola, generando una sonora rechifla del público asistente, mientras sus cercanos colaboradores estaban cómodamente arrellanados en el palco principal. ¿Hubo mano negra en este acto de rechazo al mandatario? Suena improbable, aunque refleja lo que un sector de la sociedad percibe de su mandatario, lo califica mal, y no es que así sean los jarochos, como tratan de justificar desde área oficiales, y se acepte o no, es un pulso social que podría expresarse en la cercana elección del 6 de junio próximo. Hay una corriente que ha ido creciendo en contra de lo que huela a gobierno del estado, ahí está por ejemplo el rechazo que recibió el candidato Magdaleno Rosales Torres “Maleno” en el fraccionamiento Puente Moreno, lo corrieron a manguerazos, porque no quieren saber nada de él los indignados colonos. Cosas de la política y lo que provocan los propios políticos.

El segundo golpe a Miguel Ángel Yunes Márques debería convencerlo de que está en la lona, sin posibilidades de recuperarse para volver a la pelea por la presidencia municipal de Veracruz, actualmente en manos de su hermano Fernando. La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó el fallo del Tribunal Electoral de Veracruz de que es ineligible como candidato del PAN-PRI-PRD por no acreditar una residencia efectiva de tres años en el municipio. Yunes mintió, y aunque impuso a su esposa Patricia Lobeira para relevarlo en espera de que le fuera restituida esa candidatura, no pudo lograrlo; ahora sólo falta que el propio TEPJF ponga punto final, con lo cual perderán poder y difícilmente tendrán oportunidad de rehacerse para buscar agandallarse la candidatura de la gubernatura del estado, pues con su caída otros grupos podrán avanzar, si tienen habilidad, el del senador Julen Rementería del Puerto y el líder estatal del PAN, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, a quienes el yunismo les había colocado un muro para evitar su paso a posiciones políticas de relevancia.

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