La comunidad estudiantil, laboral, vecinos realizan comentarios y miradas lascivas hacia las mujeres en lugares públicos, asimismo los apodos, burlas, señalamientos y la ley del hielo ya son delitos porque está legislado, así lo ordena la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida libre de Violencia, artículo 8, fracción IV.
Cuántas veces sabemos o somos testigos de comentarios burlescos, apodos, etc., y no hacen nada para ayudar a esa niña, adolescente o mujer, todo lo contrario, participan o callan, que es lo mismo. En los parques públicos ejercen violencia comunitaria con apodos, exclusión, señalamientos o acusaciones infamantes a las mujeres.
En las universidades las chicas sufren acoso sexual, piropos, miradas lascivas y la ley del hielo, por el solo hecho de ser una estudiante líder, inteligente, bonita, exitosa, estudiosa o ser la primera en su clase. Ejercen violencia de género.
Esto lastima a las mujeres, lo que les genera inseguridad, sufrimiento y malestar, esto se llama violencia de género en su modalidad de “violencia comunitaria”, que va de la mano con el delito de violencia psicológica, artículo 361 del Código Penal de Veracruz; artículo 7, fracción I, de la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, bajo el mismo tenor ejercen el delito de discriminación, tipificado en el artículo 196 del Código Penal de Veracruz.
¿Qué es la violencia en la comunidad? Articulo 8, fracción IV, de la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de Veracruz: actos individuales o colectivos que trasgreden derechos fundamentales de las mujeres y propician su degradación, discriminación, marginación o exclusión en el ámbito privado.
La violencia comunitaria son actos intencionales de violencia interpersonal cometidos en áreas públicas por individuos que no están relacionadas íntimamente con la víctima.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dice que la violencia comunitaria contra las mujeres es aquella ejercida por personas desconocidas o mayormente por personas de su entorno comunitario, trasgrediendo sus derechos fundamentales y propiciando su denigración, discriminación, exclusión, fomentando odio, repudio y desprecio hacia la víctima.
Es decir, se da en los espacios públicos, áreas de trabajo, instituciones educativas, colonias, calles y lugares donde realiza sus actividades, así como la restricción de su participación en la toma de decisiones comunitarias, festividades o actividades, la negación del libre tránsito, la realización de burlas, apodos sobre su cuerpo o imagen.
Lamentablemente estas manifestaciones suelen ser justificadas, toleradas o minimizadas por la sociedad y las propias autoridades, cuando la víctima le hace frente a esta modalidad de violencia recibe más actos de agresión.
¿Por qué sigue sucediendo esta modalidad de violencia contra las mujeres? Por el sistema y pacto patriarcal que privilegia la figura del varón y afirma que las mujeres deben tolerar este tipo de violencia, incluso las mujeres son revictimizadas señalando que son culpables por las agresiones que experimentan en el ámbito comunitario; con eso justifican la violencia comunitaria.
Es importante que tanto hombres como mujeres sepan que ya es un delito lo antes escrito y que deben evitar realizar cualquier tipo de señalamientos hacia niñas, adolecentes o mujeres.
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