/ lunes 3 de abril de 2017

Apuntes sobre finanzas

Sobre flujo de efectivo La semana pasada se dieron dos eventos de corte financiero en la administración pública; la presentación de los ajustes a los documentos presupuestales 2017: Ley de Ingresos y Decreto del Presupuesto de Egresos; y la presentación al Congreso de la Cuenta Pública 2016, último año de la administración de Javier Duarte de Ochoa. De los ajustes 2017 el resultado no lleno las expectativas de los diputados, la consideraron menor al tamaño del déficit, la propuesta fue de mil doscientos millones en los egresos y la posibilidad de incrementar ingresos en mil millones. La razón; el déficit ya aceptado por todos por más de 20 mil millones, por lo que la cifra presentada es muy menor al problema de Veracruz; eso lo saben los diputados sin ser expertos en el tema. Ante esta respuesta el Ejecutivo reacciono y dijo: “El Gobierno de Veracruz no pude aplicar un recorte a su presupuesto de diez mil millones de pesos, porque implicaría el colapso de los servicios médicos y educativos”, esa es una realidad. La reducción de 1,250 millones es una pretensión quizá real pues para serlo debe de aplicarse, ahora es propuesta. Lo que son ciertas son las nóminas, estas si son reales; cada quincena hay que pagarlas, junto con otros conceptos suman 20 mil millones anuales por arriba de los ingresos y que no se consideran en los egresos de este ejercicio 2017. Aquí la preguntas que aplica; ¿“Como se cubrirán”? ¿Quién los fondeara?, los Duartistas tomaban dinero de donde fuera, pasaron sobre los municipios con casi 3,500 millones de pesos, vitales para ellos, ¿ahora cómo? si los ingresos están rebasados. La restructuración no da estas cifras, los bancos están para ganar sobre lo prestado, la Federación si apoyara en la medida de sus posibilidades, porque también tiene problemas financieros, inclusive anunció un recorte de 43 mil 800 millones de pesos para el 2018. Lo que no dijeron es si mantendrán la cifra 2017 de 101 mil millones de pesos, de ser así y pensando en no tomar recursos etiquetados tendrán que pedir prestado; los déficits se cubren con dinero nuevo o con recorte al gasto. La taquilla es cada quincena donde las cifras superan los mil quinientos millones de pesos en nóminas y transferencias, cuando la recaudación es buena las participaciones cubren buena parte, pero cuando no como dijera Cantinflas “Ahí está El Detalle”. Lo cierto es el adicional que se paga en la nómina de educación y salud, un IPE irracional que lo carga el Estado, la insistente demanda de fondos adicionales de Poderes y Organismos Autónomos y para acabarla; Referendos de Fondos Federales. En conclusión, Veracruz tiene un Gobierno Obeso. Por lo que se refiere a la entrega de la cuenta pública 2016, esta será la puntilla al Duartismo para nunca más saber de él y constituirá una gran responsabilidad para Lorenzo Antonio Portilla Vázquez Titular del Orfis, donde seguramente lloverá sobre mojado. Pero el tema de este artículo era sobre Flujo de efectivo, que es otro de los caminos que conducen a la determinación del déficit. Aquí un distinguido estudioso de las finanzas públicas me hizo llegar su pequeño ensayo que lo considero propio para hacerlo de su conocimiento. Habrá que expresar que el análisis considera el presupuesto de acuerdo a la norma o momento contable establecido en la Ley General de Contabilidad Gubernamental y toma como flujo en los ingresos el “recaudado” y en los egresos el “pagado”. Así el maestro Fabio Zilly Viveros expone: “Desde hace algún tiempo se ha venido ventilando ante la opinión pública un concepto que parece ser una de las causas (una más) de las desventuras que padecemos los veracruzanos, y de cuya solución depende no sólo la prestación de los servicios públicos básicos a cargo del gobierno, como la educación, la salud pública y la seguridad, sino la felicidad de todo un pueblo. Este concepto es el denominado “déficit estructural” de las finanzas públicas. Hablemos de lo que pasó en el infausto año de 2016, que no es muy diferente a lo acontecido en años anteriores: El Congreso del Estado aprobó una Ley de Ingresos* por 98,534.7 millones de pesos (mdp), y en el Presupuesto de Egresos un gasto equivalente. Sin embargo, al cierre del ejercicio 2016, con base en el 4º Informe sobre las finanzas públicas*, el presupuesto de egresos se incrementó en 9,150.2 mdp, sin que hubiera habido un incremento significativo en los ingresos, puestos éstos sólo se incrementaron en 2,588.9 mdp * Ley Núm. 622 publicada el 28 de noviembre de 2015, y página 110 del 40. Informe trimestral 2016 En principio, éste podría parecer un “déficit estructural”: incrementar el techo de gasto en 9.3% cuando los ingresos sólo superaron la estimación inicial en un 2.6% es programar un cierto déficit, pero esto no es lo que debe preocuparnos (aparte de la incapacidad técnica de nuestros presupuestadores), sino lo que aconteció en el curso del ejercicio. De acuerdo con el Estado de actividades*, en 2016 sólo se gastaron 94,044.8 mdp, pero en los estados relativos al ejercicio del presupuesto se manifiesta un gasto devengado de 97,393.7 mdp, superior al gasto reportado en el Estado de actividades, pero sólo se pagaron 83,751.0 mdp. En otras palabras, se quedaron a deber entre 13,642.7 mdp y 10,293.8 mdp, según cual sea el gasto que se tome para hacer la comparación. * Pagina 29 y 110 4º. Informe trimestral En todo caso, si los gastos devengados son compromisos asumidos dentro de los techos presupuestales, se debe contar con la liquidez para hacerles frente. Sin embargo, la caja del gobierno del estado sólo tenía al 31 de diciembre de 2016* la cantidad de 2,594.4 mdp, notoriamente insuficiente para hacer frente a esos compromisos.* Estado de Situación Financiera 4º. Informe trimestral 2016 pagina núm. 30 Pero más grave es que durante ese ejercicio la hacienda pública recibió* 101,123.6 mdp, registrados en el momento contable de los ingresos, de acuerdo con la contabilidad gubernamental, denominado como recaudado, esto es, efectivamente recibido, pero sólo pagó 83,751.0 mdp, por lo que debería existir un remanente en caja y bancos de 17,372.6 mdp y sólo se reportan* 2,594.4 mdp, a los cuales se debe restar la existencia inicial del ejercicio, que era de 575.9 mdp, lo que implica que 15,354.1 mdp fueron pagados o sustraídos de las arcas públicas fuera de lo autorizado por el presupuesto”.* Estado de actividades 4º. Informe trimestral 2016; Pagina 110 Estado Analítico del Ejercicio del Presupuesto de Egresos, Estado de Situación Financiera 40. Informe trimestral 2016. El déficit según este análisis es de 15 mil 354 millones de pesos en 2016. Lo que es cierto que las cifras son disímbolas en el Estado de Resultados y en Estado Analítico del Presupuesto de Egresos 2016; en la primera hay ahorro y en la segunda hay subejercicio. Lo cierto es que en diciembre de 2016 se autorizó un crédito por 4 mil 300 millones de pesos, ¿dónde quedo el ahorro o el subejercicio? JFA 1 04 2017

Sobre flujo de efectivo La semana pasada se dieron dos eventos de corte financiero en la administración pública; la presentación de los ajustes a los documentos presupuestales 2017: Ley de Ingresos y Decreto del Presupuesto de Egresos; y la presentación al Congreso de la Cuenta Pública 2016, último año de la administración de Javier Duarte de Ochoa. De los ajustes 2017 el resultado no lleno las expectativas de los diputados, la consideraron menor al tamaño del déficit, la propuesta fue de mil doscientos millones en los egresos y la posibilidad de incrementar ingresos en mil millones. La razón; el déficit ya aceptado por todos por más de 20 mil millones, por lo que la cifra presentada es muy menor al problema de Veracruz; eso lo saben los diputados sin ser expertos en el tema. Ante esta respuesta el Ejecutivo reacciono y dijo: “El Gobierno de Veracruz no pude aplicar un recorte a su presupuesto de diez mil millones de pesos, porque implicaría el colapso de los servicios médicos y educativos”, esa es una realidad. La reducción de 1,250 millones es una pretensión quizá real pues para serlo debe de aplicarse, ahora es propuesta. Lo que son ciertas son las nóminas, estas si son reales; cada quincena hay que pagarlas, junto con otros conceptos suman 20 mil millones anuales por arriba de los ingresos y que no se consideran en los egresos de este ejercicio 2017. Aquí la preguntas que aplica; ¿“Como se cubrirán”? ¿Quién los fondeara?, los Duartistas tomaban dinero de donde fuera, pasaron sobre los municipios con casi 3,500 millones de pesos, vitales para ellos, ¿ahora cómo? si los ingresos están rebasados. La restructuración no da estas cifras, los bancos están para ganar sobre lo prestado, la Federación si apoyara en la medida de sus posibilidades, porque también tiene problemas financieros, inclusive anunció un recorte de 43 mil 800 millones de pesos para el 2018. Lo que no dijeron es si mantendrán la cifra 2017 de 101 mil millones de pesos, de ser así y pensando en no tomar recursos etiquetados tendrán que pedir prestado; los déficits se cubren con dinero nuevo o con recorte al gasto. La taquilla es cada quincena donde las cifras superan los mil quinientos millones de pesos en nóminas y transferencias, cuando la recaudación es buena las participaciones cubren buena parte, pero cuando no como dijera Cantinflas “Ahí está El Detalle”. Lo cierto es el adicional que se paga en la nómina de educación y salud, un IPE irracional que lo carga el Estado, la insistente demanda de fondos adicionales de Poderes y Organismos Autónomos y para acabarla; Referendos de Fondos Federales. En conclusión, Veracruz tiene un Gobierno Obeso. Por lo que se refiere a la entrega de la cuenta pública 2016, esta será la puntilla al Duartismo para nunca más saber de él y constituirá una gran responsabilidad para Lorenzo Antonio Portilla Vázquez Titular del Orfis, donde seguramente lloverá sobre mojado. Pero el tema de este artículo era sobre Flujo de efectivo, que es otro de los caminos que conducen a la determinación del déficit. Aquí un distinguido estudioso de las finanzas públicas me hizo llegar su pequeño ensayo que lo considero propio para hacerlo de su conocimiento. Habrá que expresar que el análisis considera el presupuesto de acuerdo a la norma o momento contable establecido en la Ley General de Contabilidad Gubernamental y toma como flujo en los ingresos el “recaudado” y en los egresos el “pagado”. Así el maestro Fabio Zilly Viveros expone: “Desde hace algún tiempo se ha venido ventilando ante la opinión pública un concepto que parece ser una de las causas (una más) de las desventuras que padecemos los veracruzanos, y de cuya solución depende no sólo la prestación de los servicios públicos básicos a cargo del gobierno, como la educación, la salud pública y la seguridad, sino la felicidad de todo un pueblo. Este concepto es el denominado “déficit estructural” de las finanzas públicas. Hablemos de lo que pasó en el infausto año de 2016, que no es muy diferente a lo acontecido en años anteriores: El Congreso del Estado aprobó una Ley de Ingresos* por 98,534.7 millones de pesos (mdp), y en el Presupuesto de Egresos un gasto equivalente. Sin embargo, al cierre del ejercicio 2016, con base en el 4º Informe sobre las finanzas públicas*, el presupuesto de egresos se incrementó en 9,150.2 mdp, sin que hubiera habido un incremento significativo en los ingresos, puestos éstos sólo se incrementaron en 2,588.9 mdp * Ley Núm. 622 publicada el 28 de noviembre de 2015, y página 110 del 40. Informe trimestral 2016 En principio, éste podría parecer un “déficit estructural”: incrementar el techo de gasto en 9.3% cuando los ingresos sólo superaron la estimación inicial en un 2.6% es programar un cierto déficit, pero esto no es lo que debe preocuparnos (aparte de la incapacidad técnica de nuestros presupuestadores), sino lo que aconteció en el curso del ejercicio. De acuerdo con el Estado de actividades*, en 2016 sólo se gastaron 94,044.8 mdp, pero en los estados relativos al ejercicio del presupuesto se manifiesta un gasto devengado de 97,393.7 mdp, superior al gasto reportado en el Estado de actividades, pero sólo se pagaron 83,751.0 mdp. En otras palabras, se quedaron a deber entre 13,642.7 mdp y 10,293.8 mdp, según cual sea el gasto que se tome para hacer la comparación. * Pagina 29 y 110 4º. Informe trimestral En todo caso, si los gastos devengados son compromisos asumidos dentro de los techos presupuestales, se debe contar con la liquidez para hacerles frente. Sin embargo, la caja del gobierno del estado sólo tenía al 31 de diciembre de 2016* la cantidad de 2,594.4 mdp, notoriamente insuficiente para hacer frente a esos compromisos.* Estado de Situación Financiera 4º. Informe trimestral 2016 pagina núm. 30 Pero más grave es que durante ese ejercicio la hacienda pública recibió* 101,123.6 mdp, registrados en el momento contable de los ingresos, de acuerdo con la contabilidad gubernamental, denominado como recaudado, esto es, efectivamente recibido, pero sólo pagó 83,751.0 mdp, por lo que debería existir un remanente en caja y bancos de 17,372.6 mdp y sólo se reportan* 2,594.4 mdp, a los cuales se debe restar la existencia inicial del ejercicio, que era de 575.9 mdp, lo que implica que 15,354.1 mdp fueron pagados o sustraídos de las arcas públicas fuera de lo autorizado por el presupuesto”.* Estado de actividades 4º. Informe trimestral 2016; Pagina 110 Estado Analítico del Ejercicio del Presupuesto de Egresos, Estado de Situación Financiera 40. Informe trimestral 2016. El déficit según este análisis es de 15 mil 354 millones de pesos en 2016. Lo que es cierto que las cifras son disímbolas en el Estado de Resultados y en Estado Analítico del Presupuesto de Egresos 2016; en la primera hay ahorro y en la segunda hay subejercicio. Lo cierto es que en diciembre de 2016 se autorizó un crédito por 4 mil 300 millones de pesos, ¿dónde quedo el ahorro o el subejercicio? JFA 1 04 2017