/ martes 30 de noviembre de 2021

Buenas noticias limitadas

Estos últimos días los habitantes de la congregación Miguel Aguilar, del municipio de Córdoba, la están pasando bien.

¿Las razones?, les ha pavimentado el Ayuntamiento el último tramo del acceso a su comunidad y el precio del café cereza, después de muchos años, ha rebasado los once pesos el kilogramo.

El primer motivo lo representa el arreglo de casi un kilómetro para arribar a la congregación, con mejora notable en la última parte, por el grado de dificultad que presentaba la cuesta, situación que hará posible que los camiones de pasaje presten el servicio sin dificultad.

También están contentos los productores de café de dicha comunidad de más de 500 pobladores, porque finalmente su producto lo pueden vender en mejor precio. Entre ellos destaca el exbanquero Sergio Bello y el agricultor, muy conocido en Córdoba, Miguel Aguilar Moras; ambos son pequeños productores.

Pero no sólo ellos, también los otros productores, lo están las mujeres porque su trabajo será mejor pagado. Anteriormente el corte de café cereza se pagaba en $1.50 el kilo; esta semana inició a $3.00, o sea, el doble. El precio internacional de las 100 libras de café ha tenido aumentos constantes desde noviembre de 2020.

Hay analistas que pronostican que el precio seguirá subiendo. De acuerdo con el análisis técnico, el techo es de 250 dólares. El último día fue inhábil en la Bolsa, por lo que no se sabe cuál será la reacción; cuando reabra se conocerá la tendencia, hay quienes pronostican una baja para fortalecer la perspectiva de crecimiento.

Pero cuáles fueron las causas de este aumento de precios. Se apuntan las siguientes:

1.- Sequía considerable; heladas en Brasil, que afectó la producción de su café arábica y propició la especulación del mercado.

2.- Razones de logística, escasez de contenedores, aumento en los fletes y derechos de puertos; en general, coste de transportación.

3.- Temor de los países consumidores en la realización de las próximas entregas.

4.- Afectación de la cadena de suministro influenciada por la pandemia del Covid-19.

El especialista Fernando Celis Calleja, de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), manifestó recientemente que este escenario no beneficia a los productores mexicanos, porque fijaron sus ventas antes. A los que beneficia son a las empresas que compraron el café y ahora tienen inventarios, que les favorece en su comercialización.

Señala que México pasa por una baja producción, como remanente de los problemas de roya que afectaron al campo mexicano, pero las lluvias pasadas ayudarán a las plantaciones a recuperarse; los comentarios vertidos corresponden al mes de agosto pasado.

De continuar esta tendencia las cadenas detallistas de café y los comercializadores encarecerán la tasa, repercutiendo también en los precios del café molido.

El precio actual sí beneficia al productor, pero éste sigue siendo víctima de intermediarios y especuladores. Por otro lado, las condiciones de las fincas no están bien, muchas están abandonadas o tienen maleza, de ahí que cortadores no quieran entrar

Estos últimos días los habitantes de la congregación Miguel Aguilar, del municipio de Córdoba, la están pasando bien.

¿Las razones?, les ha pavimentado el Ayuntamiento el último tramo del acceso a su comunidad y el precio del café cereza, después de muchos años, ha rebasado los once pesos el kilogramo.

El primer motivo lo representa el arreglo de casi un kilómetro para arribar a la congregación, con mejora notable en la última parte, por el grado de dificultad que presentaba la cuesta, situación que hará posible que los camiones de pasaje presten el servicio sin dificultad.

También están contentos los productores de café de dicha comunidad de más de 500 pobladores, porque finalmente su producto lo pueden vender en mejor precio. Entre ellos destaca el exbanquero Sergio Bello y el agricultor, muy conocido en Córdoba, Miguel Aguilar Moras; ambos son pequeños productores.

Pero no sólo ellos, también los otros productores, lo están las mujeres porque su trabajo será mejor pagado. Anteriormente el corte de café cereza se pagaba en $1.50 el kilo; esta semana inició a $3.00, o sea, el doble. El precio internacional de las 100 libras de café ha tenido aumentos constantes desde noviembre de 2020.

Hay analistas que pronostican que el precio seguirá subiendo. De acuerdo con el análisis técnico, el techo es de 250 dólares. El último día fue inhábil en la Bolsa, por lo que no se sabe cuál será la reacción; cuando reabra se conocerá la tendencia, hay quienes pronostican una baja para fortalecer la perspectiva de crecimiento.

Pero cuáles fueron las causas de este aumento de precios. Se apuntan las siguientes:

1.- Sequía considerable; heladas en Brasil, que afectó la producción de su café arábica y propició la especulación del mercado.

2.- Razones de logística, escasez de contenedores, aumento en los fletes y derechos de puertos; en general, coste de transportación.

3.- Temor de los países consumidores en la realización de las próximas entregas.

4.- Afectación de la cadena de suministro influenciada por la pandemia del Covid-19.

El especialista Fernando Celis Calleja, de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), manifestó recientemente que este escenario no beneficia a los productores mexicanos, porque fijaron sus ventas antes. A los que beneficia son a las empresas que compraron el café y ahora tienen inventarios, que les favorece en su comercialización.

Señala que México pasa por una baja producción, como remanente de los problemas de roya que afectaron al campo mexicano, pero las lluvias pasadas ayudarán a las plantaciones a recuperarse; los comentarios vertidos corresponden al mes de agosto pasado.

De continuar esta tendencia las cadenas detallistas de café y los comercializadores encarecerán la tasa, repercutiendo también en los precios del café molido.

El precio actual sí beneficia al productor, pero éste sigue siendo víctima de intermediarios y especuladores. Por otro lado, las condiciones de las fincas no están bien, muchas están abandonadas o tienen maleza, de ahí que cortadores no quieran entrar