/ viernes 12 de noviembre de 2021

Comen ansias en el puerto

En cualquier momento la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinará la validación o anulación de la elección municipal de Veracruz, y aunque muchos suponen que no habrá cambio en el resultado, podría haber una sorpresa en la decisión.

En realidad es un asunto de mucha trascendencia por lo que representa Veracruz para el estado, como su catedral política, más que la propia capital; pero, además, gobernar este municipio es como pavimentar el camino hacia el gobierno de Veracruz, estado por el que también pasa la presidencia de la República. Por ahora, los Yunes azules mantienen el control político del emblemático municipio, y eso asegura tener una estratégica ventaja que se fortalece con el control de Boca del Río, que ya tienen, para volver a repetir a un candidato de la familia o quien decidan de su cuadra para el gobierno de Veracruz. Lo que diga el TEPJF marcará el destino de ese clan que ha convertido a la zona conurbada en su coto de poder, lo que colocaría en predicamento el proyecto transexenal de la 4T en la entidad. De revertirse el resultado, como pudiera ocurrir, Morena tendría la oportunidad histórica de ir por el triunfo en una elección extraordinaria con el acelerador a fondo, a sabiendas de que los actuales dueños de esa parcela también irían a la guerra total. Ya se sabe cómo operan los Yunes, pero los morenistas tienen ahora el poder del estado, con garrote en mano si es necesario, para quienes no ceden a sus exigencias; parte de esas acciones fue reabrir el expediente penal a Miguel Ángel Yunes Linares por presumibles delitos de corrupción a su paso por la dirección general del ISSSTE, y contra sus hijos Miguel Ángel y Fernando, actual alcalde, por delitos de falsificación de documentos, validado en su momento por el Organismo Público Local Electoral (OPLE) y confirmado por el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV).

Esa situación ha dado lugar a la especulación de que ese grupo ya habría pactado entregar no solamente la presidencia municipal porteña, sino incluso retirarse de la política en lo que resta del actual sexenio para no volver a buscar la presidencia municipal, lo cual resulta contradictorio frente a hechos como el nombramiento de Fernando Yunes Márquez en una cartera en el Comité Ejecutivo Nacional que encabeza Marko Cortés, y, en otro espacio, la hiperactividad que sigue desarrollando la alcaldesa electa, Patricia Lobeira de Yunes, tanto con organizaciones como la Canaco y, hace unos días, recibiendo una condecoración de Doctor Honoris Causa en Ciudad de México por la labor social que ha realizado de manera particular. ¿Qué va a pasar? Sólo queda esperar, en realidad falta poco para que sesione la Sala Superior del TEPJF y descorrer ese velo que mantienen al filo de la butaca a muchos morenistas y panistas.

Correo: opedro2006@gmail.com

En cualquier momento la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinará la validación o anulación de la elección municipal de Veracruz, y aunque muchos suponen que no habrá cambio en el resultado, podría haber una sorpresa en la decisión.

En realidad es un asunto de mucha trascendencia por lo que representa Veracruz para el estado, como su catedral política, más que la propia capital; pero, además, gobernar este municipio es como pavimentar el camino hacia el gobierno de Veracruz, estado por el que también pasa la presidencia de la República. Por ahora, los Yunes azules mantienen el control político del emblemático municipio, y eso asegura tener una estratégica ventaja que se fortalece con el control de Boca del Río, que ya tienen, para volver a repetir a un candidato de la familia o quien decidan de su cuadra para el gobierno de Veracruz. Lo que diga el TEPJF marcará el destino de ese clan que ha convertido a la zona conurbada en su coto de poder, lo que colocaría en predicamento el proyecto transexenal de la 4T en la entidad. De revertirse el resultado, como pudiera ocurrir, Morena tendría la oportunidad histórica de ir por el triunfo en una elección extraordinaria con el acelerador a fondo, a sabiendas de que los actuales dueños de esa parcela también irían a la guerra total. Ya se sabe cómo operan los Yunes, pero los morenistas tienen ahora el poder del estado, con garrote en mano si es necesario, para quienes no ceden a sus exigencias; parte de esas acciones fue reabrir el expediente penal a Miguel Ángel Yunes Linares por presumibles delitos de corrupción a su paso por la dirección general del ISSSTE, y contra sus hijos Miguel Ángel y Fernando, actual alcalde, por delitos de falsificación de documentos, validado en su momento por el Organismo Público Local Electoral (OPLE) y confirmado por el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV).

Esa situación ha dado lugar a la especulación de que ese grupo ya habría pactado entregar no solamente la presidencia municipal porteña, sino incluso retirarse de la política en lo que resta del actual sexenio para no volver a buscar la presidencia municipal, lo cual resulta contradictorio frente a hechos como el nombramiento de Fernando Yunes Márquez en una cartera en el Comité Ejecutivo Nacional que encabeza Marko Cortés, y, en otro espacio, la hiperactividad que sigue desarrollando la alcaldesa electa, Patricia Lobeira de Yunes, tanto con organizaciones como la Canaco y, hace unos días, recibiendo una condecoración de Doctor Honoris Causa en Ciudad de México por la labor social que ha realizado de manera particular. ¿Qué va a pasar? Sólo queda esperar, en realidad falta poco para que sesione la Sala Superior del TEPJF y descorrer ese velo que mantienen al filo de la butaca a muchos morenistas y panistas.

Correo: opedro2006@gmail.com