/ jueves 19 de mayo de 2022

El bien que con mal se paga

Buen día, apreciado lector. Nada como las enseñanzas de la universidad de la vida, que sin duda evidencian aprendizajes inolvidables. Por ejemplo, cómo olvidar aquella historia que contaba mi padre en los calurosos atardeceres acayuqueños, que alborotaba de forma extraordinaria nuestras mentes infantiles.

Resulta que ahí en lo más tupido del bosque, el campesino escucha desesperados gritos de auxilio y se topa con una culebra aprisionada por pesado árbol que le cayó encima. La culebra le pide ayuda y él la libera.

En pago la culebra se lo quiere comer; el campesino reclama que un bien no se paga con un mal. Deciden hacer una consulta entre los animales. El burro está a favor de que se lo coma porque el hombre lo maltrata, al igual que la gallina que si no pone huevos la guisan en caldo; pero pasó tío coyote, astutamente pidió reconstrucción de los hechos y cuando la culebra quedó otra vez atorada, ahí la dejaron.

Agradecido el campesino ofreció llevar al coyote una buena comida para pagar el bien hecho. Ordenó a su mujer meter dos borregos en un costal. Pero sin que el marido se diera cuenta, la inteligente mujer decidió poner dos perros bravos. Cuando el agradecido hombre puso el costal donde estaba el coyote, los perros le brincaron y mientras huía se le oyó gritar: “la culebra tenía razón. Un bien con un mal se paga”.

A veces en política pasa lo mismo con quienes hacen promesas atractivas y una vez en el poder, devuelven trampas y cobros abusivos, como los que ahora hacen en Tránsito. Seguramente a espaldas del Gobernador, usan grúas, también particulares, con todo y oficial a bordo, cuyo sueldo paga el pueblo, para secuestrar vehículos supuestamente mal estacionados y hacer gastar a los conductores dinero que no tienen, a pesar de que la mayoría seguramente les dio el voto para llegar al poder que ostentan.

¡Cuidado morenos! Un conocido periodista acaba de precisar algo que inexplicablemente no ven en el gobierno estatal. No estaría mal una revisión, señor Gobernador. Tenga el lector paz en su hogar. Cuide el agua y las plantas.

gustavocadenamathey@hotmail.com

Buen día, apreciado lector. Nada como las enseñanzas de la universidad de la vida, que sin duda evidencian aprendizajes inolvidables. Por ejemplo, cómo olvidar aquella historia que contaba mi padre en los calurosos atardeceres acayuqueños, que alborotaba de forma extraordinaria nuestras mentes infantiles.

Resulta que ahí en lo más tupido del bosque, el campesino escucha desesperados gritos de auxilio y se topa con una culebra aprisionada por pesado árbol que le cayó encima. La culebra le pide ayuda y él la libera.

En pago la culebra se lo quiere comer; el campesino reclama que un bien no se paga con un mal. Deciden hacer una consulta entre los animales. El burro está a favor de que se lo coma porque el hombre lo maltrata, al igual que la gallina que si no pone huevos la guisan en caldo; pero pasó tío coyote, astutamente pidió reconstrucción de los hechos y cuando la culebra quedó otra vez atorada, ahí la dejaron.

Agradecido el campesino ofreció llevar al coyote una buena comida para pagar el bien hecho. Ordenó a su mujer meter dos borregos en un costal. Pero sin que el marido se diera cuenta, la inteligente mujer decidió poner dos perros bravos. Cuando el agradecido hombre puso el costal donde estaba el coyote, los perros le brincaron y mientras huía se le oyó gritar: “la culebra tenía razón. Un bien con un mal se paga”.

A veces en política pasa lo mismo con quienes hacen promesas atractivas y una vez en el poder, devuelven trampas y cobros abusivos, como los que ahora hacen en Tránsito. Seguramente a espaldas del Gobernador, usan grúas, también particulares, con todo y oficial a bordo, cuyo sueldo paga el pueblo, para secuestrar vehículos supuestamente mal estacionados y hacer gastar a los conductores dinero que no tienen, a pesar de que la mayoría seguramente les dio el voto para llegar al poder que ostentan.

¡Cuidado morenos! Un conocido periodista acaba de precisar algo que inexplicablemente no ven en el gobierno estatal. No estaría mal una revisión, señor Gobernador. Tenga el lector paz en su hogar. Cuide el agua y las plantas.

gustavocadenamathey@hotmail.com