/ viernes 27 de noviembre de 2020

El disparate de Guillermo

El pasado lunes, ante el Congreso de Veracruz compareció el titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, Guillermo Fernández Sánchez.

La nota, sin embargo, no fueron los resultados de los programas enfocados a la autosuficiencia alimentaria, al apoyo a sectores vulnerables, ni el impulso a mujeres emprendedoras, sino una estulticia que lanzó el funcionario en la víspera de su comparecencia.

Fernández Sánchez dijo que unos 140 mil veracruzanos fueron apoyados con el programa de vivienda y que esos apoyos se concentraron en 106 municipios considerados de atención prioritaria; que este año se entregaron más de 2 mil 600 módulos enfocados a la autosuficiencia alimentaria en 53 municipios; y que se destinaron más de 25 millones de pesos al apoyo a concesionarios y conductores de taxis, a efecto de que este grupo pueda enfrentar los problemas económicos derivados de la pandemia de Coronavirus.

Pero la parte de la comparecencia de Sedesol que más robó cámara en la glosa del Segundo Informe no tuvo que ver con los logros de la dependencia ni con las cifras de los programas de asistencia social, sino con la declaración del secretario en el sentido de que con una despensa de mil pesos, una persona podía vivir un mes.

De acuerdo con el funcionario del gabinete veracruzano, con mil pesos una persona puede comprar maíz, trigo, arroz, carne de res, pollo y pescado, verduras, leche, huevo, aceites y, en general, todos los alimentos que requiere para sobrevivir un mes.

Aclaró que esas cifras están tomadas del Coneval y que con ese dinero puede alimentarse una persona durante 30 días, o dos durante 15.

Los datos de Guillermo Fernández no incluyen evidentemente el gasto de una familia en energía eléctrica, agua, artículos de limpieza y aseo, servicios en general, transporte, etcétera; sólo alimentos; aun así, la aseveración dio motivos para que en redes sociales la lanzaran todo tipo de descalificaciones, de tal manera que los datos de la comparecencia pasaron a segundo término, porque el dato importante, el que permeó en la opinión pública, es el que tuvo que ver con la despensa de mil pesos.

El diputado Omar Miranda retomó el tema en la glosa; compró una despensa con mil pesos, un par de bolsas que contenían artículos de la canasta básica, y la entregó al funcionario de forma simbólica, como diciendo: a ver, viva un mes con esto.

El tema llegó este jueves a la conferencia matutina del presidente López Obrador, quien restó importancia a lo dicho por el titular de la Sedesol de Veracruz.

No es serio, dijo el ejecutivo, y recordó la declaración que emitió Ernesto Cordero, secretario de Hacienda del gobierno de Felipe Calderón, quien hace 9 años apuntó que una familia mexicana podía vivir con 6 mil pesos al mes. Se consideró hace casi una década que el funcionario calderonista había perdido el piso y que su declaración estaba lejos de la realidad.

En aquel entonces, a Cordero se lo comieron vivo; hoy, Guillermo Fernández corrió con la misma suerte; víctima de su propio disparate, al funcionario veracruzano lo han ridiculizado hasta el cansancio.

El pasado lunes, ante el Congreso de Veracruz compareció el titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, Guillermo Fernández Sánchez.

La nota, sin embargo, no fueron los resultados de los programas enfocados a la autosuficiencia alimentaria, al apoyo a sectores vulnerables, ni el impulso a mujeres emprendedoras, sino una estulticia que lanzó el funcionario en la víspera de su comparecencia.

Fernández Sánchez dijo que unos 140 mil veracruzanos fueron apoyados con el programa de vivienda y que esos apoyos se concentraron en 106 municipios considerados de atención prioritaria; que este año se entregaron más de 2 mil 600 módulos enfocados a la autosuficiencia alimentaria en 53 municipios; y que se destinaron más de 25 millones de pesos al apoyo a concesionarios y conductores de taxis, a efecto de que este grupo pueda enfrentar los problemas económicos derivados de la pandemia de Coronavirus.

Pero la parte de la comparecencia de Sedesol que más robó cámara en la glosa del Segundo Informe no tuvo que ver con los logros de la dependencia ni con las cifras de los programas de asistencia social, sino con la declaración del secretario en el sentido de que con una despensa de mil pesos, una persona podía vivir un mes.

De acuerdo con el funcionario del gabinete veracruzano, con mil pesos una persona puede comprar maíz, trigo, arroz, carne de res, pollo y pescado, verduras, leche, huevo, aceites y, en general, todos los alimentos que requiere para sobrevivir un mes.

Aclaró que esas cifras están tomadas del Coneval y que con ese dinero puede alimentarse una persona durante 30 días, o dos durante 15.

Los datos de Guillermo Fernández no incluyen evidentemente el gasto de una familia en energía eléctrica, agua, artículos de limpieza y aseo, servicios en general, transporte, etcétera; sólo alimentos; aun así, la aseveración dio motivos para que en redes sociales la lanzaran todo tipo de descalificaciones, de tal manera que los datos de la comparecencia pasaron a segundo término, porque el dato importante, el que permeó en la opinión pública, es el que tuvo que ver con la despensa de mil pesos.

El diputado Omar Miranda retomó el tema en la glosa; compró una despensa con mil pesos, un par de bolsas que contenían artículos de la canasta básica, y la entregó al funcionario de forma simbólica, como diciendo: a ver, viva un mes con esto.

El tema llegó este jueves a la conferencia matutina del presidente López Obrador, quien restó importancia a lo dicho por el titular de la Sedesol de Veracruz.

No es serio, dijo el ejecutivo, y recordó la declaración que emitió Ernesto Cordero, secretario de Hacienda del gobierno de Felipe Calderón, quien hace 9 años apuntó que una familia mexicana podía vivir con 6 mil pesos al mes. Se consideró hace casi una década que el funcionario calderonista había perdido el piso y que su declaración estaba lejos de la realidad.

En aquel entonces, a Cordero se lo comieron vivo; hoy, Guillermo Fernández corrió con la misma suerte; víctima de su propio disparate, al funcionario veracruzano lo han ridiculizado hasta el cansancio.