/ lunes 6 de junio de 2022

El escenario para 2024

Hasta la tarde ayer domingo, las encuestas de salida en los seis estados del país donde hubo elecciones de Gobernador, daban clara ventaja a Morena y sus aliados en Quintana Roo (también votó diputados locales), Hidalgo y Oaxaca, además de un margen favorable, aunque no amplio, en Tamalipas y casi empate en Durango (que además elige a 39 Alcaldes); Aguascalientes era el único estado con importante ventaja para el bloque opositor del PRI-PAN-PRD. Según ese ejercicio, las tendencias de votación marcaban en Quintana Roo ventaja para María Lezama (Morena-PT-PVEM-FPMQ) con 52.25%, frente a Laura Lynn Fernández (PAN-PRD-CPQ) con 23.61%; en Durango, se libraba una dura batalla entre Esteban Villegas Villarreal (PAN-PRI-PRD) con 42.85%, ligeramente debajo de Alma Marina Vitela (Morena-PT-PVEM-RSP) con 44.13%; Tamaulipas, Américo Villarreal (Morena-PT-PVEM) con 48.40%, con ventaja respecto a César Augusto Verástegui (PAN-PRI-PRD) que, sin embargo, se mantenía en posibilidad de remontar con 37.92%; Aguascalientes, María Teresa Jiménez (PAN-PRI-PRD) con 45.78%, con márgen ante Nora Ruvalcaba (Morena) con 39.66%; Hidalgo, Juan Ramón Menchaca (Morena-PT-NA) 51.71%, y Alma Carolina Viggiano (PRI-PAN-PRD) con 35.24%, y Oaxaca con Salomón Jara (Morena-PT-PVEM-PUP) 53.44% ante Alejandro Avilés (PRI) con sólo 26.80%. Esto quiere decir que el partido gobernante tendría en la bolsa tres gubernaturas, y la alianza opositora una, con posibilidad de que cualquiera de ellos se queden con las otras dos, o repartir los triunfos. De ganar el morenismo 5 de 6, el panorama para el 2024 sería completamente negro para panistas, priistas y perredistas, aún pudiera ganar 2 de 6. Lo único que medio podría salvar a los opositores de la 4T sería que alcanzaran a obtener el triunfo en 3 de 6, es decir, aparte de Aguascalientes, si lograran remontar en Durango y Tamaulipas, cosa muy difícil, sobre todo en este último estado. La lectura preliminar es que la operación de Morena ha sido más efectiva que la de los adversarios políticos, quienes no pudieron contrarrestar a esa aplanadora en la que se ha convertido ahora el partido guinda, con todo el poder a su favor y, naturalmente, la misma estrategia volverían a aplicarla dentro de dos años; aunque también influyó que, en algunos estados como Hidalgo, Quintana Roo y Oaxaca, la alianza opositora no se plantó como en 2021, unida, sin fisuras, cuando alcanzó buenos resultados. Habrá que esperar las cifras oficiales del INE, aunque los resultados preliminares ya marcan una tendencia electoral. Por lo pronto, la percepción es de la alianza opositora sigue en la lona, de la que difícilmente se levantará para competir con dignidad dentro de dos años cuando se decida la presidencia de la República y las dos Cámaras del Congreso de la Unión, ante una amplia dominación territorial del morenismo, aunque, ya se sabe, el voto ciudadano cada vez es más volátil, imprevisible, y la decisión dependerá de los ciudadanos, por los resultados y su conformidad, o por los fracasos y su rechazo, la decisión de mantener o quitar a quienes actualmente encabezan el proyecto político que ofreció y encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador. Hoy, nadie puede garantizar un triunfo, como sucedía antes.

gmail:

opedro2006@gmail.com

opedro2006@gmail.com

Hasta la tarde ayer domingo, las encuestas de salida en los seis estados del país donde hubo elecciones de Gobernador, daban clara ventaja a Morena y sus aliados en Quintana Roo (también votó diputados locales), Hidalgo y Oaxaca, además de un margen favorable, aunque no amplio, en Tamalipas y casi empate en Durango (que además elige a 39 Alcaldes); Aguascalientes era el único estado con importante ventaja para el bloque opositor del PRI-PAN-PRD. Según ese ejercicio, las tendencias de votación marcaban en Quintana Roo ventaja para María Lezama (Morena-PT-PVEM-FPMQ) con 52.25%, frente a Laura Lynn Fernández (PAN-PRD-CPQ) con 23.61%; en Durango, se libraba una dura batalla entre Esteban Villegas Villarreal (PAN-PRI-PRD) con 42.85%, ligeramente debajo de Alma Marina Vitela (Morena-PT-PVEM-RSP) con 44.13%; Tamaulipas, Américo Villarreal (Morena-PT-PVEM) con 48.40%, con ventaja respecto a César Augusto Verástegui (PAN-PRI-PRD) que, sin embargo, se mantenía en posibilidad de remontar con 37.92%; Aguascalientes, María Teresa Jiménez (PAN-PRI-PRD) con 45.78%, con márgen ante Nora Ruvalcaba (Morena) con 39.66%; Hidalgo, Juan Ramón Menchaca (Morena-PT-NA) 51.71%, y Alma Carolina Viggiano (PRI-PAN-PRD) con 35.24%, y Oaxaca con Salomón Jara (Morena-PT-PVEM-PUP) 53.44% ante Alejandro Avilés (PRI) con sólo 26.80%. Esto quiere decir que el partido gobernante tendría en la bolsa tres gubernaturas, y la alianza opositora una, con posibilidad de que cualquiera de ellos se queden con las otras dos, o repartir los triunfos. De ganar el morenismo 5 de 6, el panorama para el 2024 sería completamente negro para panistas, priistas y perredistas, aún pudiera ganar 2 de 6. Lo único que medio podría salvar a los opositores de la 4T sería que alcanzaran a obtener el triunfo en 3 de 6, es decir, aparte de Aguascalientes, si lograran remontar en Durango y Tamaulipas, cosa muy difícil, sobre todo en este último estado. La lectura preliminar es que la operación de Morena ha sido más efectiva que la de los adversarios políticos, quienes no pudieron contrarrestar a esa aplanadora en la que se ha convertido ahora el partido guinda, con todo el poder a su favor y, naturalmente, la misma estrategia volverían a aplicarla dentro de dos años; aunque también influyó que, en algunos estados como Hidalgo, Quintana Roo y Oaxaca, la alianza opositora no se plantó como en 2021, unida, sin fisuras, cuando alcanzó buenos resultados. Habrá que esperar las cifras oficiales del INE, aunque los resultados preliminares ya marcan una tendencia electoral. Por lo pronto, la percepción es de la alianza opositora sigue en la lona, de la que difícilmente se levantará para competir con dignidad dentro de dos años cuando se decida la presidencia de la República y las dos Cámaras del Congreso de la Unión, ante una amplia dominación territorial del morenismo, aunque, ya se sabe, el voto ciudadano cada vez es más volátil, imprevisible, y la decisión dependerá de los ciudadanos, por los resultados y su conformidad, o por los fracasos y su rechazo, la decisión de mantener o quitar a quienes actualmente encabezan el proyecto político que ofreció y encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador. Hoy, nadie puede garantizar un triunfo, como sucedía antes.

gmail:

opedro2006@gmail.com

opedro2006@gmail.com