/ martes 20 de abril de 2021

El gran enemigo del bolsillo

Si algo es preocupante para los mexicanos, y para cualquier ciudadano de cualquier nacionalidad, es gastar, que la quincena o los ahorros se vayan acabando y no tengan remanentes.

En la vida cotidiana se ve con mayor claridad cuando compran los insumos básicos para la comida, incluidos aquellos que se combinan, como los refrescos o bien una cerveza, a veces es tan marginal la diferencia que no se siente; te das cuenta cuando te dan menos o cuando el producto que adquieres lo ves más caro. Ese es el enemigo silencioso, manifiesto en tus ingresos personales, y se llama inflación, con un socio perverso: el dólar americano.

¿Pero que es la inflación? En términos nominativos proviene del latín inflatio, cuyo término hace referencia a la inflación y al efecto de inflar. “Sencillamente la inflación hace que los precios de los bienes y servicios suban, lo que genera una pérdida de la adquisición de tu dinero”.

Una definición acorde a los tiempos: La inflación es el aumento generalizado de los bienes y servicios de un país; son considerandos de medición de productos y servicios previamente establecidos, su comportamiento en el tiempo; se utilizan estos índices que integran una canasta, en un incremento porcentual ponderado.

Al hablar de ponderado estamos dándole valor porcentual a estos productos; estos son acuerdos generalmente tomados por las autoridades financieras de un país y confiadas su medición a un órgano independiente, en el caso de México al INEGI.

El valor de referencia de la inflación es un indicador anual modificable y lo determina en nuestro país el Banco de México, actuando como coadyuvante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en sus proyecciones previas a la presentación del paquete económico.

El problema que confrontamos a finales de marzo y la primera quincena de abril es que el alza de precios se aceleró al terminar el mes pasado, con su mayor nivel desde el año 2018 a tasa anual para ubicarse en 4.67%, impulsada principalmente por el alza de combustibles, el mayor repunte desde el 4.83% de diciembre de 2018.

Los productos que conforman la canasta de precios y cotizaciones es de 299, de los cuales hay una básica compuesta con 20 genéricos, cada uno de los cuales tiene su peso en la canasta.

De acuerdo a las condiciones observadas, el índice Nacional de Precios al Consumidor se mantendrá fuera del objetivo de Banxico de 3 +/- un punto, como la estimada al cierre de marzo de 4.67%.

Según especialista financieros estará fuera gran parte del año debido, principalmente, al incremento de la gasolina, el gas y en alimentos de la canasta básica, como el huevo, la tortilla y los servicios turísticos, y auguran que lo más difícil está por venir.

Los analistas de instituciones como Banamex y Banorte citan que el peor mes puede ser abril y que la inflación puede llegar a niveles ligeramente arriba del 5.5% a tasa anual; esto último manifestado por Jessica Roldan, directora de análisis económico de Finamex Casa de Bolsa.

Una de las variables que se ven influenciadas por la inflación son las tasas de interés, desde luego aquellas que fija el Banco de México y que son definitorias para el crédito comercial, que como recordaremos se abarataron con motivo de la pandemia hasta llegar al nivel actual del 4 por ciento anual.

Ahora con estos incrementos de inflación y que salen del contexto de Banxico, algunos analistas de Banorte opinan que para fines del 2021 aumentarían de 25 hasta 50 puntos base, es decir, podrían llegar hasta 4.50 por ciento anual. La directora de Finamex y de Citibanamex espera que el aumento sea hasta el 2022, como estaba estimado siguiendo la ruta de la Reserva Federal de EUA, que para esa fecha hará el primer aumento.

Lo que sí es un hecho es que estos aumentos deterioran nuestros bolsillos y esperemos que una de las grandes variables que inciden en la inflación, el dólar, se mantenga en el contexto estimado de 22 pesos cada uno. La inflación es el peor enemigo del bolsillo, por eso debemos estar atentos a los aumentos.

Si algo es preocupante para los mexicanos, y para cualquier ciudadano de cualquier nacionalidad, es gastar, que la quincena o los ahorros se vayan acabando y no tengan remanentes.

En la vida cotidiana se ve con mayor claridad cuando compran los insumos básicos para la comida, incluidos aquellos que se combinan, como los refrescos o bien una cerveza, a veces es tan marginal la diferencia que no se siente; te das cuenta cuando te dan menos o cuando el producto que adquieres lo ves más caro. Ese es el enemigo silencioso, manifiesto en tus ingresos personales, y se llama inflación, con un socio perverso: el dólar americano.

¿Pero que es la inflación? En términos nominativos proviene del latín inflatio, cuyo término hace referencia a la inflación y al efecto de inflar. “Sencillamente la inflación hace que los precios de los bienes y servicios suban, lo que genera una pérdida de la adquisición de tu dinero”.

Una definición acorde a los tiempos: La inflación es el aumento generalizado de los bienes y servicios de un país; son considerandos de medición de productos y servicios previamente establecidos, su comportamiento en el tiempo; se utilizan estos índices que integran una canasta, en un incremento porcentual ponderado.

Al hablar de ponderado estamos dándole valor porcentual a estos productos; estos son acuerdos generalmente tomados por las autoridades financieras de un país y confiadas su medición a un órgano independiente, en el caso de México al INEGI.

El valor de referencia de la inflación es un indicador anual modificable y lo determina en nuestro país el Banco de México, actuando como coadyuvante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en sus proyecciones previas a la presentación del paquete económico.

El problema que confrontamos a finales de marzo y la primera quincena de abril es que el alza de precios se aceleró al terminar el mes pasado, con su mayor nivel desde el año 2018 a tasa anual para ubicarse en 4.67%, impulsada principalmente por el alza de combustibles, el mayor repunte desde el 4.83% de diciembre de 2018.

Los productos que conforman la canasta de precios y cotizaciones es de 299, de los cuales hay una básica compuesta con 20 genéricos, cada uno de los cuales tiene su peso en la canasta.

De acuerdo a las condiciones observadas, el índice Nacional de Precios al Consumidor se mantendrá fuera del objetivo de Banxico de 3 +/- un punto, como la estimada al cierre de marzo de 4.67%.

Según especialista financieros estará fuera gran parte del año debido, principalmente, al incremento de la gasolina, el gas y en alimentos de la canasta básica, como el huevo, la tortilla y los servicios turísticos, y auguran que lo más difícil está por venir.

Los analistas de instituciones como Banamex y Banorte citan que el peor mes puede ser abril y que la inflación puede llegar a niveles ligeramente arriba del 5.5% a tasa anual; esto último manifestado por Jessica Roldan, directora de análisis económico de Finamex Casa de Bolsa.

Una de las variables que se ven influenciadas por la inflación son las tasas de interés, desde luego aquellas que fija el Banco de México y que son definitorias para el crédito comercial, que como recordaremos se abarataron con motivo de la pandemia hasta llegar al nivel actual del 4 por ciento anual.

Ahora con estos incrementos de inflación y que salen del contexto de Banxico, algunos analistas de Banorte opinan que para fines del 2021 aumentarían de 25 hasta 50 puntos base, es decir, podrían llegar hasta 4.50 por ciento anual. La directora de Finamex y de Citibanamex espera que el aumento sea hasta el 2022, como estaba estimado siguiendo la ruta de la Reserva Federal de EUA, que para esa fecha hará el primer aumento.

Lo que sí es un hecho es que estos aumentos deterioran nuestros bolsillos y esperemos que una de las grandes variables que inciden en la inflación, el dólar, se mantenga en el contexto estimado de 22 pesos cada uno. La inflación es el peor enemigo del bolsillo, por eso debemos estar atentos a los aumentos.