/ martes 13 de abril de 2021

El montaje y la búsqueda de “culpables”

Quizá los simpatizantes del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, recordarán que en 2006 se proclamó “Presidente legítimo” y hasta rindió protesta en el Zócalo de la ahora CdMx. Posterior a ello llamó a sus seguidores a bloquear Paseo de la Reforma, en protesta a los resultados que no lo favorecieron en esas elecciones.

La semana pasada el titular del Ejecutivo federal, durante sus conocidas “mañaneras”, precisó que en su gobierno “nunca jamás” se llevarán a cabo montajes y como siempre destacó que estas acciones se acostumbraban en el periodo “neoliberal”, porque existía una asociación estrecha y “hasta delictuosa” entre el poder político y los medios de comunicación.

Y no es por poner en duda su palabra, ni la de los medios de comunicación, quienes cumplen con el simple trabajo de informar, pero si se habla de “pantomimas” sus conferencias de prensa son el montaje perfecto donde el presidente cada día cuenta una realidad paralela a la que estamos viviendo.

Además, las “mañaneras” cumplen parte del objetivo de quien dirige esta nación y es el de descalificar no solo a periodistas, sino también a quien se atreva a exhibir los malos manejos y la corrupción de su gobierno, incluso ha desacreditado a las propias instituciones encargadas de vigilar y atender la función pública.

Peros las pantomimas siempre le estallan en las manos al presidente, quien sufre de una severa crisis de realidad, y en vez de buscar al responsable de haber vacunado a un adulto de la tercera edad con una jeringa vacía, como siempre negó los hechos y acusó a la oposición de haber creado un montaje.

El concepto de “montajes” que tiene Andrés Manuel López Obrador, solo aplica a quien no piense como él y que se utilizan para desprestigiar su ya mal llevado gobierno de pequeñas y grandes realidades, que ahora nos tiene sumidos en corrupción, inflación, inseguridad, falta de medicamentos, empleos y un gran estancamiento económico.

La Cuarta Transformación nos tiene entre el montaje y la tragedia, prometió acabar con la corrupción, pero continúan con sus remedos de producción como el “préstamo” a Epigmenio Ibarra; la “supuesta” investigación exhaustiva a Manuel Bartlett e hijos; una rifa de avión sin avión.

Y sin dejar de mencionar la “compra” de pipas para combatir el huachicoleo, que solo transitan en la imaginación de quien las adquirió; el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y entre sus frases más conocidas como “estamos controlando la pandemia” y “no habrá más gasolinazos”.

Vivimos entre la realidad y los montajes, estamos dirigidos por una persona que no puede dar una explicación precisa y contundente sobre todo lo malo que le rebota en la cara, sino todo lo contrario, como lo ha hecho en todo su haber político actúa desesperadamente en arremeter y buscar culpables para deslindarse fácilmente de lo que es su responsabilidad.

Senador por Veracruz del PAN

Quizá los simpatizantes del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, recordarán que en 2006 se proclamó “Presidente legítimo” y hasta rindió protesta en el Zócalo de la ahora CdMx. Posterior a ello llamó a sus seguidores a bloquear Paseo de la Reforma, en protesta a los resultados que no lo favorecieron en esas elecciones.

La semana pasada el titular del Ejecutivo federal, durante sus conocidas “mañaneras”, precisó que en su gobierno “nunca jamás” se llevarán a cabo montajes y como siempre destacó que estas acciones se acostumbraban en el periodo “neoliberal”, porque existía una asociación estrecha y “hasta delictuosa” entre el poder político y los medios de comunicación.

Y no es por poner en duda su palabra, ni la de los medios de comunicación, quienes cumplen con el simple trabajo de informar, pero si se habla de “pantomimas” sus conferencias de prensa son el montaje perfecto donde el presidente cada día cuenta una realidad paralela a la que estamos viviendo.

Además, las “mañaneras” cumplen parte del objetivo de quien dirige esta nación y es el de descalificar no solo a periodistas, sino también a quien se atreva a exhibir los malos manejos y la corrupción de su gobierno, incluso ha desacreditado a las propias instituciones encargadas de vigilar y atender la función pública.

Peros las pantomimas siempre le estallan en las manos al presidente, quien sufre de una severa crisis de realidad, y en vez de buscar al responsable de haber vacunado a un adulto de la tercera edad con una jeringa vacía, como siempre negó los hechos y acusó a la oposición de haber creado un montaje.

El concepto de “montajes” que tiene Andrés Manuel López Obrador, solo aplica a quien no piense como él y que se utilizan para desprestigiar su ya mal llevado gobierno de pequeñas y grandes realidades, que ahora nos tiene sumidos en corrupción, inflación, inseguridad, falta de medicamentos, empleos y un gran estancamiento económico.

La Cuarta Transformación nos tiene entre el montaje y la tragedia, prometió acabar con la corrupción, pero continúan con sus remedos de producción como el “préstamo” a Epigmenio Ibarra; la “supuesta” investigación exhaustiva a Manuel Bartlett e hijos; una rifa de avión sin avión.

Y sin dejar de mencionar la “compra” de pipas para combatir el huachicoleo, que solo transitan en la imaginación de quien las adquirió; el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y entre sus frases más conocidas como “estamos controlando la pandemia” y “no habrá más gasolinazos”.

Vivimos entre la realidad y los montajes, estamos dirigidos por una persona que no puede dar una explicación precisa y contundente sobre todo lo malo que le rebota en la cara, sino todo lo contrario, como lo ha hecho en todo su haber político actúa desesperadamente en arremeter y buscar culpables para deslindarse fácilmente de lo que es su responsabilidad.

Senador por Veracruz del PAN