Sin que exista ninguna declaración oficial sobre una alianza entre partidos políticos para contender unidos postulando candidatos a presidir los 212 municipios del estado de Veracruz.
Curiosamente en el más importante, que es Xalapa, la capital y asiento de los poderes del estado, el acelere ha hecho presa de algunos aspirantes como David Velasco Chedraui, quien habiendo sido alcalde en los tiempos en que gobernó la entidad el priista Fidel Herrrera Beltrán, ayer publicitó en medios impresos y electrónicos su fotografía, que orienta su actual preferencia política por la ideología del PAN.
La institucionalidad del empresario Velasco Chedraui, quien en pasadas oportunidades políticas vistió la camiseta tricolor, ahora cambia de ruta y saltándose a la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional, que lo llevó al palacio municipal de la Atenas Veracruzana y al Congreso del Estado, pareciera que él ya definió una alianza que apenas estaría por concretarse; David Velasco ya dio por hecho que él es el elegido para abanderar la unión entre el PRI y el PAN. La pregunta de los fieles militantes y simpatizantes del PRI es si el autopromovido David Velasco Chedraui tiene la fuerza para ganar por sí solo la próxima elección municipal, sin haber demostrado hasta hoy la capacidad de convocatoria para que los futuros votantes comprometan el sufragio a su favor, pues no se conoce con qué compromisos de obras y servicios públicos para los xalapeños pueda generar la confianza de quienes hoy padecen la ineficacia gubernamental del actual alcalde y los miembros de su partido, Morena, formados ideológicamente en todos los partidos previamente creados y que hoy se encuentran en la mezcla de intereses denominada la 4T. El retroceso nacional por el cambio de semáforo en la pandemia, de color amarillo a naranja y ahora posiblemente a rojo, ha depauperado a los xalapeños por el cierre de negocios, cancelación de empleos, encarecimiento y escasez de medicamentos, y muertes muy sentidas de familiares y amigos.
Los fracasos económicos, sociales, y la ingobernabilidad a la que nos ha llevado Morena sólo terminarán con su derrota en las urnas el próximo 6 de junio de 2021, que dependerá de una alianza entre el PRI, PAN y PRD, postulando candidatos capaces y dispuestos a dar hasta la vida por salvar la patria.
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