/ lunes 29 de noviembre de 2021

Escalofriante 2022

La realidad que vivimos nos está, de nueva cuenta, generando pesadillas que creíamos estábamos superando. Las malas noticias corren a lo largo y ancho de México y el mundo, ensombreciendo el ánimo que traíamos para festejar la Navidad y el Año Nuevo con nuestras familias.

Justo cuando creíamos que el coronavirus estaba controlado, y que nuestras actividades laborales-sociales-culturales-deportivas se irían normalizando, nos llega el miércoles 24 la noticia de Ómicron, una variante identificada en Sudáfrica, clasificada por la Organización Mundial de la Salud como “una variante de preocupación”, misma que ya fue detectada en varios países de Europa.

¡Sí, sucede que tendremos otra pandemia dentro de la misma pandemia! Esta peste que nos cambió el mundo que solíamos tener, y que atendiendo las primeras aseveraciones del mundo científico es peligrosísima por su altísima transmisibilidad. Algunos estiman que es 500 veces más contagiosa que la original, lo que se traduciría que en un tiempo corto provocará muchas infecciones.

Nos ponen ejemplos: si una persona contagiaba a dos con el virus de Wuhan, y Delta a nueve, Ómicron podría hacerlo con alrededor de 20, aunque la mayor preocupación que tienen los científicos es la enorme cantidad de mutaciones en la proteína “S” (espícula), que podría pulverizar la inmunidad generada por infección previa, o por las vacunas creadas hace ya 18 meses, lo que se traduciría, de corroborarse, en una grave amenaza para la humanidad.

Al momento que usted está leyendo este artículo, ya varias naciones han cerrado sus fronteras, tratando de controlar de esa forma este nuevo coronavirus, independientemente de reanudar las medidas de confinamiento que se aplicaron en todo el mundo al inicio de 2020 (aunque acá el encargado de dictarlas y poner el ejemplo, esté citando esta misma semana a una magna concentración de miles de gentes, que no guardarán la sana distancia ni llevarán todos el cubrebocas).

Las últimas semanas de este 2021 serán trascendentales para tener mucho mayor información científica sobre Ómicron y el futuro que nos espera con sus efectos, que podrían conducirnos a un nuevo confinamiento riguroso, aunque el célebre Gatell y su jefe digan lo contrario, como ya es costumbre en este país del “al revés”.

PD.- Guarde el poco, mediano o mucho aguinaldo que le llegue, porque independientemente del negro panorama que le acabo de exponer sobre Ómicron, le comento que la inflación está desatada, que en las últimas semanas los aumentos a las mercancías van del 30 al 70%. Han subido el frijol, aceite, carne, atún, arroz, pastas, agua, galletas, tortillas, pan tostado, manteca, carne de res, de cerdo y pollo; garrafón de agua, mayonesa, aderezos, quesos, etc., de acuerdo con los datos de la Profeco.

Si es usted cuidadoso(a) con ese aguinaldo, le alcanzará para degustar una aceptable cena navideña o de Año Nuevo, pero hágase la idea de que la cuesta de enero será terrible, de pesadilla, a pesar de lo que escuche como publicidad gubernamental en la radio, televisión y redes sociales. ¡El bolsillo no miente!

plazacaracol@hotmail.com

TW: HELÍHERRERA.es

La realidad que vivimos nos está, de nueva cuenta, generando pesadillas que creíamos estábamos superando. Las malas noticias corren a lo largo y ancho de México y el mundo, ensombreciendo el ánimo que traíamos para festejar la Navidad y el Año Nuevo con nuestras familias.

Justo cuando creíamos que el coronavirus estaba controlado, y que nuestras actividades laborales-sociales-culturales-deportivas se irían normalizando, nos llega el miércoles 24 la noticia de Ómicron, una variante identificada en Sudáfrica, clasificada por la Organización Mundial de la Salud como “una variante de preocupación”, misma que ya fue detectada en varios países de Europa.

¡Sí, sucede que tendremos otra pandemia dentro de la misma pandemia! Esta peste que nos cambió el mundo que solíamos tener, y que atendiendo las primeras aseveraciones del mundo científico es peligrosísima por su altísima transmisibilidad. Algunos estiman que es 500 veces más contagiosa que la original, lo que se traduciría que en un tiempo corto provocará muchas infecciones.

Nos ponen ejemplos: si una persona contagiaba a dos con el virus de Wuhan, y Delta a nueve, Ómicron podría hacerlo con alrededor de 20, aunque la mayor preocupación que tienen los científicos es la enorme cantidad de mutaciones en la proteína “S” (espícula), que podría pulverizar la inmunidad generada por infección previa, o por las vacunas creadas hace ya 18 meses, lo que se traduciría, de corroborarse, en una grave amenaza para la humanidad.

Al momento que usted está leyendo este artículo, ya varias naciones han cerrado sus fronteras, tratando de controlar de esa forma este nuevo coronavirus, independientemente de reanudar las medidas de confinamiento que se aplicaron en todo el mundo al inicio de 2020 (aunque acá el encargado de dictarlas y poner el ejemplo, esté citando esta misma semana a una magna concentración de miles de gentes, que no guardarán la sana distancia ni llevarán todos el cubrebocas).

Las últimas semanas de este 2021 serán trascendentales para tener mucho mayor información científica sobre Ómicron y el futuro que nos espera con sus efectos, que podrían conducirnos a un nuevo confinamiento riguroso, aunque el célebre Gatell y su jefe digan lo contrario, como ya es costumbre en este país del “al revés”.

PD.- Guarde el poco, mediano o mucho aguinaldo que le llegue, porque independientemente del negro panorama que le acabo de exponer sobre Ómicron, le comento que la inflación está desatada, que en las últimas semanas los aumentos a las mercancías van del 30 al 70%. Han subido el frijol, aceite, carne, atún, arroz, pastas, agua, galletas, tortillas, pan tostado, manteca, carne de res, de cerdo y pollo; garrafón de agua, mayonesa, aderezos, quesos, etc., de acuerdo con los datos de la Profeco.

Si es usted cuidadoso(a) con ese aguinaldo, le alcanzará para degustar una aceptable cena navideña o de Año Nuevo, pero hágase la idea de que la cuesta de enero será terrible, de pesadilla, a pesar de lo que escuche como publicidad gubernamental en la radio, televisión y redes sociales. ¡El bolsillo no miente!

plazacaracol@hotmail.com

TW: HELÍHERRERA.es