/ jueves 10 de marzo de 2022

Honor a quien honor merece; hombre honesto y capaz

Buen día, apreciado lector. Antes de ir al tema del que le quiero hablar, permita hacer referencia a un afamado servidor público del Ejecutivo del estado.

Se trata de secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien si bien tampoco parece afecto al trato con la prensa, merece se destaque la reconsideración de su imagen pública, luego que tras llamativa acción en Puebla, la Fiscalía del Estado logra exculparlo de tendencioso señalamiento, al detener a “su sobrino”, ese que con algún grupo de malandros, como se difundió no hace mucho, pretendió enlodarlo.

Pasando al tema principal, vale argüir que don Raúl Pimentel Murrieta, hoy en trance de magistrado en retiro, debió alguna vez haber sido presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, y ya no podrá ser.

Era para que le hubieran rogado aceptarlo; es un gran ser humano: sensible, honesto a carta cabal, capaz, profesional, maestro de maestros que se preparó con esmero y con ansias de superación. Estudió leyes aquí en la UV, de donde logró ser distinguido y admirado catedrático. En el Poder Judicial inició como escribiente; es verdaderamente un veracruzano ejemplar.

Su amigo, el extitular del Poder Judicial, Alberto Sosa Hernández, le hizo llegar su satisfacción “de haber coincidido en el lugar donde tanto tiempo convivimos, compartimos angustias, alegrías y satisfacciones, enfrentamos frecuentemente retos, que por fortuna logramos sortear y el más grato placer de colmar nuestros sueños y en esta ocasión ser testigo de que usted ha dejado una huella indeleble en ese sagrado lugar en donde se esforzó valientemente por estar siempre al filo de la navaja emitiendo una serie de resoluciones que serán recordadas por todos aquellos que incursionen dentro de esta actividad que nos tocó desplegar”.

Honor a quien honor merece.

Buen día, apreciado lector. Antes de ir al tema del que le quiero hablar, permita hacer referencia a un afamado servidor público del Ejecutivo del estado.

Se trata de secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien si bien tampoco parece afecto al trato con la prensa, merece se destaque la reconsideración de su imagen pública, luego que tras llamativa acción en Puebla, la Fiscalía del Estado logra exculparlo de tendencioso señalamiento, al detener a “su sobrino”, ese que con algún grupo de malandros, como se difundió no hace mucho, pretendió enlodarlo.

Pasando al tema principal, vale argüir que don Raúl Pimentel Murrieta, hoy en trance de magistrado en retiro, debió alguna vez haber sido presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, y ya no podrá ser.

Era para que le hubieran rogado aceptarlo; es un gran ser humano: sensible, honesto a carta cabal, capaz, profesional, maestro de maestros que se preparó con esmero y con ansias de superación. Estudió leyes aquí en la UV, de donde logró ser distinguido y admirado catedrático. En el Poder Judicial inició como escribiente; es verdaderamente un veracruzano ejemplar.

Su amigo, el extitular del Poder Judicial, Alberto Sosa Hernández, le hizo llegar su satisfacción “de haber coincidido en el lugar donde tanto tiempo convivimos, compartimos angustias, alegrías y satisfacciones, enfrentamos frecuentemente retos, que por fortuna logramos sortear y el más grato placer de colmar nuestros sueños y en esta ocasión ser testigo de que usted ha dejado una huella indeleble en ese sagrado lugar en donde se esforzó valientemente por estar siempre al filo de la navaja emitiendo una serie de resoluciones que serán recordadas por todos aquellos que incursionen dentro de esta actividad que nos tocó desplegar”.

Honor a quien honor merece.