/ sábado 28 de diciembre de 2019

Justo, nuevas tarifas y buen servicio de transporte

En realidad sí hay necesidad de incrementar el precio del pasaje en el servicio urbano de transporte, y de taxis.

Pero también retirar las chatarras que circulan por las calles de Veracruz y cancelar licencias a todos los choferes que al conducir con temeridad ponen en peligro la vida de los transeúntes y de los automovilistas, por eso tantos casos de muerte por atropellamiento, en cuyo caso las autoridades por extrañas razones no aplican la ley con todo el rigor que se requiere, fincándole al conductor responsabilidad por homicidio doloso, sin alcanzar libertad bajo fianza, no de tipo imprudencial como se ha venido clasificando en la mayoría de los casos, y sanciones administrativas a los dueños de esos vehículos involucrados en accidentes viales.

Es imperativo hacerlo y poner fin a la impunidad. Desde luego que se entiende que han subido las refacciones, los combustibles y gastos operativos de quienes se dedican a este negocio, y ya tienen varios años que siguen con el mismo costo del viaje. Eso puede entenderse, con toda certeza, por los usuarios del SU; sin embargo, también debe ser un servicio satisfactorio, eficiente y seguro, que en la actualidad no se cumple salvo en muy contados casos, en rutas ejemplares como son la línea Boca del Río que ofrecen hasta clima acondicionado, Ruta 85 y en parte la de Miguel Alemán.

Fuera de éstas, y las que más quejas acumula es la Norte-Sur, que recorre de punto a punto Veracruz-Boca del Río, a la que hasta ahora no hay autoridad que pueda detener sus excesos de operadores sucios y mal vestidos, que juegan carreras para ganarse el pasaje y traen prendidos sus estéreos en alto volumen.

Si los concesionarios del transporte urbano de pasajeros piden lo justo, aumento de uno o dos pesos al costo del boleto para pasar de 9 a 10 u 11 pesos, también deben entender que eso mismo merecen los pasajeros: un buen servicio. Ese aumento debe concederse, pero sujeto a que antes sean retirados los camiones chatarra adquiridos de segunda mano en el Estado de México u otras ciudades del país donde ya fueron desechados.

¿Es justo que en Veracruz circulen esas unidades viejas y peligrosas que en otros sitios fueron excluidas del servicio? Esos vehículos vienen a ser como los famosos “autos chocolates” que causan baja en el vecino país de Estados Unidos y con aparentes bajos precios se traen a México sólo a provocar contaminación. Otro caso es el de los taxis. Tienen más de una década sin que renueven tarifas, y eso provoca infinidad de abusos.

La carrera mínima que está tasada en 20 y 22 pesos sigue vigente en los tarjetones oficiales, pero ya no es aplicable; en tal circunstancia, las propias organizaciones o taxistas libres ponen sus propias tarifas: 35 y 40 pesos el viaje en corta distancia, así sean 5, 6 o 20 cuadras, y en el resto de los recorridos ya es con precio convencional, a lo que deben someterse los usuarios, bajo el riesgo de que al llegar quieran cobrar lo que les venga en gana, “usted no preguntó el costo”, es el argumento.

Quién sabe si estén en complicidad con los agentes de Tránsito, pero eso es cosa de todos los días. Esto también es necesario corregirlo, determinar tarifas, en vez de que los funcionarios de esa dependencia sigan aplicando cuotas, o rascándose la panza y esperar a que llegue el día de pago de la quincena. Esperemos.

BUENOS DESEOS PARA 2020

No va a cambiar mucho la situación en el país en 2020, no es cosa de magia, seguirá la violencia, la pobreza, el desempleo y muchos otros males, pero en la medida de lo posible nuestro deseo es que sea un mejor año que el que concluye, que fue sumamente difícil para la mayoría de los veracruzanos y mexicanos. Un gran abrazo para usted y su familia.

opedro2006@gmail.com

En realidad sí hay necesidad de incrementar el precio del pasaje en el servicio urbano de transporte, y de taxis.

Pero también retirar las chatarras que circulan por las calles de Veracruz y cancelar licencias a todos los choferes que al conducir con temeridad ponen en peligro la vida de los transeúntes y de los automovilistas, por eso tantos casos de muerte por atropellamiento, en cuyo caso las autoridades por extrañas razones no aplican la ley con todo el rigor que se requiere, fincándole al conductor responsabilidad por homicidio doloso, sin alcanzar libertad bajo fianza, no de tipo imprudencial como se ha venido clasificando en la mayoría de los casos, y sanciones administrativas a los dueños de esos vehículos involucrados en accidentes viales.

Es imperativo hacerlo y poner fin a la impunidad. Desde luego que se entiende que han subido las refacciones, los combustibles y gastos operativos de quienes se dedican a este negocio, y ya tienen varios años que siguen con el mismo costo del viaje. Eso puede entenderse, con toda certeza, por los usuarios del SU; sin embargo, también debe ser un servicio satisfactorio, eficiente y seguro, que en la actualidad no se cumple salvo en muy contados casos, en rutas ejemplares como son la línea Boca del Río que ofrecen hasta clima acondicionado, Ruta 85 y en parte la de Miguel Alemán.

Fuera de éstas, y las que más quejas acumula es la Norte-Sur, que recorre de punto a punto Veracruz-Boca del Río, a la que hasta ahora no hay autoridad que pueda detener sus excesos de operadores sucios y mal vestidos, que juegan carreras para ganarse el pasaje y traen prendidos sus estéreos en alto volumen.

Si los concesionarios del transporte urbano de pasajeros piden lo justo, aumento de uno o dos pesos al costo del boleto para pasar de 9 a 10 u 11 pesos, también deben entender que eso mismo merecen los pasajeros: un buen servicio. Ese aumento debe concederse, pero sujeto a que antes sean retirados los camiones chatarra adquiridos de segunda mano en el Estado de México u otras ciudades del país donde ya fueron desechados.

¿Es justo que en Veracruz circulen esas unidades viejas y peligrosas que en otros sitios fueron excluidas del servicio? Esos vehículos vienen a ser como los famosos “autos chocolates” que causan baja en el vecino país de Estados Unidos y con aparentes bajos precios se traen a México sólo a provocar contaminación. Otro caso es el de los taxis. Tienen más de una década sin que renueven tarifas, y eso provoca infinidad de abusos.

La carrera mínima que está tasada en 20 y 22 pesos sigue vigente en los tarjetones oficiales, pero ya no es aplicable; en tal circunstancia, las propias organizaciones o taxistas libres ponen sus propias tarifas: 35 y 40 pesos el viaje en corta distancia, así sean 5, 6 o 20 cuadras, y en el resto de los recorridos ya es con precio convencional, a lo que deben someterse los usuarios, bajo el riesgo de que al llegar quieran cobrar lo que les venga en gana, “usted no preguntó el costo”, es el argumento.

Quién sabe si estén en complicidad con los agentes de Tránsito, pero eso es cosa de todos los días. Esto también es necesario corregirlo, determinar tarifas, en vez de que los funcionarios de esa dependencia sigan aplicando cuotas, o rascándose la panza y esperar a que llegue el día de pago de la quincena. Esperemos.

BUENOS DESEOS PARA 2020

No va a cambiar mucho la situación en el país en 2020, no es cosa de magia, seguirá la violencia, la pobreza, el desempleo y muchos otros males, pero en la medida de lo posible nuestro deseo es que sea un mejor año que el que concluye, que fue sumamente difícil para la mayoría de los veracruzanos y mexicanos. Un gran abrazo para usted y su familia.

opedro2006@gmail.com