/ jueves 14 de octubre de 2021

La carrera interna de Morena en Veracruz 

Quien piense que en el marco de la sucesión por la gubernatura, la secretaria de Energía del Gobierno Federal, Rocío Nahle García, entrará a Veracruz como cuchillo en mantequilla podría llevarse una sorpresa.

Al interior de Morena, los diferentes grupos que coexisten en el partido en el poder se disputarán la posición, sin importar que la línea desde Palacio de Gobierno sea clara y favorezca a la zacatecana radicada desde hace un par de décadas en Coatzacoalcos.

En Veracruz, no faltará quien en los próximos tres años espere y hasta anhele la caída de Nahle y su fracaso al frente de los proyectos estratégicos impulsados desde Presidencia.

Sin embargo, hasta hoy la senadora con licencia por Veracruz se mantiene como la carta más fuerte de su partido para conservar la gubernatura del Estado.

Nadie es más cercano al presidente en la entidad que la poderosa titular de Sener, quien está a cargo de uno de los proyectos más importantes del lopezobradorismo: la refinería de Dos Bocas. Si en esa empresa fracasa, su candidatura podría tambalearse; pero si por el contrario, logra salir adelante, difícilmente alguien podría disputarle la candidatura para suceder a Cuitláhuac García.

Por otro lado, a pesar de ser puntera en la carrera por la candidatura, otros nombres al interior de Morena comienzan a moverse; es el caso, por ejemplo, del diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, originario de Minatitlán, quien actualmente preside la Cámara Baja.

Gutiérrez Luna ha comenzado desde hace unas semanas a fortalecer su presencia en Veracruz y no se puede descartar su inclusión en la carrera al 2024, como bateador emergente.

Al interior del grupo identificado con el actual ejecutivo veracruzano, con seguridad habrá consenso para impulsar a uno de los integrantes del gabinete estatal; los únicos dos que podrían dar ese salto son los secretarios de Gobierno y de Educación, Eric Cisneros y Zenyazen Escobar, respectivamente.

Otro factor de peso en esa contienda interna, al interior del Movimiento, es el delegado de Bienestar, Manuel Huerta, quien tiene como principal arma el control de una impresionante estructura, una maquinaria político-electoral, los llamados servidores de la Nación, las personas que son el primer contacto de la Federación con la población y quienes gestionan y entregan los apoyos a los beneficiarios de los programas asistenciales.

Hasta hoy, la relación entre todos los grupos internos de Morena ha sido tersa, respetuosa, pero conforme avance el tiempo y se acerque el 2024, las zancadillas y los golpes bajos podrían estar a la orden del día.

Lo cierto es que al observar el nivel que tienen las fuerzas políticas opositoras a Morena, y al considerar el reciente resultado electoral, será muy difícil que PAN, PRD y PRI logren construir una opción competitiva para enfrentar al Movimiento, convertido ahora en el nuevo partido aplanadora.

La única posibilidad que tiene la oposición para competir sería una gran suma de fuerzas que incluya a PAN, PRD, PRI y MC; y probablemente ni siquiera así consigan su objetivo en 2024; de tal manera que sin importar el nombre de su candidato, parece que Morena mantendrá Veracruz, al menos hasta 2030. @luisromero85

Quien piense que en el marco de la sucesión por la gubernatura, la secretaria de Energía del Gobierno Federal, Rocío Nahle García, entrará a Veracruz como cuchillo en mantequilla podría llevarse una sorpresa.

Al interior de Morena, los diferentes grupos que coexisten en el partido en el poder se disputarán la posición, sin importar que la línea desde Palacio de Gobierno sea clara y favorezca a la zacatecana radicada desde hace un par de décadas en Coatzacoalcos.

En Veracruz, no faltará quien en los próximos tres años espere y hasta anhele la caída de Nahle y su fracaso al frente de los proyectos estratégicos impulsados desde Presidencia.

Sin embargo, hasta hoy la senadora con licencia por Veracruz se mantiene como la carta más fuerte de su partido para conservar la gubernatura del Estado.

Nadie es más cercano al presidente en la entidad que la poderosa titular de Sener, quien está a cargo de uno de los proyectos más importantes del lopezobradorismo: la refinería de Dos Bocas. Si en esa empresa fracasa, su candidatura podría tambalearse; pero si por el contrario, logra salir adelante, difícilmente alguien podría disputarle la candidatura para suceder a Cuitláhuac García.

Por otro lado, a pesar de ser puntera en la carrera por la candidatura, otros nombres al interior de Morena comienzan a moverse; es el caso, por ejemplo, del diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, originario de Minatitlán, quien actualmente preside la Cámara Baja.

Gutiérrez Luna ha comenzado desde hace unas semanas a fortalecer su presencia en Veracruz y no se puede descartar su inclusión en la carrera al 2024, como bateador emergente.

Al interior del grupo identificado con el actual ejecutivo veracruzano, con seguridad habrá consenso para impulsar a uno de los integrantes del gabinete estatal; los únicos dos que podrían dar ese salto son los secretarios de Gobierno y de Educación, Eric Cisneros y Zenyazen Escobar, respectivamente.

Otro factor de peso en esa contienda interna, al interior del Movimiento, es el delegado de Bienestar, Manuel Huerta, quien tiene como principal arma el control de una impresionante estructura, una maquinaria político-electoral, los llamados servidores de la Nación, las personas que son el primer contacto de la Federación con la población y quienes gestionan y entregan los apoyos a los beneficiarios de los programas asistenciales.

Hasta hoy, la relación entre todos los grupos internos de Morena ha sido tersa, respetuosa, pero conforme avance el tiempo y se acerque el 2024, las zancadillas y los golpes bajos podrían estar a la orden del día.

Lo cierto es que al observar el nivel que tienen las fuerzas políticas opositoras a Morena, y al considerar el reciente resultado electoral, será muy difícil que PAN, PRD y PRI logren construir una opción competitiva para enfrentar al Movimiento, convertido ahora en el nuevo partido aplanadora.

La única posibilidad que tiene la oposición para competir sería una gran suma de fuerzas que incluya a PAN, PRD, PRI y MC; y probablemente ni siquiera así consigan su objetivo en 2024; de tal manera que sin importar el nombre de su candidato, parece que Morena mantendrá Veracruz, al menos hasta 2030. @luisromero85