/ lunes 23 de mayo de 2022

La crisis del agua

Desde su creación en 2015, GrupoMAS ha sido un dolor de cabeza para miles de usuarios del servicio domiciliario de agua, cuya distribución se entregó a las empresas Aguas de Barcelona (de capital español) y Odebrecht Ambiental (de origen brasileño), no sólo por deficiente, caro y abusivo, sino la crítica escasez que se padece en la época de mayor calor como la actual, por el estiaje. Una idea de este padecimiento es que, al momento, las plantas derivadoras del río Jamapa han parado operaciones y afecta a más de 80 colonias, que, según la prestadora, lo hace por días y horas, aunque los consumidores de colonias populares se han encargado de desmentirla al denunciar que, en realidad, llevan tres semana sin dotación del vital líquido, o en fraccionamientos como el Reforma, hasta casi una semana. La empresa surte insuficientemente con pipas, o con cuatro centros de autoabastecimiento con entregas inverosímiles de 50 litros máximo por persona. En parte, la situación se debe a la baja del caudal, de hasta un 55%, de ese río que nace en el Pico de Orizaba, pero que no se justifica si se considera su obligación de entregar el agua que cobra, para lo cual debe encontrar nuevas fuentes de abastecimiento. Una de las condiciones del contrato que firmó GrupoMAS fue la de invertir miles de millones de pesos en infraestructura para la captación de agua y sustitución y ampliación de las redes distribuidoras, pero a juzgar por la crítica situación, ni siquiera tiene en óptimo funcionamiento la batería de pozos profundos que recibió del prestador anterior, con que siempre había complementado la demanda del líquido. Nada de esto mueve a las autoridades a exigir una solución, del ámbito municipal ni estatal. Eso pasó con el PRI en el poder, a quien se debe este grandísimo error de otorgar en concesión ese servicio esencial, e igual con el PAN que ha sido omiso en responder a las demandas de los ciudadanos. Vaya, ni siquiera los gobiernos estatal y federal de MORENA, sus diputados en el Congreso del estado y federal, más de allá de sus declaraciones vacías, han ofrecido resultados tangibles, ya no para cancelar ese contrato leonino por desinterés o, paradójicamente por intereses políticos o económicos, sino solamente para meter en cintura a GrupoMAS. Ea es la razón por lo que la sociedad civil se moviliza con protestas, como la que organiza para el próximo domingo 29 el Movimiento Civil Independiente (MOCI) que encabeza Oliver Olmos Cabrera, en contra del desabasto del vital líquido de forma continua, salubre, aceptable y asequible, además que haya una bonificación en el cobro del servicio por esa falta agua, modificación de la política tarifaria en la zona metropolitana y en exigencia de una auditoría a la concesionaria. A esas irregularidades, se suma el abuso de GrupoMAS que ha elevado sus tarifas domiciliarias arbitrariamente al aplicar cobros por los metros cuadrados de construcción donde se encuentre instalada la toma, sin considerar si sólo hay una o dos personas habitando la vivienda; tienen la opción de solicitar la instalación de un medidor recomendable para ese tipo de consumidores, sólo que al hacerlo tendrían que pagar ese aparato en miles de pesos que se cobra en fracciones en sus recibos de consumo mensuales.

mail:

opedro2006@gmail.com

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Desde su creación en 2015, GrupoMAS ha sido un dolor de cabeza para miles de usuarios del servicio domiciliario de agua, cuya distribución se entregó a las empresas Aguas de Barcelona (de capital español) y Odebrecht Ambiental (de origen brasileño), no sólo por deficiente, caro y abusivo, sino la crítica escasez que se padece en la época de mayor calor como la actual, por el estiaje. Una idea de este padecimiento es que, al momento, las plantas derivadoras del río Jamapa han parado operaciones y afecta a más de 80 colonias, que, según la prestadora, lo hace por días y horas, aunque los consumidores de colonias populares se han encargado de desmentirla al denunciar que, en realidad, llevan tres semana sin dotación del vital líquido, o en fraccionamientos como el Reforma, hasta casi una semana. La empresa surte insuficientemente con pipas, o con cuatro centros de autoabastecimiento con entregas inverosímiles de 50 litros máximo por persona. En parte, la situación se debe a la baja del caudal, de hasta un 55%, de ese río que nace en el Pico de Orizaba, pero que no se justifica si se considera su obligación de entregar el agua que cobra, para lo cual debe encontrar nuevas fuentes de abastecimiento. Una de las condiciones del contrato que firmó GrupoMAS fue la de invertir miles de millones de pesos en infraestructura para la captación de agua y sustitución y ampliación de las redes distribuidoras, pero a juzgar por la crítica situación, ni siquiera tiene en óptimo funcionamiento la batería de pozos profundos que recibió del prestador anterior, con que siempre había complementado la demanda del líquido. Nada de esto mueve a las autoridades a exigir una solución, del ámbito municipal ni estatal. Eso pasó con el PRI en el poder, a quien se debe este grandísimo error de otorgar en concesión ese servicio esencial, e igual con el PAN que ha sido omiso en responder a las demandas de los ciudadanos. Vaya, ni siquiera los gobiernos estatal y federal de MORENA, sus diputados en el Congreso del estado y federal, más de allá de sus declaraciones vacías, han ofrecido resultados tangibles, ya no para cancelar ese contrato leonino por desinterés o, paradójicamente por intereses políticos o económicos, sino solamente para meter en cintura a GrupoMAS. Ea es la razón por lo que la sociedad civil se moviliza con protestas, como la que organiza para el próximo domingo 29 el Movimiento Civil Independiente (MOCI) que encabeza Oliver Olmos Cabrera, en contra del desabasto del vital líquido de forma continua, salubre, aceptable y asequible, además que haya una bonificación en el cobro del servicio por esa falta agua, modificación de la política tarifaria en la zona metropolitana y en exigencia de una auditoría a la concesionaria. A esas irregularidades, se suma el abuso de GrupoMAS que ha elevado sus tarifas domiciliarias arbitrariamente al aplicar cobros por los metros cuadrados de construcción donde se encuentre instalada la toma, sin considerar si sólo hay una o dos personas habitando la vivienda; tienen la opción de solicitar la instalación de un medidor recomendable para ese tipo de consumidores, sólo que al hacerlo tendrían que pagar ese aparato en miles de pesos que se cobra en fracciones en sus recibos de consumo mensuales.

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opedro2006@gmail.com

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