/ miércoles 22 de junio de 2022

La inseguridad veracruzana

Caso curioso es el de Veracruz en materia de violencia e inseguridad: en marzo se registraron en la entidad 78 homicidios dolosos; el mismo número en abril y también en mayo. En tres meses, 234 asesinatos. Y aunque la tendencia no presente reducción alguna, al menos no se han disparado los indicadores; de hecho se han reducido de manera significativa, comparando este año con los anteriores.

El Sistema Nacional de Seguridad Pública dio a conocer el pasado lunes las cifras de la incidencia delictiva durante el quinto mes del año. Destaca que este periodo es el segundo en 2022 en rebasar los 8 mil delitos: 78 homicidios dolosos; casi 700 lesiones dolosas –el número más alto de 2022–; 5 feminicidios; 3 secuestros; y mil 648 robos.

Durante mayo, de acuerdo con el más reciente reporte oficial, 8 mil veracruzanos denunciaron haber sido víctimas de la delincuencia, contando los delitos contra la vida y la integridad corporal; contra la libertad persona; contra la seguridad sexual; contra la familia; y contra el patrimonio de las personas.

La entidad acumuló en los primeros cinco meses del año 372 homicidios dolosos; 36 feminicidios; 17 secuestros; y más de 8 mil 500 robos. Además, casi 2 mil robos a negocios, la mayoría de los cuales se registraron con violencia; así como 2 mil 340 robos de autos.

En el tema del homicidio doloso, las cifras de los primeros cinco meses del presente año en Veracruz son muy inferiores a las registradas en 2021; 372 en 2022; y 499 en 2021; es decir, en un año el número de casos bajó en casi 25 por ciento; aun así, se trata de cifras preocupantes, sobre todo considerando el impacto de la nota roja que tiene su origen en territorio estatal.

Los asesinatos dolosos y las desapariciones de personas no cesan en Veracruz.

Este lunes, por ejemplo, trascendió el hallazgo de otra fosa clandestina en la entidad, concretamente en la comunidad Juan de Alfaro, municipio de Medellín de Bravo, muy cerca de la carretera federal Veracruz-Córdoba. Este punto se ubica a unos 30 minutos, poco más de 42 kilómetros de Arbolillo, Alvarado, considerada hasta como como una de las fosas más grandes encontradas en el país.

Esta nueva fosa movilizó a las comisiones de búsqueda y a los colectivos de familiares de personas desaparecidas, que por razones comprensibles no han cesado en sus esfuerzos por intentar localizar a las víctimas de desaparición en la entidad.

Es el enésimo hallazgo de una fosa clandestina en Veracruz.

Por otro lado, los hechos violentos, sangrientos, no se han frenado, a pesar de que las estadísticas oficiales –armadas a partir de las carpetas de investigación que integra la fiscalía estatal– consignan un avance en materia de homicidio doloso en Veracruz.

Hace cuatro años, el promedio mensual de asesinatos en la entidad era de 4 casos; en 2021 fue de 3; y en los últimos 3 meses la cifra bajó a 2.6; es decir, hay un avance importante; aun así, se trata de 18 personas víctimas de homicidio cada semana en el estado; es un número muy algo en un estado en el que la población perdió la tranquilidad desde hace poco más de una década.

Caso curioso es el de Veracruz en materia de violencia e inseguridad: en marzo se registraron en la entidad 78 homicidios dolosos; el mismo número en abril y también en mayo. En tres meses, 234 asesinatos. Y aunque la tendencia no presente reducción alguna, al menos no se han disparado los indicadores; de hecho se han reducido de manera significativa, comparando este año con los anteriores.

El Sistema Nacional de Seguridad Pública dio a conocer el pasado lunes las cifras de la incidencia delictiva durante el quinto mes del año. Destaca que este periodo es el segundo en 2022 en rebasar los 8 mil delitos: 78 homicidios dolosos; casi 700 lesiones dolosas –el número más alto de 2022–; 5 feminicidios; 3 secuestros; y mil 648 robos.

Durante mayo, de acuerdo con el más reciente reporte oficial, 8 mil veracruzanos denunciaron haber sido víctimas de la delincuencia, contando los delitos contra la vida y la integridad corporal; contra la libertad persona; contra la seguridad sexual; contra la familia; y contra el patrimonio de las personas.

La entidad acumuló en los primeros cinco meses del año 372 homicidios dolosos; 36 feminicidios; 17 secuestros; y más de 8 mil 500 robos. Además, casi 2 mil robos a negocios, la mayoría de los cuales se registraron con violencia; así como 2 mil 340 robos de autos.

En el tema del homicidio doloso, las cifras de los primeros cinco meses del presente año en Veracruz son muy inferiores a las registradas en 2021; 372 en 2022; y 499 en 2021; es decir, en un año el número de casos bajó en casi 25 por ciento; aun así, se trata de cifras preocupantes, sobre todo considerando el impacto de la nota roja que tiene su origen en territorio estatal.

Los asesinatos dolosos y las desapariciones de personas no cesan en Veracruz.

Este lunes, por ejemplo, trascendió el hallazgo de otra fosa clandestina en la entidad, concretamente en la comunidad Juan de Alfaro, municipio de Medellín de Bravo, muy cerca de la carretera federal Veracruz-Córdoba. Este punto se ubica a unos 30 minutos, poco más de 42 kilómetros de Arbolillo, Alvarado, considerada hasta como como una de las fosas más grandes encontradas en el país.

Esta nueva fosa movilizó a las comisiones de búsqueda y a los colectivos de familiares de personas desaparecidas, que por razones comprensibles no han cesado en sus esfuerzos por intentar localizar a las víctimas de desaparición en la entidad.

Es el enésimo hallazgo de una fosa clandestina en Veracruz.

Por otro lado, los hechos violentos, sangrientos, no se han frenado, a pesar de que las estadísticas oficiales –armadas a partir de las carpetas de investigación que integra la fiscalía estatal– consignan un avance en materia de homicidio doloso en Veracruz.

Hace cuatro años, el promedio mensual de asesinatos en la entidad era de 4 casos; en 2021 fue de 3; y en los últimos 3 meses la cifra bajó a 2.6; es decir, hay un avance importante; aun así, se trata de 18 personas víctimas de homicidio cada semana en el estado; es un número muy algo en un estado en el que la población perdió la tranquilidad desde hace poco más de una década.