/ lunes 7 de septiembre de 2020

La lucha de Ahued, Indira y Nahle

Dos de los tres senadores veracruzanos han reclamado al gobierno federal reducir las altas tarifas domésticas y comerciales que aplica la CFE en el estado de Veracruz...

Las más caras del país, a decir de Ricardo Ahued Bardehuil, y que se otorgue el mismo trato que dio el presidente Andrés Manuel López Obrador a su natal Tabasco, donde perdonó 11 mil millones de pesos de adeudo a 520 mil usuarios morosos y se determinó aplicar la tarifa 1F que se otorga a localidades con una temperatura media mensual en verano de 33 grados centígrados. La petición tiene fundamento: la entidad genera más de 38 mil Gigawatts/hora en las plantas hidroeléctricas, termoeléctricas y la única central nucleoeléctrica del país que operan en nuestro territorio, de lo cual sólo ocupa una tercera parte y el excedente de esa energía se envía los consumidores de otras partes de la República; pero además, por las condiciones de calor en la mayor parte de la entidad, el uso de aparatos de climatización es una necesidad básica de la población. La Comisión Federal de Electricidad ni la Secretaría de Energía a cargo de Rocío Nahle García, zacatecana que aspira ser gobernadora de Veracruz y de quien depende esa empresa productiva del estado, no han dado respuesta satisfactoria a esta demanda, , para sacudirse la responsabilidad de escuchar y atender a quienes los llevaron al poder, se recurre al argumento de que se trata de un asunto político, y probablemente lo sea, pero la realidad innegable es que Veracruz recibe un trato diferente y hasta discriminatorio cuando el titular del Ejecutivo federal privilegia a sus ‘hermanos’ tabasqueños y niega ese mismo beneficio a sus paisanos políticos, a quienes trata como ‘hermanastros’. Sirva de referencia que la petición ha sido promovida, hace años y no sólo ahora durante el gobierno de la 4T, por ciudadanos y empresarios que tienen que enfrentar la pesada carga bimestral del pago de consumo eléctrico, cuyos montos se elevaron hasta en un 100% desde 2018. La industria turística es uno de los sectores más afectados, hoteleros y restauranteros principalmente, de la que dependen miles de familias. A eso se han referido últimamente el propio senador Ricardo Ahued Bardehuil, del mismo partido Morena que gobierna en la República, y de la senadora Indira Rosales San Román, del PAN. Ambos coinciden en que “no hay interés” o “no se escucha” este reclamo ciudadano de usuarios a los que, debido al confinamiento por la pandemia, han incrementado sus consumos y, contra la promesa oficial de respetar la misma tarifa doméstica, pagan más que antes, sin importar el desempleo.

Esa reclasificación de tarifas es un reclamo que no quiere verse ni escucharse.

Dos de los tres senadores veracruzanos han reclamado al gobierno federal reducir las altas tarifas domésticas y comerciales que aplica la CFE en el estado de Veracruz...

Las más caras del país, a decir de Ricardo Ahued Bardehuil, y que se otorgue el mismo trato que dio el presidente Andrés Manuel López Obrador a su natal Tabasco, donde perdonó 11 mil millones de pesos de adeudo a 520 mil usuarios morosos y se determinó aplicar la tarifa 1F que se otorga a localidades con una temperatura media mensual en verano de 33 grados centígrados. La petición tiene fundamento: la entidad genera más de 38 mil Gigawatts/hora en las plantas hidroeléctricas, termoeléctricas y la única central nucleoeléctrica del país que operan en nuestro territorio, de lo cual sólo ocupa una tercera parte y el excedente de esa energía se envía los consumidores de otras partes de la República; pero además, por las condiciones de calor en la mayor parte de la entidad, el uso de aparatos de climatización es una necesidad básica de la población. La Comisión Federal de Electricidad ni la Secretaría de Energía a cargo de Rocío Nahle García, zacatecana que aspira ser gobernadora de Veracruz y de quien depende esa empresa productiva del estado, no han dado respuesta satisfactoria a esta demanda, , para sacudirse la responsabilidad de escuchar y atender a quienes los llevaron al poder, se recurre al argumento de que se trata de un asunto político, y probablemente lo sea, pero la realidad innegable es que Veracruz recibe un trato diferente y hasta discriminatorio cuando el titular del Ejecutivo federal privilegia a sus ‘hermanos’ tabasqueños y niega ese mismo beneficio a sus paisanos políticos, a quienes trata como ‘hermanastros’. Sirva de referencia que la petición ha sido promovida, hace años y no sólo ahora durante el gobierno de la 4T, por ciudadanos y empresarios que tienen que enfrentar la pesada carga bimestral del pago de consumo eléctrico, cuyos montos se elevaron hasta en un 100% desde 2018. La industria turística es uno de los sectores más afectados, hoteleros y restauranteros principalmente, de la que dependen miles de familias. A eso se han referido últimamente el propio senador Ricardo Ahued Bardehuil, del mismo partido Morena que gobierna en la República, y de la senadora Indira Rosales San Román, del PAN. Ambos coinciden en que “no hay interés” o “no se escucha” este reclamo ciudadano de usuarios a los que, debido al confinamiento por la pandemia, han incrementado sus consumos y, contra la promesa oficial de respetar la misma tarifa doméstica, pagan más que antes, sin importar el desempleo.

Esa reclasificación de tarifas es un reclamo que no quiere verse ni escucharse.