/ viernes 16 de abril de 2021

La voz de la Iglesia

Frente a la apabullante realidad, la voz de la Iglesia católica en nuestro país es siempre de tomarse en cuenta.

Tres mensajes han lanzado los prelados católicos en los últimos días, uno con motivo de la Pascua, otro para reflexionar sobre el interés de infundir ideologías en los libros de Texto Gratuitos y otro este jueves, sobre la realidad del país, en el marco del encuentro plenario que concluyen este viernes.

Siguiendo la vieja metodología que implementaron en Puebla allá por 1979, de Ver, Juzgar y Actuar, señalan que se están viviendo tiempos muy complejos en México y en el mundo entero. “Las graves situaciones provocadas por la pandemia han puesto en crisis nuestro sistema nacional de salud, nuestro sistema educativo, la seguridad de los mexicanos y la sana convivencia familiar que ha visto amenazados sus ingresos”.

“Vemos con esperanza que la vacunación ha comenzado y desearíamos que este proceso fuera aún más ágil para que la salud de todos corra menos riesgos, la economía pueda reactivarse, los niños puedan asistir a la escuela, los índices de violencia dentro y fuera de los hogares puedan disminuir. Esperamos tener las condiciones necesarias para retomar el camino de la fraternidad y la reconciliación que nos ayude a reconstruir el tejido social, tan resquebrajado hoy”.

Los obispos ponen acento en el periodo electoral y en cómo esto distrae la atención de los gobernantes “y entorpece la aplicación de medidas que den respuesta a las necesidades urgentes del país: vemos con preocupación la creciente polarización de los discursos políticos; el alarmante índice de candidatos asesinados; regiones enteras bajo el yugo del crimen organizado; el maltrato a los migrantes y la militarización de las fronteras; la falta de cuidado de nuestra casa común; la amenaza contra las energías limpias; el escaso interés por el bien común y la verdad; las descalificaciones infundadas de las instituciones democráticas (INE) y los pocos acuerdos políticos que ayudarían a buscar juntos las respuestas que exigen estas graves amenazas”.

“En medio de estas crisis tan graves que atravesamos es preocupante que algunos legisladores estén más atentos a la promulgación de leyes influidas por la ideología de género que polarizan nuestra sociedad, en lugar de promover los valores que han sostenido nuestra nación como la familia, el respeto a la vida, la educación en valores cívicos y la libertad religiosa. Además, omiten estar atentos a que se cumplan las leyes en materia educativa, garantizando una educación no ideologizada, que asuma el diálogo con los padres de familia, maestros y expertos en la elaboración de los libros de texto”, indican.

Comentan, contundentes, que “ni el mercado, ni los empresarios, ni la sociedad civil, ni el gobierno por sí solo pueden resolver esta crisis, es necesaria la colaboración de todos”.

“Urge colaborar juntos en la búsqueda de soluciones para enfrentar la emergencia sanitaria, familiar, educativa, económica y de seguridad: ¡no hay tiempo para divisiones ni descalificaciones! Hemos de aprender a dejar nuestros intereses egoístas, individuales o partidistas, para alcanzar un diálogo por el bien de todos los mexicanos”.

Ojalá este mensaje haga eco en quienes tiene que hacerlo.

Frente a la apabullante realidad, la voz de la Iglesia católica en nuestro país es siempre de tomarse en cuenta.

Tres mensajes han lanzado los prelados católicos en los últimos días, uno con motivo de la Pascua, otro para reflexionar sobre el interés de infundir ideologías en los libros de Texto Gratuitos y otro este jueves, sobre la realidad del país, en el marco del encuentro plenario que concluyen este viernes.

Siguiendo la vieja metodología que implementaron en Puebla allá por 1979, de Ver, Juzgar y Actuar, señalan que se están viviendo tiempos muy complejos en México y en el mundo entero. “Las graves situaciones provocadas por la pandemia han puesto en crisis nuestro sistema nacional de salud, nuestro sistema educativo, la seguridad de los mexicanos y la sana convivencia familiar que ha visto amenazados sus ingresos”.

“Vemos con esperanza que la vacunación ha comenzado y desearíamos que este proceso fuera aún más ágil para que la salud de todos corra menos riesgos, la economía pueda reactivarse, los niños puedan asistir a la escuela, los índices de violencia dentro y fuera de los hogares puedan disminuir. Esperamos tener las condiciones necesarias para retomar el camino de la fraternidad y la reconciliación que nos ayude a reconstruir el tejido social, tan resquebrajado hoy”.

Los obispos ponen acento en el periodo electoral y en cómo esto distrae la atención de los gobernantes “y entorpece la aplicación de medidas que den respuesta a las necesidades urgentes del país: vemos con preocupación la creciente polarización de los discursos políticos; el alarmante índice de candidatos asesinados; regiones enteras bajo el yugo del crimen organizado; el maltrato a los migrantes y la militarización de las fronteras; la falta de cuidado de nuestra casa común; la amenaza contra las energías limpias; el escaso interés por el bien común y la verdad; las descalificaciones infundadas de las instituciones democráticas (INE) y los pocos acuerdos políticos que ayudarían a buscar juntos las respuestas que exigen estas graves amenazas”.

“En medio de estas crisis tan graves que atravesamos es preocupante que algunos legisladores estén más atentos a la promulgación de leyes influidas por la ideología de género que polarizan nuestra sociedad, en lugar de promover los valores que han sostenido nuestra nación como la familia, el respeto a la vida, la educación en valores cívicos y la libertad religiosa. Además, omiten estar atentos a que se cumplan las leyes en materia educativa, garantizando una educación no ideologizada, que asuma el diálogo con los padres de familia, maestros y expertos en la elaboración de los libros de texto”, indican.

Comentan, contundentes, que “ni el mercado, ni los empresarios, ni la sociedad civil, ni el gobierno por sí solo pueden resolver esta crisis, es necesaria la colaboración de todos”.

“Urge colaborar juntos en la búsqueda de soluciones para enfrentar la emergencia sanitaria, familiar, educativa, económica y de seguridad: ¡no hay tiempo para divisiones ni descalificaciones! Hemos de aprender a dejar nuestros intereses egoístas, individuales o partidistas, para alcanzar un diálogo por el bien de todos los mexicanos”.

Ojalá este mensaje haga eco en quienes tiene que hacerlo.