/ sábado 23 de julio de 2022

Las muertas hablan

Los feminicidas creen que matando a su víctima ya no hablarán; se equivocan. La autopsia determina claramente la causa y mecanismo de la muerte, si fue natural o violenta. Las muertas hablan con los estudios forenses que por ley son obligatorios.

La joven Debanhi Susana Escobar, de 18 años de edad, desapareció el pasado 9 de abril luego de salir de una fiesta en la “Quinta del Diamante”, donde fue abandonada por sus amigas; la última persona que la vio fue un taxista que la abandonó en la carretera, enviando a sus amigas una fotografía que se hizo viral y consternó a todo México. Sus padres denunciaron la desaparición y empezaron la búsqueda junto con las autoridades.

Catearon cuatro veces el motel Nueva Castilla con binomios y no encontraron nada, el 21 de abril por la noche anunciaron que habían encontrado el cuerpo de Debanhi dentro de una cisterna del motel, posteriormente la Fiscalía dio a conocer de manera oficial el dictamen de la autopsia, que había muerto por “traumatismo craneoencefálico, que estaba viva cuando cayó y que se levantó, que no tenía agua en los pulmones; descartaron abuso sexual, que entró sola al motel.

El padre de la víctima ha informado desde un inicio que el cuerpo de su hija fue sembrado, presentaba signos de abuso sexual, marcas de asfixia, golpes en la cara, ojos y en la frente, que su hija tenía los ojos abiertos cuando reconoció el cuerpo, esto lo confirma Omar Téllez, de la CNDH, quien vio y analizó el cuerpo. El señor Escobar mandó hacer una autopsia particular y no concuerda con la de la Fiscalía, una de ellas es que los tenis de su hija no los tenía puestos cuando encontraron el cuerpo, su bolso y pertenencias estaban en otro lugar y no junto al cuerpo.

Con estos hechos la Fiscalía miente, ya que hizo cateo con perros que nunca percibieron el olor, está claro que el cuerpo de Debanhi fue sembrado, como lo señala su padre, y me baso en estos datos científicos: el doctor Natalio González, académico de la UNAM, dice que la putrefacción de un cuerpo comienza después de la muerte y empieza a oler en 48 horas, esto lo detectan inmediatamente los perros. Asimismo si se puede saber el día exacto de la muerte de una víctima. El biólogo Fray Martin Pérez Villegas, perito en entomología forense de la UNAM, asegura que los insectos establecen el tiempo de la muerte en una persona, el “proceso de entomología forense” determina pos mortem y si el cuerpo fue movido del lugar, y si ingirió alguna sustancia, droga y se puede obtener el ADN.

Las propias autoridades han sembrado evidencias para confundir a los padres de Debanhi y cubrir el mal trabajo realizado o proteger al o los feminicidas, desde el primer día las autoridades han tenido el material y videos. El señor Mario Escobar solicitó que exhumaran el cuerpo de su hija para saber toda la verdad, ya que no cree en la autopsia de la Fiscalía.

La primera autopsia dictaminó que murió de “traumatismo craneoencefálico”, que se cayó a la cisterna y que fue un accidente. La segunda revela que la joven recibió varios golpes en la cabeza y el cadáver presentaba violencia sexual. La tercera dictamina que murió de asfixia por sofocación y no sufrió abuso sexual.

Esta última autopsia revela que, efectivamente, Debanhi fue asesinada y debe haber investigación por feminicidio. La otra no les creo al decir que no sufrió violencia sexual cuando sus padres vieron el cuerpo y el representante de derechos humanos, Omar Téllez, confirmó que el cuerpo presentaba huellas de abuso sexual. Quiero decirles que cuando un cuerpo sufre violencia sexual, unos de los puntos es que aparecen hematomas en la entrepierna, cadera y piernas, que son visibles ya que por naturaleza el cuerpo lucha como defensa al cerrar las piernas. ¿Por qué la Fiscalía de Nuevo León insiste que Debanhi no sufrió violencia sexual?

Recordar que el “protocolo latinoamericano de investigación de muertes violentas a mujeres” ordena que toda muerte de una mujer debe ser investigada desde un inicio como feminicidio y con perspectiva de género.

lexfemme.12@hotmail.com

Los feminicidas creen que matando a su víctima ya no hablarán; se equivocan. La autopsia determina claramente la causa y mecanismo de la muerte, si fue natural o violenta. Las muertas hablan con los estudios forenses que por ley son obligatorios.

La joven Debanhi Susana Escobar, de 18 años de edad, desapareció el pasado 9 de abril luego de salir de una fiesta en la “Quinta del Diamante”, donde fue abandonada por sus amigas; la última persona que la vio fue un taxista que la abandonó en la carretera, enviando a sus amigas una fotografía que se hizo viral y consternó a todo México. Sus padres denunciaron la desaparición y empezaron la búsqueda junto con las autoridades.

Catearon cuatro veces el motel Nueva Castilla con binomios y no encontraron nada, el 21 de abril por la noche anunciaron que habían encontrado el cuerpo de Debanhi dentro de una cisterna del motel, posteriormente la Fiscalía dio a conocer de manera oficial el dictamen de la autopsia, que había muerto por “traumatismo craneoencefálico, que estaba viva cuando cayó y que se levantó, que no tenía agua en los pulmones; descartaron abuso sexual, que entró sola al motel.

El padre de la víctima ha informado desde un inicio que el cuerpo de su hija fue sembrado, presentaba signos de abuso sexual, marcas de asfixia, golpes en la cara, ojos y en la frente, que su hija tenía los ojos abiertos cuando reconoció el cuerpo, esto lo confirma Omar Téllez, de la CNDH, quien vio y analizó el cuerpo. El señor Escobar mandó hacer una autopsia particular y no concuerda con la de la Fiscalía, una de ellas es que los tenis de su hija no los tenía puestos cuando encontraron el cuerpo, su bolso y pertenencias estaban en otro lugar y no junto al cuerpo.

Con estos hechos la Fiscalía miente, ya que hizo cateo con perros que nunca percibieron el olor, está claro que el cuerpo de Debanhi fue sembrado, como lo señala su padre, y me baso en estos datos científicos: el doctor Natalio González, académico de la UNAM, dice que la putrefacción de un cuerpo comienza después de la muerte y empieza a oler en 48 horas, esto lo detectan inmediatamente los perros. Asimismo si se puede saber el día exacto de la muerte de una víctima. El biólogo Fray Martin Pérez Villegas, perito en entomología forense de la UNAM, asegura que los insectos establecen el tiempo de la muerte en una persona, el “proceso de entomología forense” determina pos mortem y si el cuerpo fue movido del lugar, y si ingirió alguna sustancia, droga y se puede obtener el ADN.

Las propias autoridades han sembrado evidencias para confundir a los padres de Debanhi y cubrir el mal trabajo realizado o proteger al o los feminicidas, desde el primer día las autoridades han tenido el material y videos. El señor Mario Escobar solicitó que exhumaran el cuerpo de su hija para saber toda la verdad, ya que no cree en la autopsia de la Fiscalía.

La primera autopsia dictaminó que murió de “traumatismo craneoencefálico”, que se cayó a la cisterna y que fue un accidente. La segunda revela que la joven recibió varios golpes en la cabeza y el cadáver presentaba violencia sexual. La tercera dictamina que murió de asfixia por sofocación y no sufrió abuso sexual.

Esta última autopsia revela que, efectivamente, Debanhi fue asesinada y debe haber investigación por feminicidio. La otra no les creo al decir que no sufrió violencia sexual cuando sus padres vieron el cuerpo y el representante de derechos humanos, Omar Téllez, confirmó que el cuerpo presentaba huellas de abuso sexual. Quiero decirles que cuando un cuerpo sufre violencia sexual, unos de los puntos es que aparecen hematomas en la entrepierna, cadera y piernas, que son visibles ya que por naturaleza el cuerpo lucha como defensa al cerrar las piernas. ¿Por qué la Fiscalía de Nuevo León insiste que Debanhi no sufrió violencia sexual?

Recordar que el “protocolo latinoamericano de investigación de muertes violentas a mujeres” ordena que toda muerte de una mujer debe ser investigada desde un inicio como feminicidio y con perspectiva de género.

lexfemme.12@hotmail.com