/ viernes 3 de septiembre de 2021

Locos fines de semana

Aunque parezca disparate, existen funcionarios del Gobierno del Estado y alcaldes como Fernando Yunes Márquez, del puerto de Veracruz, y Humberto Alonso Morelli, de Boca del Río, que les importa un bledo que sigan aumentando los contagios del virus del Covid-19, y fallecimientos, por esta causa.

Yunes ha sido un crítico permanente de las disposiciones del cierre de vialidades hacia las zonas céntricas, principalmente mercados donde hay aglomeración de personas, decretadas por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que también se ha estado aplicando en muchos otros municipios, y en parte tiene razón, de nada sirve contener el paso vehicular si el sector estatal de Salud sigue permitiendo que las personas acudan a lugares concurridos sin utilizar mascarillas, o no utilizarlas adecuadamente, situación que ni los locatarios respetan, y sobre lo cual sí podrían hacer mucho los gobiernos locales con cuadrillas de supervisión para recomendar a las personas el cumplimiento de esa elemental medida sanitaria. Simplemente no les interesa, y finalmente tienen el argumento que es una responsabilidad de cada persona. Sí, también vale ese razonamiento, sólo que el problema ya es un asunto de salud pública. Todavía peor es que esa mismas autoridades, de Veracruz y Boca del Río, sigan permitiendo el libre funcionamiento de negocios que son fuente de contagio masivo, sobre todo los bares donde cada fin de semana puede observarse a muchos adultos y jóvenes, sobre todo a este segmento de población, conviviendo como si la pandemia no existiera, algunos vacunados que pueden evitar la gravedad de la enfermedad en caso de contagio o recontagio pero muchos de ellos pueden ser portadores del virus y afectar a todos los demás acompañantes. Eso está pasando también, en cierta medida, en la capital del estado y en otras demarcaciones con problemas graves, y que ha llegado a cifras preocupantes como esa de más de 100 mil infectados en la entidad y poca más de 12 mil fallecimientos. En el puerto, sitio donde el Covid alcanza la mayor cantidad de personas que han adquirido coronavirus, suman casi, o más, de 22 mil enfermos por esta causa y las muertes ya rebasaron las dos mil, aunque muchos casos no están registrados debido a que convalecen o fallecen en sus domicilios. Fernando Yunes, ha ido más allá del desinterés, rayando en una omisión criminal, cuando mantiene la autorización para que los fines de semana los dueños de bares en Los Portales y hoteles localizados frente al Zócalo amplíen el servicio de bar en la vía pública, calles y banquetas, para lo cual se bloquea el paso en viernes y sábado la circulación vehicular a esa céntrica zona, lo que la convierte en un sitio de alto riesgo. Eso no le importa al edil jarocho, ni tampoco a los empresarios que sólo se interesan en obtener mayores ganancias. Nada frenan esas ansias de hacer dinero, aún por encima de la vida de decenas, o cientos o miles de personas. Así de insensibles actúan estos gobernantes, sin respeto a la vida, evidentemente motivados por intereses económicos y pleitos políticos, única explicación de estos actos disparatados.

opedro2006@gmail.com

Aunque parezca disparate, existen funcionarios del Gobierno del Estado y alcaldes como Fernando Yunes Márquez, del puerto de Veracruz, y Humberto Alonso Morelli, de Boca del Río, que les importa un bledo que sigan aumentando los contagios del virus del Covid-19, y fallecimientos, por esta causa.

Yunes ha sido un crítico permanente de las disposiciones del cierre de vialidades hacia las zonas céntricas, principalmente mercados donde hay aglomeración de personas, decretadas por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que también se ha estado aplicando en muchos otros municipios, y en parte tiene razón, de nada sirve contener el paso vehicular si el sector estatal de Salud sigue permitiendo que las personas acudan a lugares concurridos sin utilizar mascarillas, o no utilizarlas adecuadamente, situación que ni los locatarios respetan, y sobre lo cual sí podrían hacer mucho los gobiernos locales con cuadrillas de supervisión para recomendar a las personas el cumplimiento de esa elemental medida sanitaria. Simplemente no les interesa, y finalmente tienen el argumento que es una responsabilidad de cada persona. Sí, también vale ese razonamiento, sólo que el problema ya es un asunto de salud pública. Todavía peor es que esa mismas autoridades, de Veracruz y Boca del Río, sigan permitiendo el libre funcionamiento de negocios que son fuente de contagio masivo, sobre todo los bares donde cada fin de semana puede observarse a muchos adultos y jóvenes, sobre todo a este segmento de población, conviviendo como si la pandemia no existiera, algunos vacunados que pueden evitar la gravedad de la enfermedad en caso de contagio o recontagio pero muchos de ellos pueden ser portadores del virus y afectar a todos los demás acompañantes. Eso está pasando también, en cierta medida, en la capital del estado y en otras demarcaciones con problemas graves, y que ha llegado a cifras preocupantes como esa de más de 100 mil infectados en la entidad y poca más de 12 mil fallecimientos. En el puerto, sitio donde el Covid alcanza la mayor cantidad de personas que han adquirido coronavirus, suman casi, o más, de 22 mil enfermos por esta causa y las muertes ya rebasaron las dos mil, aunque muchos casos no están registrados debido a que convalecen o fallecen en sus domicilios. Fernando Yunes, ha ido más allá del desinterés, rayando en una omisión criminal, cuando mantiene la autorización para que los fines de semana los dueños de bares en Los Portales y hoteles localizados frente al Zócalo amplíen el servicio de bar en la vía pública, calles y banquetas, para lo cual se bloquea el paso en viernes y sábado la circulación vehicular a esa céntrica zona, lo que la convierte en un sitio de alto riesgo. Eso no le importa al edil jarocho, ni tampoco a los empresarios que sólo se interesan en obtener mayores ganancias. Nada frenan esas ansias de hacer dinero, aún por encima de la vida de decenas, o cientos o miles de personas. Así de insensibles actúan estos gobernantes, sin respeto a la vida, evidentemente motivados por intereses económicos y pleitos políticos, única explicación de estos actos disparatados.

opedro2006@gmail.com