Las campañas electorales han entrado a su etapa álgida y se nota por lo que sucede en Veracruz -lo que trasciende y lo que queda medio oculto-, que se agita por los intereses que hay detrás de cada elección.
Lo que pase el 6 de junio incidirá directamente para la sucesión del gobernador en 2024, repercutirá para la elección presidencial y en lo mediato marcará el rumbo a seguir del estado y de sus distintas regiones, así como el destino de los grupos políticos que operan en la entidad.
No es poca cosa lo que está en juego, de ahí que se sienta la presión y agitación. Si bien todos los participantes en esta guerra dicen que van arriba, lo que se percibe es que en muchos lugares las contiendas están parejas, de ahí que hayan empezado a golpearse con fuerza, tratando de dejar a los enemigos como Canelo a Saunders.
Se traen muy vigilados y por eso salió a flote lo de las miles de despensas almacenadas en la fortaleza de San Carlos y en otro caso fue detectado un camión que transportaba despensas y láminas de zinc (se dice que ya las repartían) en Mixtla de Altamirano, unidad supuestamente relacionada con el presidente del concejo municipal.
Está el caso del dirigente en Pánuco de Todos por Veracruz, Rafael Higareda, el cual fue secuestrado y en esa acción fue asesinado uno de sus acompañantes. Se afirma que en eso tuvo que ver la delincuencia organizada.
También hay reportes de que el automóvil en el que se transportaba el candidato del PT en Chalma, Fernando Argüelles, fue tiroteado. Se indica que después de eso el candidato fue golpeado.
Otros candidatos se quejan de que son fuertemente presionados para que no hagan campaña y pierdan.
Por cierto, en esta ocasión no han faltado las situaciones inesperadas y trágicas, como la sucedida en la persona de Gustavo Moreno Ramos, candidato a diputado por el distrito de Misantla, quien falleció por enfermedad el pasado jueves.
Gustavo Moreno sabía ganar elecciones. Si bien nunca pudo arrebatarle el liderazgo de la Sección 32 del SNTE a su compadre Juan Nicolás Callejas Arroyo, sí le tomó la medida en Misantla, en donde en varias ocasiones le ganó la partida en cargos de elección popular. En esta ocasión también se perfilaba para triunfar.
Y los accidentes no faltan, como el de Boca del Río, en donde la candidata a la presidencia municipal por parte del PRD provocó un fuerte encontronazo vehicular que hasta ayer la mantenía detenida, en espera de arreglarse para resarcir los daños. Ya está en libertad.
Siempre ha habido candidatos de todo tipo y dirigentes de partidos que postulan a gente sin méritos, solo por razones de dinero o cuestiones más allá de la amistad, pero en esta ocasión, con tanto partido registrado, pues el número de candidatos que solo son relleno es excesivo.
Una gran cantidad no tiene ni idea de lo que deben hacer en una campaña, sus propuestas le dicen nada al electorado y lo único que tienen asegurado es la indiferencia, por decir lo menos, de los veracruzanos.
Mientras tanto la Iglesia católica insiste en su exhorto a no vender el voto.
“Que nadie se quede sin participar, no se deje corromper, ni corrompa a nadie, no venda su voto a nadie, ni se preste a chantajes, el voto es libre, secreto e informado. Nadie debe ni puede comprar su voluntad o aprovecharse de sus necesidades, eso sería un acto deshonesto e inmoral “, expuso ayer en su mensaje dominical el Arzobispado de Xalapa.
Pues sí. Hay que votar, pero razonando antes de depositar la papeleta en las urnas.
