/ sábado 11 de junio de 2022

Nuevo plan de educación y programas hasta 2023

Comenta Carlos Ornelas que en la propuesta de la Secretaría de Educación Pública del “nuevo marco curricular y plan de estudios de la educación básica mexicana”, pone a lo común como el eje articulador de los futuros planes y programas de estudio y a la comunidad, no a la escuela, como el espacio del proceso de enseñanza y aprendizaje.

A pesar de la retórica llena de adjetivos… apunta críticas de cierto valor, aunque las apuestas de cambio no parece que vayan a mejorar la educación. El nuevo proyecto educativo censura las reformas educativas (neoliberales) y a los libros de texto vigentes: “Los contenidos básicos en las diferentes reformas curriculares desde 1992 a 2017 han tenido más peso que la definición del currículo nacional”.

La estrategia originalmente prevista para su implementación en agosto próximo se ha replanteado para dar inicio tanto del plan de educación como de los programas de estudio hasta el ciclo escolar 2023-2024. Así lo dio a conocer la secretaria de educación, Delfina Gómez Álvarez, a sus homólogos de las entidades federativas en las Reuniones Regionales del Consejo Nacional de Autoridades educativas.

Sergio Martínez Dunstan apunta que en dichas reuniones se entregó información que destaca: La Conceptualización del Marco Curricular, Plan y Programas de Estudios. El piloteo de la transformación curricular. El codiseño de contenidos y la actualización a los maestros para la socialización, conocimiento y operación de la propuesta curricular mediante un proceso de formación continua. Asimismo la Política Nacional de Educación Inicial, cuyo propósito es generar condiciones para la provisión de servicios de calidad que fomenten el desarrollo integral de las niñas y los niños de cero a tres años como parte de la atención integral a la primera infancia. El Plan de Estudios de la Educación Básica enfatizando el Perfil de Egreso de las y los estudiantes. Los programas de estudio 2022 de la educación básica. Desde las fases de aprendizaje hasta su estructura. La Innovación de los Libros de Texto Gratuitos y el diseño de los materiales educativos para tres escenarios: aula, escuela, comunidad y un material de contenido disciplinar.

De la misma manera se habla de un Programa de Formación Continua para el magisterio sobre la Nueva Propuesta Curricular a partir de la reflexión colectiva (conocimiento y apropiación); resignificación y práctica contextualizada, bajo las siguientes consideraciones: Nueva Escuela Mexicana. Vinculación entre la educación básica y la media superior. Modificación de planes de estudio y la Formación inicial y continua. La SEP propone como estrategias nacionales: La enseñanza de lenguas y culturas indígenas; la atención de la población con discapacidad; la modalidad multigrado; la atención a niñas, niños y adolescentes en situaciones de migración y fortalecer el tejido comunitario.

Sobre esta aspiración de la educación mexicana Claudia Santizo –profesora investigadora en la UAM- en “La política, la ética, la moral y lo pedagógico”, considera que en los diversos modelos de educación que se han diseñado en el país se incluye una descripción de las características deseables tanto del sistema educativo como de la docencia.

Si consideramos sólo uno de los puntos del plan de la SEP, aquel relacionado con el papel del magisterio, hemos de convenir, como lo apunta Santizo, que las características deseables de los docentes son de dos tipos, la primera es de actitud, la segunda de las funciones a desarrollar. Sobre las actitudes, Freire destacó como práctica transformadora del docente la actitud, la ética y el compromiso: “El educador democrático no puede negarse el deber de reforzar, en su práctica docente, la capacidad crítica del educando, su curiosidad, su insumisión”. Hay que tomar en cuenta que la actitud y las funciones de docencia son interdependientes. Un docente con una gran actitud de compromiso puede no tener éxito en sus funciones por las condiciones materiales de la escuela, la posibilidad de intercambiar ideas con sus pares, entre otras condiciones sobre las que se puede tener control pues otras escapan al ámbito de las escuelas y del propio sistema.

“Es decir, no se pueden establecer únicamente las características deseables sin discutir las condiciones materiales de las escuelas y las formas de trabajo de los colectivos docentes, entre otras condiciones del sistema educativo. Los docentes tienen como principal tarea definir situaciones de aprendizaje conforme a las necesidades formativas de los estudiantes, sin embargo, muchas veces intervienen factores personales, familiares y sociales, sin dejar de lado la situación de discapacidades físicas o problemas emocionales de los niños, lo cual demanda la participación de los apoyos que pueden brindar trabajadores sociales y psicólogos”.

A lo anterior hay que sumarle el análisis que hace Santizo sobre los métodos, técnicas e instrumentos de la práctica educativa que poco se dice en el Plan de estudios 2022. “Los cambios en los planes de estudio y en la definición de funciones implica trabajo adicional en la práctica cotidiana de un docente frente a grupo. Los docentes necesitan diseñar las situaciones de aprendizaje para que sus estudiantes aprendan lo que necesitan para su edad y grado escolar y, adicionalmente, necesitan comprender, asimilar, internalizar los cambios que se proponen para el sistema educativo”. Los modelos educativos proponen cambios a futuro, cambios que se darían de manera natural, paulatina, sin embargo, se requieren cambios viables e inmediatos en el proceso educativo para el siguiente ciclo escolar, para cada generación de estudiantes.

Los cambios viables en el proceso educativo son los que definen en última instancia los docentes frente a grupo y los directores de escuela. Las múltiples experiencias de escuelas y comunidades en sus prácticas educativas propias, de trabajo colaborativo, participativo, inclusivo, validan el “Hacer visibles las buenas prácticas. Mientras el debate pedagógico nos alcanza”. Espero, concreta Claudia Santizo, que ese debate encuentre su camino.

Comenta Carlos Ornelas que en la propuesta de la Secretaría de Educación Pública del “nuevo marco curricular y plan de estudios de la educación básica mexicana”, pone a lo común como el eje articulador de los futuros planes y programas de estudio y a la comunidad, no a la escuela, como el espacio del proceso de enseñanza y aprendizaje.

A pesar de la retórica llena de adjetivos… apunta críticas de cierto valor, aunque las apuestas de cambio no parece que vayan a mejorar la educación. El nuevo proyecto educativo censura las reformas educativas (neoliberales) y a los libros de texto vigentes: “Los contenidos básicos en las diferentes reformas curriculares desde 1992 a 2017 han tenido más peso que la definición del currículo nacional”.

La estrategia originalmente prevista para su implementación en agosto próximo se ha replanteado para dar inicio tanto del plan de educación como de los programas de estudio hasta el ciclo escolar 2023-2024. Así lo dio a conocer la secretaria de educación, Delfina Gómez Álvarez, a sus homólogos de las entidades federativas en las Reuniones Regionales del Consejo Nacional de Autoridades educativas.

Sergio Martínez Dunstan apunta que en dichas reuniones se entregó información que destaca: La Conceptualización del Marco Curricular, Plan y Programas de Estudios. El piloteo de la transformación curricular. El codiseño de contenidos y la actualización a los maestros para la socialización, conocimiento y operación de la propuesta curricular mediante un proceso de formación continua. Asimismo la Política Nacional de Educación Inicial, cuyo propósito es generar condiciones para la provisión de servicios de calidad que fomenten el desarrollo integral de las niñas y los niños de cero a tres años como parte de la atención integral a la primera infancia. El Plan de Estudios de la Educación Básica enfatizando el Perfil de Egreso de las y los estudiantes. Los programas de estudio 2022 de la educación básica. Desde las fases de aprendizaje hasta su estructura. La Innovación de los Libros de Texto Gratuitos y el diseño de los materiales educativos para tres escenarios: aula, escuela, comunidad y un material de contenido disciplinar.

De la misma manera se habla de un Programa de Formación Continua para el magisterio sobre la Nueva Propuesta Curricular a partir de la reflexión colectiva (conocimiento y apropiación); resignificación y práctica contextualizada, bajo las siguientes consideraciones: Nueva Escuela Mexicana. Vinculación entre la educación básica y la media superior. Modificación de planes de estudio y la Formación inicial y continua. La SEP propone como estrategias nacionales: La enseñanza de lenguas y culturas indígenas; la atención de la población con discapacidad; la modalidad multigrado; la atención a niñas, niños y adolescentes en situaciones de migración y fortalecer el tejido comunitario.

Sobre esta aspiración de la educación mexicana Claudia Santizo –profesora investigadora en la UAM- en “La política, la ética, la moral y lo pedagógico”, considera que en los diversos modelos de educación que se han diseñado en el país se incluye una descripción de las características deseables tanto del sistema educativo como de la docencia.

Si consideramos sólo uno de los puntos del plan de la SEP, aquel relacionado con el papel del magisterio, hemos de convenir, como lo apunta Santizo, que las características deseables de los docentes son de dos tipos, la primera es de actitud, la segunda de las funciones a desarrollar. Sobre las actitudes, Freire destacó como práctica transformadora del docente la actitud, la ética y el compromiso: “El educador democrático no puede negarse el deber de reforzar, en su práctica docente, la capacidad crítica del educando, su curiosidad, su insumisión”. Hay que tomar en cuenta que la actitud y las funciones de docencia son interdependientes. Un docente con una gran actitud de compromiso puede no tener éxito en sus funciones por las condiciones materiales de la escuela, la posibilidad de intercambiar ideas con sus pares, entre otras condiciones sobre las que se puede tener control pues otras escapan al ámbito de las escuelas y del propio sistema.

“Es decir, no se pueden establecer únicamente las características deseables sin discutir las condiciones materiales de las escuelas y las formas de trabajo de los colectivos docentes, entre otras condiciones del sistema educativo. Los docentes tienen como principal tarea definir situaciones de aprendizaje conforme a las necesidades formativas de los estudiantes, sin embargo, muchas veces intervienen factores personales, familiares y sociales, sin dejar de lado la situación de discapacidades físicas o problemas emocionales de los niños, lo cual demanda la participación de los apoyos que pueden brindar trabajadores sociales y psicólogos”.

A lo anterior hay que sumarle el análisis que hace Santizo sobre los métodos, técnicas e instrumentos de la práctica educativa que poco se dice en el Plan de estudios 2022. “Los cambios en los planes de estudio y en la definición de funciones implica trabajo adicional en la práctica cotidiana de un docente frente a grupo. Los docentes necesitan diseñar las situaciones de aprendizaje para que sus estudiantes aprendan lo que necesitan para su edad y grado escolar y, adicionalmente, necesitan comprender, asimilar, internalizar los cambios que se proponen para el sistema educativo”. Los modelos educativos proponen cambios a futuro, cambios que se darían de manera natural, paulatina, sin embargo, se requieren cambios viables e inmediatos en el proceso educativo para el siguiente ciclo escolar, para cada generación de estudiantes.

Los cambios viables en el proceso educativo son los que definen en última instancia los docentes frente a grupo y los directores de escuela. Las múltiples experiencias de escuelas y comunidades en sus prácticas educativas propias, de trabajo colaborativo, participativo, inclusivo, validan el “Hacer visibles las buenas prácticas. Mientras el debate pedagógico nos alcanza”. Espero, concreta Claudia Santizo, que ese debate encuentre su camino.