/ viernes 15 de julio de 2022

Otro abuso de Interpol

Los abusos del poder se observan en todos lados, niveles de gobierno y hasta corporaciones de investigación criminal a nivel internacional, y, lamentablemente, siempre se provoca daños a las víctimas directas y a sus familias.

Hay infinidad de casos que ilustran esta situación, aún con los asegunes que pudieran existir o argumentarse. Se informó, hace poco, de la ilegal e injusta detención de Jesús “N”, a quien se atribuyó el asesinato de dos periodistas en Cosoleacaque el mayo pasado, pero posteriormente fue liberado al comprobarse que “se trató de una confusión” por homonimia.

El caso es que esta persona inocente pasó la peor pesadilla de su vida al ser apresado por policías, esposado, confinado en una reducida celda de una cárcel y recibir todo tipo de vejaciones. Días después ólo recibió un “usted disculpe” de las autoridades, incluso, el propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez habló con él, y hasta ahí, ni una disculpa pública, como esas que andan ofreciendo por abusos del pasado.

Hace menos de un mes, existe otro caso lamentable de un joven trabajador veracruzano, Moisés Álvarez Pérez, quien fue apresado por elementos de la Interpol sin mostrar en ningún momento una orden de aprehensión, acusado de un crimen que no cometió, ocurrido en 2016 en el estado de Texas, EEUU.

Según los testimonios de los otros trabajadores que acompañaban a “Moi” cuando sucedieron los hechos, los agentes le marcaron el alto para revisar la camioneta que conducía y en la que se transportaban para llegar a una obra de construcción, todo ellos son albañiles, bajo el argumento de que había ocurrido un robo y pretendían verificar lo que llevaban en el vehículo. Era el pretexto. Catearon a todos, y les pidieron identificaciones.

Cuando vieron la licencia de conducir de Moisés Álvarez Pérez, cuyo nombre coincide con el presunto inculpado, de inmediato lo esposaron y le dijeron que por petición de las autoridades texanas, debía ser extraditado para responder por el homicidio de su novia, Faith Worthy Guillory, muerta a balazos por un inmigrante latino que, según los policías, se trata del tuxtleco Álvarez, de oficio albañil, radicado desde hace décadas en Veracruz, que no sabe leer ni escribir, de comportamiento ejemplar y casado desde hace 22 años con la señora Jenny Gamboa, con tres hijos de 20, 17 y 16, uno de los cuales sufrió un infarto al enterarse de su detención; ella, el día de los hechos, acudió a todas a corporaciones policiacas y de investigación en el puerto de Veracruz, hasta que por fin llegó a las oficinas de la FGR en Veracruz, donde le dijeron que no fueron ellos quienes lo detuvieron, sino agentes de la Interpol y que solamente les dieron el apoyo que requerían.

A Jenny le informaron que a su pareja lo habían enviado al Reclusorio Norte, pero no fue así, se encuentra internado en el Reclusorio Sur y, conforme a lo que le ha informado la abogada de oficio que atiende su caso, permanecerá en ese lugar hasta agosto, cuando está fijada la audiencia para determinar su extradición a Estados Unidos. ¿Qué está pasando?

opedro2006@gmail.com

Los abusos del poder se observan en todos lados, niveles de gobierno y hasta corporaciones de investigación criminal a nivel internacional, y, lamentablemente, siempre se provoca daños a las víctimas directas y a sus familias.

Hay infinidad de casos que ilustran esta situación, aún con los asegunes que pudieran existir o argumentarse. Se informó, hace poco, de la ilegal e injusta detención de Jesús “N”, a quien se atribuyó el asesinato de dos periodistas en Cosoleacaque el mayo pasado, pero posteriormente fue liberado al comprobarse que “se trató de una confusión” por homonimia.

El caso es que esta persona inocente pasó la peor pesadilla de su vida al ser apresado por policías, esposado, confinado en una reducida celda de una cárcel y recibir todo tipo de vejaciones. Días después ólo recibió un “usted disculpe” de las autoridades, incluso, el propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez habló con él, y hasta ahí, ni una disculpa pública, como esas que andan ofreciendo por abusos del pasado.

Hace menos de un mes, existe otro caso lamentable de un joven trabajador veracruzano, Moisés Álvarez Pérez, quien fue apresado por elementos de la Interpol sin mostrar en ningún momento una orden de aprehensión, acusado de un crimen que no cometió, ocurrido en 2016 en el estado de Texas, EEUU.

Según los testimonios de los otros trabajadores que acompañaban a “Moi” cuando sucedieron los hechos, los agentes le marcaron el alto para revisar la camioneta que conducía y en la que se transportaban para llegar a una obra de construcción, todo ellos son albañiles, bajo el argumento de que había ocurrido un robo y pretendían verificar lo que llevaban en el vehículo. Era el pretexto. Catearon a todos, y les pidieron identificaciones.

Cuando vieron la licencia de conducir de Moisés Álvarez Pérez, cuyo nombre coincide con el presunto inculpado, de inmediato lo esposaron y le dijeron que por petición de las autoridades texanas, debía ser extraditado para responder por el homicidio de su novia, Faith Worthy Guillory, muerta a balazos por un inmigrante latino que, según los policías, se trata del tuxtleco Álvarez, de oficio albañil, radicado desde hace décadas en Veracruz, que no sabe leer ni escribir, de comportamiento ejemplar y casado desde hace 22 años con la señora Jenny Gamboa, con tres hijos de 20, 17 y 16, uno de los cuales sufrió un infarto al enterarse de su detención; ella, el día de los hechos, acudió a todas a corporaciones policiacas y de investigación en el puerto de Veracruz, hasta que por fin llegó a las oficinas de la FGR en Veracruz, donde le dijeron que no fueron ellos quienes lo detuvieron, sino agentes de la Interpol y que solamente les dieron el apoyo que requerían.

A Jenny le informaron que a su pareja lo habían enviado al Reclusorio Norte, pero no fue así, se encuentra internado en el Reclusorio Sur y, conforme a lo que le ha informado la abogada de oficio que atiende su caso, permanecerá en ese lugar hasta agosto, cuando está fijada la audiencia para determinar su extradición a Estados Unidos. ¿Qué está pasando?

opedro2006@gmail.com