/ martes 12 de enero de 2021

Otro ataque a las instituciones

Cada día el Presidente reitera el hastío que tiene por la autonomía de algunas instituciones, sobre todo aquellas que controlan y muestran los excesos que tiene este gobierno, por ello la imperiosa necesidad de atacar a estos organismos con el falso argumento de una austeridad que solo vive en la mente de él.

La semana pasada Andrés Manuel López Obrador anunció que está preparando una “reforma administrativa” para eliminar organismos autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), así como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), e integrar las funciones de dichos organismos a su gobierno, olvidando que estos son fundamentales para la vida democrática del país.

Y no es que el Presidente no entienda que estos órganos autónomos están para controlar esas partes constitucionales que les son encomendadas y que se crearon como instrumentos para equilibrar el poder del gobierno, pero como a él no le parece que tengan su propio criterio, por eso no son de su agrado.

Ahora busca que los entes autónomos sean integrados a las funciones de las secretarías de su gobierno y parece que su objetivo es quitarle todo el ejercicio técnico para que pasen a formar parte de sus fines políticos, dando pie a un retroceso institucional en materia de transparencia, protección de datos personales, telecomunicaciones, regulación, evaluación y hasta con la competencia económica, misma que él se ha encargado de frenar.

López Obrador dijo que estas instituciones se tienen que adherir a su gobierno para que “se disminuya el presupuesto”, y cito textual: “aún hay mucho gasto superfluo y es importante que no le cueste tanto al pueblo mantener al gobierno”. En su homilía mañanera, el Presidente expresó que con su “supuesta” austeridad, habrá recursos para el bienestar del pueblo y dejar de mantener al gobierno.

Siempre utilizando esa frase, “para el bienestar de pueblo”, bajo esa premisa esconde su verdadero objetivo, que es obtener recursos de donde se pueda, como pasó con los fideicomisos, decisión que afectó a ese pueblo al que él dice buscar su “bienestar”, dañó a los estudiantes, científicos, colectivos y universidades, entre otras áreas que dejó en vulnerabilidad.

Tal parece que la misión del Presidente es destruir todo a su paso, mucho más aquello que amenace a su llamada “Cuarta Transformación”, porque está más que visto que es falso su combate a la corrupción, porque la mayoría de quienes integran su gabinete están exhibidos por corruptos; tampoco le preocupa el bienestar del pueblo, a él le ocupa que lo vigilen o le obstaculicen actos fuera de la ley.

Y es que desde el primer día de su gobierno, éste comenzó con la opacidad. A la fecha sus funcionarios han realizado, en estos dos años, más de 400 reservas, entre ellas el expediente de su amigo el exsuperdelegado Carlos Lomelí, la rifa del avión, la información sobre la liberación del Ovidio Guzmán, el accidente en el que fallecieron la gobernadora Martha Erika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle, y los convenios del gobierno para la compra de vacunas a farmacéuticas.

Presiento que en un corto plazo goglearemos “Cuarta Transformación” y nos arrojará muchos conceptos, y entre los primeros estará la corrupción, opacidad, actos fuera de la ley, simulaciones y destrucción, porque eso es lo que cada día demuestra este gobierno, cada día parece que quien encabeza este país es el sofisma hecho persona.

López Obrador solo busca crear más cortinas de humo para que los mexicanos no se den cuenta de todos los actos ilícitos que hacen en su gobierno, que hace su gabinete y hasta su familia, así como su obsesión de concentrar todo el poder en una sola persona.

Esta vez lamento decirle al Presidente que no puede desaparecer los órganos autónomos sólo porque él lo dice, antes de eso él necesita tener mayoría calificada en el Senado de la República y las legislaturas de los estados, y hasta ahora no las tiene.

Tener estos organismos y garantizar su independencia es de interés nacional y desde aquí me comprometo a que serán protegidos y fortalecidos, no le permitiremos al Presidente que siga desmantelando al país, que siga pisando la democracia, no puede seguir minando las instituciones para acrecentar su poder y excluir todo aquello que le estorbe.

*Senador por Veracruz del PAN

Cada día el Presidente reitera el hastío que tiene por la autonomía de algunas instituciones, sobre todo aquellas que controlan y muestran los excesos que tiene este gobierno, por ello la imperiosa necesidad de atacar a estos organismos con el falso argumento de una austeridad que solo vive en la mente de él.

La semana pasada Andrés Manuel López Obrador anunció que está preparando una “reforma administrativa” para eliminar organismos autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), así como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), e integrar las funciones de dichos organismos a su gobierno, olvidando que estos son fundamentales para la vida democrática del país.

Y no es que el Presidente no entienda que estos órganos autónomos están para controlar esas partes constitucionales que les son encomendadas y que se crearon como instrumentos para equilibrar el poder del gobierno, pero como a él no le parece que tengan su propio criterio, por eso no son de su agrado.

Ahora busca que los entes autónomos sean integrados a las funciones de las secretarías de su gobierno y parece que su objetivo es quitarle todo el ejercicio técnico para que pasen a formar parte de sus fines políticos, dando pie a un retroceso institucional en materia de transparencia, protección de datos personales, telecomunicaciones, regulación, evaluación y hasta con la competencia económica, misma que él se ha encargado de frenar.

López Obrador dijo que estas instituciones se tienen que adherir a su gobierno para que “se disminuya el presupuesto”, y cito textual: “aún hay mucho gasto superfluo y es importante que no le cueste tanto al pueblo mantener al gobierno”. En su homilía mañanera, el Presidente expresó que con su “supuesta” austeridad, habrá recursos para el bienestar del pueblo y dejar de mantener al gobierno.

Siempre utilizando esa frase, “para el bienestar de pueblo”, bajo esa premisa esconde su verdadero objetivo, que es obtener recursos de donde se pueda, como pasó con los fideicomisos, decisión que afectó a ese pueblo al que él dice buscar su “bienestar”, dañó a los estudiantes, científicos, colectivos y universidades, entre otras áreas que dejó en vulnerabilidad.

Tal parece que la misión del Presidente es destruir todo a su paso, mucho más aquello que amenace a su llamada “Cuarta Transformación”, porque está más que visto que es falso su combate a la corrupción, porque la mayoría de quienes integran su gabinete están exhibidos por corruptos; tampoco le preocupa el bienestar del pueblo, a él le ocupa que lo vigilen o le obstaculicen actos fuera de la ley.

Y es que desde el primer día de su gobierno, éste comenzó con la opacidad. A la fecha sus funcionarios han realizado, en estos dos años, más de 400 reservas, entre ellas el expediente de su amigo el exsuperdelegado Carlos Lomelí, la rifa del avión, la información sobre la liberación del Ovidio Guzmán, el accidente en el que fallecieron la gobernadora Martha Erika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle, y los convenios del gobierno para la compra de vacunas a farmacéuticas.

Presiento que en un corto plazo goglearemos “Cuarta Transformación” y nos arrojará muchos conceptos, y entre los primeros estará la corrupción, opacidad, actos fuera de la ley, simulaciones y destrucción, porque eso es lo que cada día demuestra este gobierno, cada día parece que quien encabeza este país es el sofisma hecho persona.

López Obrador solo busca crear más cortinas de humo para que los mexicanos no se den cuenta de todos los actos ilícitos que hacen en su gobierno, que hace su gabinete y hasta su familia, así como su obsesión de concentrar todo el poder en una sola persona.

Esta vez lamento decirle al Presidente que no puede desaparecer los órganos autónomos sólo porque él lo dice, antes de eso él necesita tener mayoría calificada en el Senado de la República y las legislaturas de los estados, y hasta ahora no las tiene.

Tener estos organismos y garantizar su independencia es de interés nacional y desde aquí me comprometo a que serán protegidos y fortalecidos, no le permitiremos al Presidente que siga desmantelando al país, que siga pisando la democracia, no puede seguir minando las instituciones para acrecentar su poder y excluir todo aquello que le estorbe.

*Senador por Veracruz del PAN