/ miércoles 12 de abril de 2017

Pasos de un reportero

Las sangrientas purgas criminales se remontan desde principios del siglo XX

La zona centro de Veracruz, especialmente en Córdoba y Orizaba, está aterrorizada por la ola de asesinatos que se registran casi todas los días sin que las policías estatales y federales, sean capaces de detener este clima de violencia de la que no es ajena la mayor parte del país. Sin embargo nuestra región siempre ha sido considerada como una zona brava por las sangrientas purgas de delincuentes, incluso de activistas políticos que se remontan desde principios del pasado siglo XX. La ola de asesinatos para pacificar una región fueron muy notorios en la dictadura de don Porfirio Díaz que hizo famosa la frase “Mátenlos en caliente” como un aterrador sistema de imponer la tranquilidad y el control del poder. Según la leyenda urbana se cuenta que en la época en que fue presidente de Córdoba don Agustín García Sosa, en 1944, frecuentemente amanecían cadáveres colgados de los árboles en la afueras de la ciudad con carteles que decían: “Por abigeo, por roba casas o por matón”.

Por desgracia desde hace muchos años la región de Córdoba, y casi todo Veracruz, ha sido escenario de numerosos actos de violencia por pistoleros que ejecutan sangrientas represiones, muchas de ellas, según versiones no confirmadas, son ejecutados por los mismos cuerpos de policías federales y estatales, así como comandos del Ejército, que supuestamente intentan  liberar de criminales las zonas de conflicto. En Colombia hace alrededor de 20 años surgieron “los comandos de la muerte”, que eran grupos de soldados de élite del ejército colombiano, asesorados por  militares norteamericanos, que llegaron –incluso- a incendiar y a matar pueblos enteros.

Desde luego estos climas de violencia del pasado en México son mucho menos aterradores que los actuales, tal vez se han cuadruplicado o quintuplicado, pues antes vivíamos mucho más tranquilidad. Hoy da miedo salir de noche a las calles y tememos ser víctimas de agresiones insospechadas. Recordemos que hubo un pistolero conocido como el Toribio “El Toro Gargallo” al que se le atribuyeron muchas ejecuciones, y se hizo famoso porque se decía que contaba con el apoyo del Gobierno del Estado y no tenía empacho en pasearse por la ciudad en camionetas Pick Up escoltado por hombres armados, que incluso entraban a los bancos a realizar depósitos de dinero en efectivo, portando rifles R-15 a la vista de todos. A este personaje se le atribuyó ser responsable de arrojar decenas de cadáveres en un profundo pozo en un cañal de la región de Omealca, hasta que fue ultimado en una emboscada por agentes policiacos en la administración estatal del Lic. Dante Delgado.

Por desgracia en este clima de violencia desatada e imparable han caído muchos colegas periodistas, como el reciente homicidio del conocido columnista Ricardo Monlui, que han sacudido la opinión nacional e incluso mundial. ¿Cuándo cesará la violencia y la ola de homicidios? Nadie lo sabe, pero es imperativo que nuestras autoridades actúen con mayor rigor.

Recientemente el comentarista Carlos Loret de Mola entrevistó al destacado periodista Héctor de Mauleón por sus valientes artículos contra el crimen organizado, y que le valieron una amenaza contra su vida a través de un video que circuló en redes sociales debido al tema que trató en su columna “La década de las fosas”, en la que describe el incremento de fosas clandestinas en el territorio nacional desde 2006 a 2016, así como una nueva denuncia por parte de habitantes de Colinas de Santa Fe, Veracruz, donde se acusa a Los Zetas de quemar con diésel a sus víctimas y deshacerse de ellas.

Por este motivo, el video difundido con voz femenina que decía: “Señor Héctor de Mauleón, el comandante Z-24 se encuentra molesto por su artículo de las fosas. Se le solicita de la manera más atenta y amable lo baje de la plataforma en la que se encuentre y deje de mencionar al grupo operativo Los Zetas, la letra grande, muchas gracias señor”. En el video se puede ver su nombre apuntado en la superficie blanca de un cartón, sobre la cual también fueron colocadas varias balas de alto calibre.

Otro caso del que Héctor de Mauleón ha recibido amenazas es por comentar en su columna de El Universal la detención del exfiscal general de Nayarit, Edgar Veytía, acusado de ser protegido del gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval y por la “red de complicidades” que se han descubierto, pero también por estar en complicidad de delincuentes que  hoy está en prisión; entre otros al precandidato del PRI en Bahía de Banderas, Héctor Santana, según declaró a la revista Proceso el legislador perredista, Guadalupe Acosta Naranjo, quien demandó que Roberto Sandoval se debe retirar de la gubernatura “por haber sido protector del exfiscal.

“No le creemos al señor gobernador cuando dice que él no sabía nada, el gobernador del estado era el principal protector de Édgar Veytia. Era un gobierno a dos manos. Gobernaba Roberto Sandoval y gobernaba Édgar Veytia” consideró Acosta Naranjo. Pero aun más, recordó que Veytia era parte del Consejo Nacional de Seguridad, tenía un asiento donde se diseñaban las estrategias de seguridad en este país” por eso, dijo, las autoridades federales tienen muy poca autoridad sobre la materia.

Héctor de Mauleón también denunció a los responsables de las extorsiones negocios de la zona de la colonia Condesa en la Ciudad de México y dice haber recolectado varias historias sobre robos, asaltos y hasta extorsiones de gente que dijo representar a Los Zetas o a La Familia Michoacana. Por desgracia este tipo de denuncias le han costado la vida a numerosos periodistas y que han colocado a México en uno de los países en los que el periodismo es una profesión de alto riesgo mortal.

La ola de ejecuciones que se han registrado en Córdoba y Orizaba parece no tener fin. Seguramente el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares está muy interesado por frenar esta catástrofe regional y según sus declaraciones ha dialogado con nuestro alcalde Tomas Ríos para que integre un cuerpo de policía municipal. Pero la pregunta surge imperativa. ¿Habrá suficientes recursos humanos y presupuestales para integrar un fuerza policial suficientemente preparada y efectiva? ¿Podremos esperar que un día cese este aterrorizante nivel de violencia?

Las sangrientas purgas criminales se remontan desde principios del siglo XX

La zona centro de Veracruz, especialmente en Córdoba y Orizaba, está aterrorizada por la ola de asesinatos que se registran casi todas los días sin que las policías estatales y federales, sean capaces de detener este clima de violencia de la que no es ajena la mayor parte del país. Sin embargo nuestra región siempre ha sido considerada como una zona brava por las sangrientas purgas de delincuentes, incluso de activistas políticos que se remontan desde principios del pasado siglo XX. La ola de asesinatos para pacificar una región fueron muy notorios en la dictadura de don Porfirio Díaz que hizo famosa la frase “Mátenlos en caliente” como un aterrador sistema de imponer la tranquilidad y el control del poder. Según la leyenda urbana se cuenta que en la época en que fue presidente de Córdoba don Agustín García Sosa, en 1944, frecuentemente amanecían cadáveres colgados de los árboles en la afueras de la ciudad con carteles que decían: “Por abigeo, por roba casas o por matón”.

Por desgracia desde hace muchos años la región de Córdoba, y casi todo Veracruz, ha sido escenario de numerosos actos de violencia por pistoleros que ejecutan sangrientas represiones, muchas de ellas, según versiones no confirmadas, son ejecutados por los mismos cuerpos de policías federales y estatales, así como comandos del Ejército, que supuestamente intentan  liberar de criminales las zonas de conflicto. En Colombia hace alrededor de 20 años surgieron “los comandos de la muerte”, que eran grupos de soldados de élite del ejército colombiano, asesorados por  militares norteamericanos, que llegaron –incluso- a incendiar y a matar pueblos enteros.

Desde luego estos climas de violencia del pasado en México son mucho menos aterradores que los actuales, tal vez se han cuadruplicado o quintuplicado, pues antes vivíamos mucho más tranquilidad. Hoy da miedo salir de noche a las calles y tememos ser víctimas de agresiones insospechadas. Recordemos que hubo un pistolero conocido como el Toribio “El Toro Gargallo” al que se le atribuyeron muchas ejecuciones, y se hizo famoso porque se decía que contaba con el apoyo del Gobierno del Estado y no tenía empacho en pasearse por la ciudad en camionetas Pick Up escoltado por hombres armados, que incluso entraban a los bancos a realizar depósitos de dinero en efectivo, portando rifles R-15 a la vista de todos. A este personaje se le atribuyó ser responsable de arrojar decenas de cadáveres en un profundo pozo en un cañal de la región de Omealca, hasta que fue ultimado en una emboscada por agentes policiacos en la administración estatal del Lic. Dante Delgado.

Por desgracia en este clima de violencia desatada e imparable han caído muchos colegas periodistas, como el reciente homicidio del conocido columnista Ricardo Monlui, que han sacudido la opinión nacional e incluso mundial. ¿Cuándo cesará la violencia y la ola de homicidios? Nadie lo sabe, pero es imperativo que nuestras autoridades actúen con mayor rigor.

Recientemente el comentarista Carlos Loret de Mola entrevistó al destacado periodista Héctor de Mauleón por sus valientes artículos contra el crimen organizado, y que le valieron una amenaza contra su vida a través de un video que circuló en redes sociales debido al tema que trató en su columna “La década de las fosas”, en la que describe el incremento de fosas clandestinas en el territorio nacional desde 2006 a 2016, así como una nueva denuncia por parte de habitantes de Colinas de Santa Fe, Veracruz, donde se acusa a Los Zetas de quemar con diésel a sus víctimas y deshacerse de ellas.

Por este motivo, el video difundido con voz femenina que decía: “Señor Héctor de Mauleón, el comandante Z-24 se encuentra molesto por su artículo de las fosas. Se le solicita de la manera más atenta y amable lo baje de la plataforma en la que se encuentre y deje de mencionar al grupo operativo Los Zetas, la letra grande, muchas gracias señor”. En el video se puede ver su nombre apuntado en la superficie blanca de un cartón, sobre la cual también fueron colocadas varias balas de alto calibre.

Otro caso del que Héctor de Mauleón ha recibido amenazas es por comentar en su columna de El Universal la detención del exfiscal general de Nayarit, Edgar Veytía, acusado de ser protegido del gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval y por la “red de complicidades” que se han descubierto, pero también por estar en complicidad de delincuentes que  hoy está en prisión; entre otros al precandidato del PRI en Bahía de Banderas, Héctor Santana, según declaró a la revista Proceso el legislador perredista, Guadalupe Acosta Naranjo, quien demandó que Roberto Sandoval se debe retirar de la gubernatura “por haber sido protector del exfiscal.

“No le creemos al señor gobernador cuando dice que él no sabía nada, el gobernador del estado era el principal protector de Édgar Veytia. Era un gobierno a dos manos. Gobernaba Roberto Sandoval y gobernaba Édgar Veytia” consideró Acosta Naranjo. Pero aun más, recordó que Veytia era parte del Consejo Nacional de Seguridad, tenía un asiento donde se diseñaban las estrategias de seguridad en este país” por eso, dijo, las autoridades federales tienen muy poca autoridad sobre la materia.

Héctor de Mauleón también denunció a los responsables de las extorsiones negocios de la zona de la colonia Condesa en la Ciudad de México y dice haber recolectado varias historias sobre robos, asaltos y hasta extorsiones de gente que dijo representar a Los Zetas o a La Familia Michoacana. Por desgracia este tipo de denuncias le han costado la vida a numerosos periodistas y que han colocado a México en uno de los países en los que el periodismo es una profesión de alto riesgo mortal.

La ola de ejecuciones que se han registrado en Córdoba y Orizaba parece no tener fin. Seguramente el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares está muy interesado por frenar esta catástrofe regional y según sus declaraciones ha dialogado con nuestro alcalde Tomas Ríos para que integre un cuerpo de policía municipal. Pero la pregunta surge imperativa. ¿Habrá suficientes recursos humanos y presupuestales para integrar un fuerza policial suficientemente preparada y efectiva? ¿Podremos esperar que un día cese este aterrorizante nivel de violencia?

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