/ miércoles 29 de junio de 2022

PRI: exgobernadores fantasmas

Ahora que los exdirigentes priistas que se oponen a la permanencia de Alejandro Moreno Cárdenas en la presidencia del CEN del PRI mueven sus influencias entre los exgobernadores del Revolucionario Institucional para que expongan argumentos sólidos contra el campechano –luego de que éste se negó a reunirse nuevamente en privado con sus predecesores, conminándolos a que lo que quieran exponerle a él lo hagan públicamente ante los miembros del Consejo Político Nacional en su próxima sesión–, en Veracruz muy difícilmente van a encontrar apoyo entre los cuatro exmandatarios estatales que todavía sobreviven y que supuestamente siguen militando en el partido tricolor.

Patricio Chirinos Calero, por ejemplo, quien por su cercanía con Carlos Salinas de Gortari muy posiblemente respaldaría al grupo de la senadora Claudia Ruiz Massieu –la sobrina del expresidente que promueve para la dirigencia del PRI al coordinador de los senadores priistas Miguel Ángel Osorio Chong–, lleva ya cerca de 24 años en total ostracismo político.

Desde 1998 que entregó la gubernatura a Miguel Alemán Velasco, jamás se volvió a aparecer públicamente en Veracruz y hasta la fecha casi nadie sabe dónde está y a qué se dedica. De los hombres fuertes que colaboraron con él como secretarios de Gobierno en su administración, Miguel Ángel Yunes Linares –muy allegado a Osorio Chong– milita desde 2004 en el PAN, partido por el cual llegó en alianza con el PRD a la gubernatura en 2016, mientras que Salvador Mikel Rivera falleció en octubre de 2015.

Por su parte, Alemán Velasco, quien en 1998 sucedió a Chirinos, actualmente enfrenta serios problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) –motivo por el cual su hijo Miguel Alemán Magnani anda en calidad de prófugo desde el año pasado–, tampoco se le ha visto hacer activismo político. Inclusive, algunos de sus excolaboradores más cercanos, como sus exsecretarios particulares Roberto López Delfín y Gonzalo Ramírez Pita, se les ha visto muy cerca de Morena.

El más hiperactivo, Fidel Herrera Beltrán, quien relevó a Alemán Velasco en 2004, si gozara de mejor salud ya estaría inclusive disputándole a “Alito” Moreno el liderazgo partidista, pero el cuenqueño permanece postrado en cama desde hace cuatro años debido a un derrame cerebral que lo semiparalizó. Además, su hijo Javier Herrera Borunda es actualmente secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde, aliado del obradorismo, con el cual vienen colaborando o militando varios de sus excolaboradores, como Ranulfo Márquez y Alberto Silva Ramos, expresidentes del Comité Directivo Estatal del PRI.

Javier Duarte, que a su vez sucedió a Herrera Beltrán en 2010, fue expulsado del partido tricolor en 2016 y, desde el año siguiente, se encuentra preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México por asociación delictuosa y lavado de dinero.

Y Flavino Ríos Alvarado, gobernador interino de octubre a noviembre de 2016, después de permanecer entre marzo y mayo de 2017 en prisión por haberle facilitado supuestamente un helicóptero a su exjefe Duarte de Ochoa para que huyera, se encuentra dedicado desde entonces a su notaría pública en Minatitlán.

Ahora que los exdirigentes priistas que se oponen a la permanencia de Alejandro Moreno Cárdenas en la presidencia del CEN del PRI mueven sus influencias entre los exgobernadores del Revolucionario Institucional para que expongan argumentos sólidos contra el campechano –luego de que éste se negó a reunirse nuevamente en privado con sus predecesores, conminándolos a que lo que quieran exponerle a él lo hagan públicamente ante los miembros del Consejo Político Nacional en su próxima sesión–, en Veracruz muy difícilmente van a encontrar apoyo entre los cuatro exmandatarios estatales que todavía sobreviven y que supuestamente siguen militando en el partido tricolor.

Patricio Chirinos Calero, por ejemplo, quien por su cercanía con Carlos Salinas de Gortari muy posiblemente respaldaría al grupo de la senadora Claudia Ruiz Massieu –la sobrina del expresidente que promueve para la dirigencia del PRI al coordinador de los senadores priistas Miguel Ángel Osorio Chong–, lleva ya cerca de 24 años en total ostracismo político.

Desde 1998 que entregó la gubernatura a Miguel Alemán Velasco, jamás se volvió a aparecer públicamente en Veracruz y hasta la fecha casi nadie sabe dónde está y a qué se dedica. De los hombres fuertes que colaboraron con él como secretarios de Gobierno en su administración, Miguel Ángel Yunes Linares –muy allegado a Osorio Chong– milita desde 2004 en el PAN, partido por el cual llegó en alianza con el PRD a la gubernatura en 2016, mientras que Salvador Mikel Rivera falleció en octubre de 2015.

Por su parte, Alemán Velasco, quien en 1998 sucedió a Chirinos, actualmente enfrenta serios problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) –motivo por el cual su hijo Miguel Alemán Magnani anda en calidad de prófugo desde el año pasado–, tampoco se le ha visto hacer activismo político. Inclusive, algunos de sus excolaboradores más cercanos, como sus exsecretarios particulares Roberto López Delfín y Gonzalo Ramírez Pita, se les ha visto muy cerca de Morena.

El más hiperactivo, Fidel Herrera Beltrán, quien relevó a Alemán Velasco en 2004, si gozara de mejor salud ya estaría inclusive disputándole a “Alito” Moreno el liderazgo partidista, pero el cuenqueño permanece postrado en cama desde hace cuatro años debido a un derrame cerebral que lo semiparalizó. Además, su hijo Javier Herrera Borunda es actualmente secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde, aliado del obradorismo, con el cual vienen colaborando o militando varios de sus excolaboradores, como Ranulfo Márquez y Alberto Silva Ramos, expresidentes del Comité Directivo Estatal del PRI.

Javier Duarte, que a su vez sucedió a Herrera Beltrán en 2010, fue expulsado del partido tricolor en 2016 y, desde el año siguiente, se encuentra preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México por asociación delictuosa y lavado de dinero.

Y Flavino Ríos Alvarado, gobernador interino de octubre a noviembre de 2016, después de permanecer entre marzo y mayo de 2017 en prisión por haberle facilitado supuestamente un helicóptero a su exjefe Duarte de Ochoa para que huyera, se encuentra dedicado desde entonces a su notaría pública en Minatitlán.

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