/ miércoles 15 de septiembre de 2021

Reminiscencias de la noche libre

El hacinamiento de casi 250 mil reos en cárceles mexicanas, en comparación con los 126 millones de habitantes de todo el país, representa aproximadamente el 0.002% de la población total, sin embargo, actualmente el lujo de vivir en libertad cuesta tanto por la carestía de la vida, que muchos delincuentes reincidentes prefieren estar encarcelados, que vivir en libertad.

Para quienes han perdido empleo, patrimonio y familia, las ilusiones por una nueva vida resultan difíciles de superar, puesto que ni volviendo a la calle, exonerados de una conducta delictiva, se puede borrar la marca que deja haber sido prisionero y haber estado sometido al escrutinio y desprecio social. Hace medio siglo, se hizo popular una película protagonizada por Pedro Infante, Rosaura Revueltas y un gran reparto, bajo la dirección de Emilio “el Indio Fernández”, alusiva a la prision inexpugnable de las “Islas Marías”, que por sus condiciones naturales garantizaba la imposibilidad de fugas o cualquier otra forma de salir, sin haber concluido el encarcelamiento, pero viviendo en libertad dentro de la isla y con la posibilidad de estar acompañados por las familias de los reos.

El gobierno de la 4T determinó cancelar el uso de las Islas Marías como prisión federal, bajo el argumento de recuperar dichos espacios y cuidar los ecosistemas, flora y fauna que constituyen un patrimonio de los mexicanos. Las cárceles modernas, por más que han sido dotadas de la tecnología que pudiera garantizar un cautiverio total, han sido burladas por el ingenio y la corrupción que permitieron fugas de famosos personajes relacionados con el narcotráfico, donde también se dijo que la seguridad de esos “centros de reinserción”, más que vulnerada fue sobornada.

Hoy salen libres por decisión presidencial y sin más trámite 682 presos, debido a que el 25 de agosto pasado entró en vigor un Indulto Presidencial, que beneficia a los más de 600 reclusos, cuya única prueba condenatoria se hubiese obtenido bajo tortura; o también para quienes llevan más de 10 años privados de su libertad, sin concluir su proceso, así como para los adultos mayores de 65 años, con enfermedades crónico degenerativas y para quienes rebasen 70 años de edad.

No hay que olvidar que el origen de la liberación de los presos la noche del 15 de septiembre, se remonta al grito de Dolores Hidalgo, Guanajuato, encabezado por el prócer de la Independencia Miguel Hidalgo y Costilla y no se trata de una idea original de la 4T, puesto que algunos alcaldes en todas las épocas han emulado al cura Hidalgo, liberando a los presos bajo su responsabilidad gubernativa.

El hacinamiento de casi 250 mil reos en cárceles mexicanas, en comparación con los 126 millones de habitantes de todo el país, representa aproximadamente el 0.002% de la población total, sin embargo, actualmente el lujo de vivir en libertad cuesta tanto por la carestía de la vida, que muchos delincuentes reincidentes prefieren estar encarcelados, que vivir en libertad.

Para quienes han perdido empleo, patrimonio y familia, las ilusiones por una nueva vida resultan difíciles de superar, puesto que ni volviendo a la calle, exonerados de una conducta delictiva, se puede borrar la marca que deja haber sido prisionero y haber estado sometido al escrutinio y desprecio social. Hace medio siglo, se hizo popular una película protagonizada por Pedro Infante, Rosaura Revueltas y un gran reparto, bajo la dirección de Emilio “el Indio Fernández”, alusiva a la prision inexpugnable de las “Islas Marías”, que por sus condiciones naturales garantizaba la imposibilidad de fugas o cualquier otra forma de salir, sin haber concluido el encarcelamiento, pero viviendo en libertad dentro de la isla y con la posibilidad de estar acompañados por las familias de los reos.

El gobierno de la 4T determinó cancelar el uso de las Islas Marías como prisión federal, bajo el argumento de recuperar dichos espacios y cuidar los ecosistemas, flora y fauna que constituyen un patrimonio de los mexicanos. Las cárceles modernas, por más que han sido dotadas de la tecnología que pudiera garantizar un cautiverio total, han sido burladas por el ingenio y la corrupción que permitieron fugas de famosos personajes relacionados con el narcotráfico, donde también se dijo que la seguridad de esos “centros de reinserción”, más que vulnerada fue sobornada.

Hoy salen libres por decisión presidencial y sin más trámite 682 presos, debido a que el 25 de agosto pasado entró en vigor un Indulto Presidencial, que beneficia a los más de 600 reclusos, cuya única prueba condenatoria se hubiese obtenido bajo tortura; o también para quienes llevan más de 10 años privados de su libertad, sin concluir su proceso, así como para los adultos mayores de 65 años, con enfermedades crónico degenerativas y para quienes rebasen 70 años de edad.

No hay que olvidar que el origen de la liberación de los presos la noche del 15 de septiembre, se remonta al grito de Dolores Hidalgo, Guanajuato, encabezado por el prócer de la Independencia Miguel Hidalgo y Costilla y no se trata de una idea original de la 4T, puesto que algunos alcaldes en todas las épocas han emulado al cura Hidalgo, liberando a los presos bajo su responsabilidad gubernativa.