/ lunes 13 de mayo de 2019

Reveriano, el cacique de Coxquihui

Pasó un año con siete meses, a partir del desafuero en la Legislatura del Estado de Veracruz, para que el polémico exalcalde de Coxquihui, Reveriano “N”, fuera detenido.

En octubre de 2017, con el voto de 34 diputados locales veracruzanos, el Congreso del Estado determinó separar de su cargo al entonces alcalde de dicho municipio. Faltaban unos días para que concluyera el segundo periodo para el que fue electo.

Hay que recordar que sobre este personaje pesan denuncias por evasión de presos, desobediencia y resistencia de particulares, abuso de autoridad y robo de vehículo.

Antes del desafuero en la Legislatura, la Fiscalía General del Estado de Veracruz presentó su solicitud de juicio de procedencia, el 21 de agosto de 2017; dos meses después, la mayoría panista separó del cargo al entonces alcalde de Coxquihui, un pequeño municipio ubicado en la zona del Totonacapan, donde los índices de pobreza son altísimos.

La FGE integró la carpeta contra Reveriano “N” luego de la denuncia que hizo pública el exgobernador Miguel Ángel Yunes, quien acusó al presidente municipal de encabezar la banda de “Los Pelones”, que sembró la violencia en esa región.

Dijo Yunes Linares en su momento que Reveriano estaba “relacionado con hechos delictivos de ese grupo (Los Pelones), el cual se dedica al robo de combustible, hurtos a beneficiarios de Prospera y transporte pirata, entre otras actividades ilícitas que no se van a permitir más".

De igual manera, se mencionó en su momento que al entonces alcalde se le atribuía la muerte de cinco elementos de la policía, que cayeron durante un enfrentamiento en marzo de 2017.

Señor de horca y cuchillo, este sujeto construyó un poderoso feudo en dicho municipio; para ello, han expuesto sus detractores, recurrió a la violencia, a la polarización y al enfrentamiento entre los habitantes del lugar.

En ese lugar el exalcalde habría recurrido al uso de la fuerza y a las amenazas para mantener el control político por años.

Ese control y ese pequeño cacicazgo político le dieron a Reveriano “N” la presidencia municipal por dos periodos: 2008-2010 y 2014-2017; además, varios exalcaldes tuvieron que recurrir a este personaje para llegar a la presidencia municipal; igual que varios exdiputados para ganar en este municipio.

Sin embargo, la suerte y la impunidad se le terminaron y pasó un año y medio evadiendo su captura.

En una de sus últimas apariciones, el exalcalde de Coxquihui utilizó las redes sociales para difundir un video en que decía que se encontraba bien; con ello enfrentó las especulaciones que circularon en torno al supuesto levantón de que habría sido víctima; de igual forma, corrió la especie en el sentido de que fue detenido, cosa que no ocurrió, sino hasta el pasado viernes 10 de mayo.

Después de ello, el expresidente municipal bajó su perfil y optó por agazaparse; sin embargo, el pasado viernes, los elementos de la Ministerial le echaron el guante; un día después, el sábado, fue recluido en el Cereso de Poza Rica.

Sobre este asunto se percibe cierta incertidumbre en el Totonacapan, dado que se trata de un político que por años mantuvo un espacio de poder, por la violencia o por la compra de voluntades; lo cierto es que la polarización que habría sembrado el exalcalde durante los años recientes podrían ser factor para que esa zona se caliente una vez más.

@luisromero856

Pasó un año con siete meses, a partir del desafuero en la Legislatura del Estado de Veracruz, para que el polémico exalcalde de Coxquihui, Reveriano “N”, fuera detenido.

En octubre de 2017, con el voto de 34 diputados locales veracruzanos, el Congreso del Estado determinó separar de su cargo al entonces alcalde de dicho municipio. Faltaban unos días para que concluyera el segundo periodo para el que fue electo.

Hay que recordar que sobre este personaje pesan denuncias por evasión de presos, desobediencia y resistencia de particulares, abuso de autoridad y robo de vehículo.

Antes del desafuero en la Legislatura, la Fiscalía General del Estado de Veracruz presentó su solicitud de juicio de procedencia, el 21 de agosto de 2017; dos meses después, la mayoría panista separó del cargo al entonces alcalde de Coxquihui, un pequeño municipio ubicado en la zona del Totonacapan, donde los índices de pobreza son altísimos.

La FGE integró la carpeta contra Reveriano “N” luego de la denuncia que hizo pública el exgobernador Miguel Ángel Yunes, quien acusó al presidente municipal de encabezar la banda de “Los Pelones”, que sembró la violencia en esa región.

Dijo Yunes Linares en su momento que Reveriano estaba “relacionado con hechos delictivos de ese grupo (Los Pelones), el cual se dedica al robo de combustible, hurtos a beneficiarios de Prospera y transporte pirata, entre otras actividades ilícitas que no se van a permitir más".

De igual manera, se mencionó en su momento que al entonces alcalde se le atribuía la muerte de cinco elementos de la policía, que cayeron durante un enfrentamiento en marzo de 2017.

Señor de horca y cuchillo, este sujeto construyó un poderoso feudo en dicho municipio; para ello, han expuesto sus detractores, recurrió a la violencia, a la polarización y al enfrentamiento entre los habitantes del lugar.

En ese lugar el exalcalde habría recurrido al uso de la fuerza y a las amenazas para mantener el control político por años.

Ese control y ese pequeño cacicazgo político le dieron a Reveriano “N” la presidencia municipal por dos periodos: 2008-2010 y 2014-2017; además, varios exalcaldes tuvieron que recurrir a este personaje para llegar a la presidencia municipal; igual que varios exdiputados para ganar en este municipio.

Sin embargo, la suerte y la impunidad se le terminaron y pasó un año y medio evadiendo su captura.

En una de sus últimas apariciones, el exalcalde de Coxquihui utilizó las redes sociales para difundir un video en que decía que se encontraba bien; con ello enfrentó las especulaciones que circularon en torno al supuesto levantón de que habría sido víctima; de igual forma, corrió la especie en el sentido de que fue detenido, cosa que no ocurrió, sino hasta el pasado viernes 10 de mayo.

Después de ello, el expresidente municipal bajó su perfil y optó por agazaparse; sin embargo, el pasado viernes, los elementos de la Ministerial le echaron el guante; un día después, el sábado, fue recluido en el Cereso de Poza Rica.

Sobre este asunto se percibe cierta incertidumbre en el Totonacapan, dado que se trata de un político que por años mantuvo un espacio de poder, por la violencia o por la compra de voluntades; lo cierto es que la polarización que habría sembrado el exalcalde durante los años recientes podrían ser factor para que esa zona se caliente una vez más.

@luisromero856