/ lunes 21 de diciembre de 2020

Sensata reclasificación

El inminente cambio de color del verde al amarillo en el semáforo sanitario para el estado de Veracruz, aparte de ser una decisión sensata, es un respiro para la sociedad.

Esto por el riesgo mayor de contagios debido a los excesos que comenzaron a presentarse debido a la virtual licencia que expidieron las autoridades estatales para abrir la actividad económica y a otro tipo de actos, como las preposadas y festejos que pasaron a multiplicarse ante la falsa información de una baja en la propagación y muertes por el virus del Covid-19. Las críticas recibidas hizo que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez diera marcha atrás en esa determinación. Informó, por ejemplo, que el regreso a clases presenciales programadas para enero, quedaría sujeto a mantener esa clasificación de baja incidencia de casos de infectados por cuatro semanas consecutivas; las cifras de enfermos mantuvo su crecimiento, en tanto los hospitales públicos recibían más y más pacientes y muchos prácticamente se encuentran como en los peores momentos cuando la saturación impedía atender a todos, ante lo cual en la reclasificación semanal Veracruz regresó a semáforo de riesgo medio, aunque en realidad la categoría tendría que ser rojo de máximo riesgo, o por lo menos naranja de alto riesgo. No hay la menor duda de que la actividad económica resulta vulnerada por su cierre total o parcial, pero la prioridad es salvaguardar las vidas humanas. En todo caso habrá que atender las recomendaciones de las propias cámaras empresariales que han pedido al gobierno prorrogar el pago de impuestos y de cuotas del Seguro Social, frenar abusos de la CFE en el cobro de recibos por consumo de energía eléctrica como ha sucedido en los últimos nueve meses de pandemia y, al mismo tiempo, respaldo de los gobiernos de los estados y municipios para sostener las plantillas laborales. La crisis sanitaria va para largo, con todo y que pronto se recibirá una primera dotación de vacunas y se inicie la distribución y aplicación de ésta en forma gradual, programada para el transcurso del año siguiente hasta alcanzar el 100% de cobertura. Mientras tanto, habrá que extremar precauciones y no caer en la tentación de presumir logros que no se tienen y ponen en peligro de morir a millones de veracruzanos, sin limitarse únicamente a recomendaciones, sino hacerlas cumplir en los hechos con medidas restrictivas para las personas que mantienen la necedad de no respetar estas medidas sanitarias dictadas, como se puede observar con toda claridad en los mercados, bares y restaurantes, pero muy especialmente entre usuarios del transporte público, donde ni los conductores usan mascarillas, responsabilidad que sólo asumen unos cuantos, lo cual debe ser corregido de inmediato por las autoridades municipales y del Transporte Público.

Se quejan personas que han acudido a solicitar directamente a las oficinas del Registro Civil actas certificadas y por las cuales están cobrando la excesiva cuota de 240 pesos. Ni en tiempos de la pandemia cesan los excesos, que tienen autorización del gobierno estatal. Las actas certificadas que entregan a los solicitantes son una simple copia con sello que autentifica el documento oficial. ¿Es un cobro legal? Debe aclararlo la Dirección General del Registro Civil, dependiente de la Secretaría de Gobierno, pues nunca antes ocurrió esta situación.

Correo:

opedro2006@gmail.com

El inminente cambio de color del verde al amarillo en el semáforo sanitario para el estado de Veracruz, aparte de ser una decisión sensata, es un respiro para la sociedad.

Esto por el riesgo mayor de contagios debido a los excesos que comenzaron a presentarse debido a la virtual licencia que expidieron las autoridades estatales para abrir la actividad económica y a otro tipo de actos, como las preposadas y festejos que pasaron a multiplicarse ante la falsa información de una baja en la propagación y muertes por el virus del Covid-19. Las críticas recibidas hizo que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez diera marcha atrás en esa determinación. Informó, por ejemplo, que el regreso a clases presenciales programadas para enero, quedaría sujeto a mantener esa clasificación de baja incidencia de casos de infectados por cuatro semanas consecutivas; las cifras de enfermos mantuvo su crecimiento, en tanto los hospitales públicos recibían más y más pacientes y muchos prácticamente se encuentran como en los peores momentos cuando la saturación impedía atender a todos, ante lo cual en la reclasificación semanal Veracruz regresó a semáforo de riesgo medio, aunque en realidad la categoría tendría que ser rojo de máximo riesgo, o por lo menos naranja de alto riesgo. No hay la menor duda de que la actividad económica resulta vulnerada por su cierre total o parcial, pero la prioridad es salvaguardar las vidas humanas. En todo caso habrá que atender las recomendaciones de las propias cámaras empresariales que han pedido al gobierno prorrogar el pago de impuestos y de cuotas del Seguro Social, frenar abusos de la CFE en el cobro de recibos por consumo de energía eléctrica como ha sucedido en los últimos nueve meses de pandemia y, al mismo tiempo, respaldo de los gobiernos de los estados y municipios para sostener las plantillas laborales. La crisis sanitaria va para largo, con todo y que pronto se recibirá una primera dotación de vacunas y se inicie la distribución y aplicación de ésta en forma gradual, programada para el transcurso del año siguiente hasta alcanzar el 100% de cobertura. Mientras tanto, habrá que extremar precauciones y no caer en la tentación de presumir logros que no se tienen y ponen en peligro de morir a millones de veracruzanos, sin limitarse únicamente a recomendaciones, sino hacerlas cumplir en los hechos con medidas restrictivas para las personas que mantienen la necedad de no respetar estas medidas sanitarias dictadas, como se puede observar con toda claridad en los mercados, bares y restaurantes, pero muy especialmente entre usuarios del transporte público, donde ni los conductores usan mascarillas, responsabilidad que sólo asumen unos cuantos, lo cual debe ser corregido de inmediato por las autoridades municipales y del Transporte Público.

Se quejan personas que han acudido a solicitar directamente a las oficinas del Registro Civil actas certificadas y por las cuales están cobrando la excesiva cuota de 240 pesos. Ni en tiempos de la pandemia cesan los excesos, que tienen autorización del gobierno estatal. Las actas certificadas que entregan a los solicitantes son una simple copia con sello que autentifica el documento oficial. ¿Es un cobro legal? Debe aclararlo la Dirección General del Registro Civil, dependiente de la Secretaría de Gobierno, pues nunca antes ocurrió esta situación.

Correo:

opedro2006@gmail.com