Orizaba, Ver.- Entre estrellas del ballet y alumnos destacados así se vivió el último día de danza en Orizaba una noche de emociones y sorpresas que reunió lo mejor de la danza en el Auditorio Metropolitano hasta donde se congregaron cientos de personas para dar el adiós a esta décima edición.
El show final fue el de “Estrellas de hoy y del mañana” que como cada 2 años reúne a grandes personalidades como los mexicanos Alberto Velázquez y Anais Bueno quien estuvo acompañada por el Joffrey Ballet, también el cubano Taras Domitro y Katherine Ochoa pusieron el toque de intensidad al escenario.
La despedida empezó desde la tarde cuando los jóvenes recibieron los reconocimientos de manos de Martha Sahagún y Elisa Carrillo y se definió para quienes serían las preciadas becas que cada festival se entregan a los más talentosos de la república y más participantes, fue aquí en donde las flores y los agradecimientos robaron lágrimas entre los asistentes.
Después la fiesta final esperada dio inicio con un reconocimiento a Larissa Saveliev y Sergey Gordeev, directores y Fundadores el Youth American Grand Prix a quienes Anais Bueno dirigió unas palabras de agradecimiento por ser quienes hacen realidad el sueño de miles de jóvenes que aman la danza.
Seguido de esto el sabor del son jarocho y los ritmos latinos se apoderaron de la tarima en donde despertaron la atención del público para dar paso a los números de los solistas siendo los estudiantes más destacados quienes participaron en estas coreografías en las que demostraron porqué fueron los ganadores de estas valiosas becas.
Ahora si las estrellas pisaron el escenario siendo Amar Ramasar, la Compañía Nacional de Danza, Antonina Skobina, Taras Domitro y para cerrar con broche de oro una pieza única el “Boléro” de Maurice Ravel con una coreografía de Yoshihisa Arai, el Jeoffrey Ballet de Chicago engalanó a Orizaba teniendo a la cordobesa Anais Bueno como solista en este número que dejó boquiabiertos a más de uno.
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Una muestra de disciplina, destreza, talento y pasión por la danza es lo que se vivió por 5 días en Orizaba en esta décima edición del Festival Internacional de Danza, una sede del YAGP. Será en dos años que vuelva, mientras hay tiene tiempo para recuperar el tiempo pausado por la pandemia y recobrar el talento y el nivel que se tiene en estos festivales.
