Fortín, Ver.– La Barranca de San Miguel es muy conocida por ser un paso obligado para los conductores que van a Fortín o se trasladan a Orizaba.
Pero los mitos que surgen a su alrededor dan detalle de casos paranormales, entre los cuales destacan la silueta de un ser desconocido.
La historia de Víctor y su encuentro con lo paranormal
En una ocasión fue a Fortín, llevaba a una joven que recién había salido de un antro e iba a su casa, nos fuimos por la federal”, dice Víctor, de ocupación taxista con más de 15 años en el servicio.
Señala que eran entre las 2 y 3 de la madrugada cuando ser perfiló hacia su destino y justo a la altura del puente de la barranca, un ser extraño se desplazó hacia ellos.
“Te aseguró que lo vimos bien clarito, no caminaba, parece que volaba, desde la cabeza hasta donde daba la silueta estaba cubierta por un manto negro, parecía una sombra”, recuerda el entrevistado.
Según Víctor, cuando estaba más cerca de la aparición, así como la vieron la dejaron de ver.
“Se esfumó, se desvaneció en el aire y entonces la joven que iba conmigo empezó a sentirse mal, tenía ganas de vomitar, pero no paré hasta llegar a la entrada de Fortín".
El narrador dice que, según otros compañeros, esa aparición la han visto a la entrada del centro recreativo El Corazón.
“Mucha gente no cree, nos dicen adictos a algo por contar lo que vemos, pero solo los que trabajamos de noche o de madrugada sabemos que es cierto”, afirma el entrevistado.
Samuel, primo de Víctor dice que la primera vez en escuchar la versión de la silueta no la creyó, pero en un viaje a Córdoba decidió irse de madrugada por la carretera federal para no pagar el peaje de la entonces caseta.
“Me regresé como a las 3 de la mañana y efectivamente la vi, era una gran figura como si fuera una persona con un manto negro, grande”, expresa.
Samuel dice haber acelerado por el miedo e incluso recuerda que estuvo a punto de volcar por que cayó a la cuneta y no recuerda el tiempo que permaneció varado con las luces encendidas y el motor andando.
“Mi mente quedó bloqueada, en shock, no sé cuánto tiempo fue, pero reaccione hasta que un camionero con caña pasó y me tocó el claxon cuando reaccione, me sentía pesado, algo no dejaba moverme”, expresa Samuel.
A pesar de sus experiencias, los entrevistados dicen que no dejarán de trabajar en el taxi y de noche, por que es más agradable que laborar de día.
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Y es que según cuentan habitantes cercanos a el Corazón, por la noche la zona del puente de Metlac y la barranca de San Miguel cobra otro tipo de vida.
Para ellos, los constantes caso de personas fallecidas en el lugar tiene mucho que ver, pues según dicen, sus almas andan penando y por eso es por lo que podrían darse este tipo de eventos.
Nota publicada originalmente en El Sol de Córdoba
