/ jueves 9 de abril de 2020

Por qué nos cuesta tanto dejar de tocarnos la cara

Una de las medidas necesarias para evitar la propagación del coronavirus, pero que a veces hacemos sin pensar

Las medidas sanitarias para evitar la propagación del Covid-19 son claras y es casi un hecho que ya están presentes en la sociedad; sin embargo, hay algunas que podrían costar un poco de trabajo, no por su complejidad, sino por efectuarlas casi de modo automático, nos referimos a tocarse la cara.

“Tocarse la cara no es un mal hábito, tiene un sentido evolutivo, es una de las partes más importantes del cuerpo; entonces, cuando surge una restricción como la actual, nos cuesta mucho trabajo, pues vamos en contra de nuestros impulsos naturales”, menciona Hugo Sánchez, investigador de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

De acuerdo con el especialista, como especie hemos aprendido a tocarnos el rostro como un reflejo al estornudar o para reconocer al otro.

“Hacerlo tiene un alto valor adaptativo, por ello las caricias en el rostro son altamente deseadas, y ni qué decir de los besos, que implican la interacción de los rostros y tienen una connotación evolutiva. Es placentero sentir ese roce”, enfatiza.

Lo que dice el rostro

A largo de la evolución, aprendimos que cuando tenemos mucho miedo o enfrentamos algo aversivo, debemos cubrirnos la cara. Además, refleja nuestras emociones, como tristeza, alegría, enojo, miedo o ansiedad.

Qué hacer durante tus días en casa: la guía de #LaSeñoritaEtcétera

Qué debes evitar comer en cuarentena y por qué





Las medidas sanitarias para evitar la propagación del Covid-19 son claras y es casi un hecho que ya están presentes en la sociedad; sin embargo, hay algunas que podrían costar un poco de trabajo, no por su complejidad, sino por efectuarlas casi de modo automático, nos referimos a tocarse la cara.

“Tocarse la cara no es un mal hábito, tiene un sentido evolutivo, es una de las partes más importantes del cuerpo; entonces, cuando surge una restricción como la actual, nos cuesta mucho trabajo, pues vamos en contra de nuestros impulsos naturales”, menciona Hugo Sánchez, investigador de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

De acuerdo con el especialista, como especie hemos aprendido a tocarnos el rostro como un reflejo al estornudar o para reconocer al otro.

“Hacerlo tiene un alto valor adaptativo, por ello las caricias en el rostro son altamente deseadas, y ni qué decir de los besos, que implican la interacción de los rostros y tienen una connotación evolutiva. Es placentero sentir ese roce”, enfatiza.

Lo que dice el rostro

A largo de la evolución, aprendimos que cuando tenemos mucho miedo o enfrentamos algo aversivo, debemos cubrirnos la cara. Además, refleja nuestras emociones, como tristeza, alegría, enojo, miedo o ansiedad.

Qué hacer durante tus días en casa: la guía de #LaSeñoritaEtcétera

Qué debes evitar comer en cuarentena y por qué





Local

Se han consumido 2 mil 303 hectáreas entre las tres divisiones de incendios forestales

A la zona arribaron dos helicópteros MI17 que son de la Marina y que tienen mayor capacidad de carga y de respuesta

Local

Recuento de daños en Chicahuaxtla y la Reforma es complicado: alcalde

Cabe hacer mención que autoridades de Ixhuatlancillo y Chocamán han enviado apoyo en cuestión de mangueras, ya que el agua es de uso diario

Ecología

Con drones, Sedema reforestará áreas afectadas por incendios

Se tiene una contabilidad de 2 mil 240 hectáreas perdidas debido a los incendios que ocurren en la zona de las Altas Montañas

Deportes

Indestructibles Bickers preparan festejo por tercer aniversario; te contamos

El festejo mayor será el siete de abril con una rodada en una ruta nueva que partirá, a las 9 horas, del parque 21 de Mayo

Local

Así se vivió el Jueves Santo en la Catedral San Miguel de Arcángel

Al finalizar el lavatorio de pies, los "apóstoles" se colocaron su calceta y zapato, para luego de que todas pasarán volver a colocarse de frente al altar mayor

Local

¡Más que una tradición! Así se vive Semana Santa en Amatlán de los Reyes

Amatlán de los Reyes se ubica a unos 30 minutos de la ciudad de Córdoba, es un municipio lleno de tradición