La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) solicitó 42 millones de pesos a la Hacienda Pública para renovar y actualizar sus equipos informáticos y bases de datos, esto tras ser víctima de un hackeo en el que el grupo Guacamaya sustrajo seis terabytes de información.
Con los recursos solicitados, la dependencia busca mejorar la infraestructura de servidores de bases de datos para el Centro de Informática del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, explicó en un proyecto inscrito en la Cartera de Inversión de la Secretaría de Hacienda.
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“(La inversión) permitirá a la Sedena cumplir con la demanda y calidad de los servicios que se brindan en los sistemas de información para las actividades de administrativas, logísticas y operativas, con la finalidad de coadyuvar en la concepción, planeación y ejecución de las actividades militares que se realizan para sus misiones”, detalla la solicitud.
Entre los componentes y programas que se planean adquirir se encuentran licencias para el cifrado de bases de bases de datos, para el filtrado y auditoría de información que es recabada por dicho centro.
La Sedena busca la implementación de servicios de seguridad, migración, soporte y mantenimiento para las bases de datos.
El proyecto de inversión fue inscrito el 25 de noviembre, casi dos meses después de que se dio a conocer el hackeo a la dependencia, y se espera que los equipos y servicios duren por lo menos un lustro.
Para Marcial Mendoza, analista en informática, es probable que esta renovación de equipos y programas de Sedena sea para evitar futuros hackeos o robo de información, tal y como pasó con la famosa filtración del grupo de atacantes Guacamaya.
El experto consideró que lo más recomendable es darle mantenimiento a estas terminales en lapsos de por lo menos dos años y no cinco, como está planteado en el proyecto de la dependencia.
“Es bueno que estén blindando sus sistemas, pero también deben considerar capas de seguridad para almacenamiento en la nube, protocolos de seguridad y un plan de contingencia ante posibles hackeos”, comentó Mendoza en entrevista.
Pero reforzar los sistemas cibernéticos no es la única solución para evitar el robo de información, agregó, pues también es recomendable que al menos una vez al mes existan prácticas de hackeo ético.
Estas tareas consisten en contar con un grupo de expertos en informática que pongan a prueba la seguridad de los sistemas.
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En 2021, la Sedena detectó dos mil 291 intentos de hackeos en la dependencia, lo que representó una reducción de 73.4 por ciento frente al cierre de 2020.
La mayor parte de los ataques fueron mediante la inserción de algún programa malicioso, con un total de 947 ataques.
El proyecto también busca agilizar la recopilación de información, y estar en condiciones óptimas para la “toma de decisiones a tiempo” en ciertas misiones.