NK nació en Ucrania y aunque se crió en Italia una de sus más grandes influencias artísticas es la música mexicana y latinoamericana. ¿Cómo? Gracias a que sus padres fueron parte del Coro Nacional de su país, por lo que pasaron varias temporadas viviendo en México.
“Cuando celebrábamos algo siempre cantaban canciones latinoamericanas y mexicanas como Cucurrucucú paloma. Y yo siempre quise comprender estas palabras”, recuerda la cantante en una entrevista remota.
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Eso llevó a Anastasia Kamenskykh –su nombre real– a aprender español, “porque es un idioma muy sensual y porque mi corazón es muy caliente; creo que en otra vida fui una chica latinoamericana”, bromea frente a la cámara.
Fue así como comenzó el proceso para crear, Ecléctica, un material con siete temas en español en el que la cantante mezcla nuestro idioma con elementos de su propia cultura: “Decidí hacer un álbum donde fusiono todos los ritmos latinoamericanos con instrumentos ucranianos”.
Para lograrlo, NK se embarcó en un viaje por diversas regiones de Latinoamérica, donde encontró palabras clave que describieran tanto la cultura como el idioma. En el caso de México “a huevo”, fue la expresión elegida ya que “en todas las partes puedes escuchar esta palabra y cuando quisimos recrear algo con ambiente mexicano decidimos añadir esta palabra”.
Con A huevo, la ucraniana quiso rendir homenaje a nuestras tradiciones, “y en el video musical puedes ver una verdadera fiesta mexicana con todos los símbolos como guitarras, sombreros, jugadores de futbol, luchadores y tequila”, cuenta.
El problema fue cuando una vez terminado el disco, NK se dio cuenta que no todas las palabras significan lo mismo en México que en el resto de la región hispana: “Decidimos mostrarlo después a todos los países de Latinoamérica y todo bien, pero en Argentina una palabra puede significar una cosa mala y así en cada canción. Fue muy difícil cuando necesitaba volver y cambiar palabras”, recuerda.
De Ecléctica también se desprende su primer sencillo, Elefante, tema que recientemente superó 115 millones de reproducciones en YouTube y que fue su debut con el español.
Aunque reconoce el éxito de la música latina en los últimos años, NK confiesa que su pasión por este estilo viene desde pequeña, cuando quería casarse con Ricky Martin: “Era mi gran sueño. Y de pequeñita yo cantaba ‘1, 2, 3… un pasito pa’ lante María’ –canta con un perfecto español–. Siempre me gustó esta música, no es algo que se dio después del éxito de Despacito”.
Tras estos temas, NK desea colaborar con artistas latinos como Maluma, de quien fungió como telonera en su concierto en Ucrania, así como de Thalía, quien ha sido una gran influencia en el idioma: “Cuando aprendo español con mi profesora escuchamos muchas entrevistas para aprender más palabras, vocabulario más grande. Me gusta mucho cómo habla y piensa porque de verdad es una chica talentosa y bondadosa y tiene mucho éxito”, concluye.
