Un impresionante dispositivo de seguridad establecieron autoridades municipales alrededor del Palacio de Orizaba al conocer la megamarcha de docentes que llegaría a ese lugar para exigir justicia por la muerte de los hermanos Ernesto y Román Pérez González el pasado 1 de noviembre.

El acceso principal que está en la Avenida Colón se cerró desde temprano, mientras que en el de la parte trasera que da al Puente Independencia instalaron un filtro de vigilancia permitiendo solamente la entrada a ciudadanos que comprobaron que realizarían algún trámite en alguna de las oficinas.

Elementos de la Policía Estatal y Fuerza Civil resguardan el inmueble que luce vacío en su interior.

Por su parte, elementos de Tránsito cerraron las calles adyacentes al recinto de los poderes municipales, mientras se unían a los profesores, grupos de otros municipios.

El cierre de calles de la periferia del Palacio de Orizaba ocasionó caos vehicular y los conductores tuvieron que regresar en sentido contrario para poder retomar otras cualidades para retomar su camino.