Orizaba, Ver.- Las causas de muerte en épocas prehispánicas sorprenderían a los médicos actuales, por ello, existen estudios realizados por antropólogos que comprueban cuáles eran las causas que llevaban a pobladores a perder la vida o sentir dolencias, manifiesta Judith Ruiz González, antropóloga física y conferencista.
Enfermedades, infecciones como diarera y sífilis fueron la causa de muerte entre los pobladores del municipio de Maltrata en la época prehispánica, además los habitantes padecían de problemas en rodillas, columna, antebrazos y tobillos, siendo esto un acto destacado por parte de la antropóloga, ya que los rituales antiguos fueron parte de las causas de muerte.
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Comenta que durante sus investigaciones se encontraron pequeños huesos que derivaron de una niña de 7 años, la cual padeció posiblemente de sífilis congénita, dejando claro que esta enfermedad es causa de muchos abortos y muertes de infantes, pero esta niña sobrevivo unos años.
“Es interesante que en los huesos óseos de la niña de Barriales hay lesiones en sus huesos bien específicas y que nos orientan a diagnósticas que probablemente padeció de sífilis congénita”, explica.
Sífilis congénita no solo deja huellas en la piel
Apunta que dicha enfermedad no solo deja huellas en la piel, sino en los huesos, ya que provoca una deformidad en las piernas, la inmovilidad en los segmentos superiores del cuerpo y el desarrollo no es igual que si el niño estuviera sano, pues hay retraso en su crecimiento.
En aquellas épocas, el que el valle de Maltrata fuera zona de paso entre el Altiplano y el Golfo de México, provoco tránsito y con ello también el contagio de padecimientos, señales que fueron arrojadas gracias a los estudios hechos en unas fosas encontradas en Rancho Verde.
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Los restos óseos permiten conocer como fue la vida de las personas
Ruiz González, abunda que los restos óseos permiten conocer como fue la vida de las personas y en el caso del Valle de Maltrata había personas dedicadas a extraer del Pico de Orizaba bloques de obsidiana, lo que reflejo lesiones en columna, tobillos y antebrazos, pues estos los cargaban en la espalda.
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En el caso de las mujeres, quienes se dedicaban a la molienda, quedaban estragos en su esqueleto, pues presentaban lesiones en tobillos, rodillas y antebrazos.