Orizaba, Ver.- La zona centro se encuentra en llamas luego de suscitarse incendios en cañales de Amatlán, pastizales de Río Blanco, y el basurero de Cuitláhuac.

De hecho este último es el punto más severo y grave que enfrentan los tragahumo al mando del comandante Antonio Cambambia Jácome, en este municipio.

El basurero es particular y está ubicado a un costado de la carretera federal Córdoba-Veracruz, en el tramo de Cuitláhuac-La Tinaja, a la altura del kilómetro 34. El incendio inició el pasado fin de semana y en 72 horas de combate los hombres de fuego no han podido sofocarlo.

El sábado el jefe de los bomberos, Cambambia Jacomé lo consideró fue de control y de alto riesgo tomando en cuenta la diversidad de productos tóxicos que puede haber entre otras cosas. Y es que la humareda por la quema del depósito se eleva a varios metros de altura y luego es esparcida por las ráfagas de aire, con lo cual la contaminación al medio ambiente y al ser humano aumenta considerablemente.

Lo peor del caso es que aún cuando los bomberos de Cuitláhuac, Córdoba, Pemex, y otros voluntarios luchan por sofocarlo, el dueño del lugar presuntamente se niega a colaborar proporcionándoles diésel para los carros-tanques, y esto dificulta el arribo de los rescatistas.

Por otro lado, bomberos de Amatlán controlaron durante la tarde la quema de un cañaveral ubicado por el puente de Los Mangos.

El fuego amenazaba con alcanzar una vivienda ubicada en las inmediaciones del sembradío, por lo que la tensión fue superior, aunque afortunadamente se logró combatir y sofocar.

En Santa Catarina, Río Blanco, el intenso calor provocó la quema de pastizales, que aunque estaban lejos de las viviendas, las ráfagas del aire arrastraban el humo y las cenizas, por lo que se procedió a combatirlo.

Fueron elementos de la Central de Bomberos Metropolitanos, quienes se dieron a la tarea de rociar el agua en los pastizales para acabar con la contingencia.

Finalmente los traga-humo recomendaron que ante la ola de calor que siente en la zona, se evite arrojar colillas de cigarros o botellas a zonas en donde hay demasiada hierba, para evitar contingencias ambientales.