Orizaba, Ver.- En la última década el panorama para los alarifes cambió drásticamente, pues de haber obras pública y privada, trabajo y salarios que les permitían cubrir sus necesidades y un poco más, ahora afrontan desempleo, bajos salarios y falta de seguridad social, menciona Diego de la Cruz, trabajador de la construcción, con 55 años de experiencia.
Señala que, debido a la falta de obras en los municipios, decenas de hombres de la cuchara están sin laborar a raíz de la pandemia.
Reconoce que la mayoría de los albañiles trabaja "más de ocho horas por día", perciben apenas 250 pesos por jornada, cuando lo que requieren es ganar por lo menos 500 pesos por día.
Considera que uno de los sectores más desprotegidos en la rama de la construcción es el de los albañiles, pues un gran número de ellos trabaja sin tener el Seguro Social y prestaciones de ley".
Afirma que por las características del trabajo están expuestos a enfermedades, sobre todo relacionadas con lesiones en la columna, en los pulmones, en la cintura y desarrollan hernias de todo tipo; además de que son propensos a tener infecciones estomacales y laringitis, que se asocian al excesivo peso que cargan y a los diferentes polvos que respiran, tales como: cemento y cal.
Todo eso hace que el salario que perciben no alcance ahora para nada, por el constante incremento a los productos de la canasta básica e insumos que tienen que comprar para cuidar su salud por la pandemia. Así que afrontan la situación como pueden, dijo.
Te puede interesar: Albañiles listos para festejar el “Día de la Santa Cruz”
Pese a ese panorama, este 3 de mayo, Día de la Santa Cruz, festividad religiosa originaria del antiguo Jerusalén, los trabajadores de la construcción lo adoptan como suyo y celebran el Día del Albañil.
Este día, colocan una cruz de madera con flores y listones en las construcciones que están en obra negra. Los patrones ofrecen una comida a sus trabajadores; hay música, carnitas, barbacoa, pollo enchilado, chicharrón, tortillas, pulque, cerveza y aguardiente.