Orizaba, Ver.- Luces que se encienden en los pasillos, objetos que se escucha que se caen en la cocina antigua que se recreó y hasta un piano que se tocaba solo y se movía de lugar, son algunos de los extraños fenómenos que policías que vigilan el Archivo Histórico de Orizaba han vivido.

El edificio que se ubica en el Centro Histórico, es uno de los más antiguos y bellos de la ciudad, desde hace más de 14 años alberga. Como su nombre lo dice, todos los documentos que dan cuenta de la historia y cambios que ha tenido la ciudad; además cuenta con una hemeroteca, una cocina antigua que se recreó y desde el 31 de diciembre, el Museo de las Memorias de Orizaba.

El Policía, quien se reserva nombre, relata que hace algunos años, durante la guardia que hacía en ese lugar se disponía a descansar, pues les daban una hora por la noche para ello.

Era la madrugada de un lunes. Cerca de la reja que está en la entrada del patio central acondicionó una cama con cartones, se cubrió con su chamarra y se tapó la cara, ya había apagado todas las luces del lugar pues los apagadores están retirados de donde descansaría.

“Casi al fondo del pasillo hay uno y a la vuelta hay otro, es como puedes tener luz en el pasillo general. Habían transcurrido algunos minutos cuando sintió la molestia de la luz, me desperté y estaban todas las luces del pasillo, encendidas".

Otros de sus compañeros han sido testigos de cosas raras también, incluso durante el día. Más de dos platicaron que había un piano y durante las noches escuchaban cómo lo tocaban.

“En una ocasión, uno acompañaba a un empleado del Archivo, porque había visitas guiadas; entraron a donde estaba el piano y no estaba en su lugar. El empleado le pidió ayuda para colocarlo en su lugar y lo acomodaron; terminó la visita y se salieron; más tarde hubo otra visita y entraron a donde estaba ese piano, y nuevamente estaba fuera de su lugar; estaba como lo habían encontrado antes de acomodarlo”, relata.

Otro policía que esperaba que llegara su compañero que lo relevaría en la vigilancia, dice, escuchó cómo en la sala donde se recreó una cocina antigua, se cayeron todos los trastes que estaban colgados en la pared y se rompieron.

“Se dirigió a ese lugar, porque tendría que hacer un reporte de todo lo que se había dañado. Junto con su relevo, que llegó en ese momento y le dijo lo que había escuchado, fue a la cocina y vieron que estaba todo intacto, todo estaba bien acomodado y en su lugar”.

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Así como éstas hay más relatos de sucesos que ocurren en lugares icónicos de nuestra ciudad, que no tienen explicación, de los que poco a poco daremos a conocer.