De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Gerencia Estatal de Veracruz, en lo que va de 2021 están registrados 28 incendios forestales, seis más que en 2020, aunque los daños por hectárea son menores —de 311 ahora son 198—.
A los datos mencionados se agregan los pronósticos y la perspectiva climatológica a corto plazo emitida por la Secretaría de Protección Civil del estado, los cuales indican que en el mes de marzo se espera una disminución en lluvias y un incremento en temperatura.
Las condiciones son propicias para que, de presentarse más incendios forestales, estos puedan propagarse más rápido, con afectaciones mayores por hectárea.
Ante este panorama, Antonio Sánchez Falfán, enlace de Incendios Forestales de la Conafor, con sede en Banderilla, llamó a la población y a quienes realizan quemas a actuar con responsabilidad.
“Puede haber condiciones de riesgo para una rápida propagación del fuego, sin embargo, si no hay un uso indebido, no se presentarán los incendios”, indicó.
Dio a conocer que en 2020 disminuyeron en un 41 por ciento los incendios, comparados en promedio con 2005, desde que hay estadística integrada. Esa es una buena noticia, pero contrasta con los daños, pues resultaron afectadas 3 mil 252.5 hectáreas, 14 por ciento más que en otros años.
“Hubo menos incendios, pero más daños a una mayor superficie, sobre todo por las altas temperaturas y sequías, que provocaron la propagación de manera más rápida que en otros años”, puntualizó.
En la entidad, las actividades agropecuarias son las mayores causantes de los incendios forestales, las cuales representan entre el 30 y 40 por ciento; otros factores son las fogatas de paseantes y los hornos de carbón, explicó.
“Si las quemas agrícolas, quemas para pastoreo y quemas de desecho se dan sin los cuidados necesarios y cuando se presentan vientos fuertes y altas temperaturas, como las suradas o norte, las consecuencias son lamentables”, dijo.
Actualmente, cuando está la temporada más activa —del 15 de enero al 30 de junio— de incendios forestales, expuso que el personal se mantiene atento ante cualquier emergencia y también realizan actividades informativas.
PREVENCIÓN
En cuanto a la temporada baja, de julio a diciembre de 2020, estuvo dedicada a las actividades preventivas. Entre otras, nombró la realización de brechas contrafuego y quemas controladas o prescritas —aplicación del fuego de manera técnica para reducir la cantidad de vegetación que se pueda quemar y evitar un incendio de carácter catastrófico—.
Antonio Sánchez precisó que trabajan de manera coordinada con la Secretaría de Protección Civil y la de Medio Ambiente, así como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
“También con los municipios, que son el primer nivel de gobierno responsable de la atención y prevención de incendios forestales, de acuerdo con lo establecido en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable… Se unen algunos grupos o ejidos, con alguna actividad de prevención o brigadas comunitarias”.
En ese sentido, Protección Civil apoya con difusión de infografías, capacitación y también tiene delineado el programa especial “Temporada de Sequía y Estiaje 2021”.
En estos documentos llama a los involucrados a estar atentos y, entre otras cosas, destaca que sigue siendo una de las mejores prácticas el aislamiento de la población a través de la estrategia más utilizada en la atención de incendios forestales: la construcción de cortafuegos.
“Estos deben estar estratégicamente ubicados alrededor de las poblaciones, con un ancho adecuado para delimitar la zona del incendio; el objetivo es aislar los combustibles”, refiere.
PC aclara que el universo de atención es en los 212 municipios, ya que todos están expuestos a algún tipo de sequía, aunque se identifican 101 que por su tendencia a sequía son más susceptibles a sequía severa.
En cuanto a cómo ha afectado la pandemia las labores realizadas en la Conafor y en el aspecto económico, Antonio Sánchez aseguró que no hay falta de recursos pero sí ha habido cambios en la manera en la cual efectúan sus actividades.
Igual que cualquier otra instancia, dijo que la Conafor se adapta a la “nueva normalidad”, que le exige llevar a cabo actividades con menos personas, con protocolos sanitarios y con sana distancia.
Antonio Sánchez Falfán llamó a la población a ser responsable en el uso del fuego, sobre todo en el uso agropecuario, así como seguir las recomendaciones establecidas en la Norma y estar pendiente de los pronósticos. “Los incendios son prevenibles”.