Gobierno debe trabajar con la sociedad, para evitar tener madres de alquiler

Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba, declaró que la ciencia lo permite, pero constitucionalmente falta meditar sobre este tema y analizar las consecuencias que genera

Mayra Figueiras Hernández | El Sol de Orizaba

  · jueves 19 de diciembre de 2019

Foto: Jaime Rivera | Diario de Xalapa

Orizaba, Ver.- Mientras el gobierno no garantice el desarrollo en las comunidades en todo el país, fenómenos social como el de las madres de alquiler continuarán y podrían extenderse, pues aunque la ciencia lo permite, a nivel constitucional falta todavía meditar sobre este punto por las consecuencias que pudiera tener de posibles incestos o a que quienes no pueden acceder a la paternidad o no son capaces de llevarla a cabo, cosifiquen al niño que nace, aseveró Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba, quien recordó que en el país, la maternidad subrogada no está regulada.

Dijo que, si bien en la región Centro del estado no se han confirmado casos de este tipo, en estados como Tabasco, Sinaloa y Sonora sí los hay y el problema se recrudece al aceptar el Registro Civil que el acta de nacimiento ya no será necesaria la huella del bebé y por lo contrario podría ir la huella de la madre o gestante.

¿Cómo va a aceptar algo así el Registro Civil si ni siquiera está regulada la maternidad subrogada?, están entrando en contradicción jurídica, porque a nivel del acta de nacimiento se va aceptando una realidad que no se ha regulado todavía”, dijo.

Subrayó que para evitar que esos casos aumenten, se debería manifestar la búsqueda de reivindicación de la mujer, porque al hablar de maternidad por alquiler se está aceptando, tácitamente, la utilización de las mujeres, su instrumentalización; porque ya no se les reconoce como sujetos sino como objetos.

Foto: Miguel Castillo | El Sol de Orizaba

Esa es una de las primeras objeciones que podremos encontrar. Nos están citando una realidad de que una mujer acepta llevar en su propio ser el crecimiento de otro ser humano que después le va a ser arrebatado, porque se le va a quitar, no va a ser su hijo, va a ser una madre gestante”, aseveró.

Refirió que esto conlleva a otro tipo de realidades y riesgos para la salud de la madre gestante, porque no tienen una o dos maternidades en su vida; a veces por la necesidad económica llevan cinco, seis o hasta siete maternidades, convirtiéndose así en incubadoras humanas

Hoy se habla mucho de trata de personas, pues esa es una especie de trata de personas, porque se les utiliza. A nivel jurídico, legal, sabemos que se pueden desarrollar los dos efectivos psicológicos de la mujer gestante y en un momento se daña también su salud psicológica, porque se le está arrebatando a alguien que llevó en vientre sus nueve meses”, subrayó y destacó que el Derecho ampara sobre todo el derecho del menor, no el de los adultos, a tener unos padres; no el de un padre o una madre a tener un hijo.

Finalmente, afirmó que, desde la perspectiva cristiana, los hijos son un don, no un derecho; entonces como don se debe pedir; además de que está la posibilidad “y ahí creo que hay mucho que realizar trabajar en nuestro país, de la adopción, y además facilitarla porque hay muchas familias que quieren y pueden adoptar a un niño y los trámites son engorrosos”, pues pueden tardar hasta 3 años, lo que los desanima. Esa sería una opción para evitar cosificar a una mujer o ver a un niño como una mercancía, como objeto a obtener como si fuera un derecho.