Orizaba, Ver.- El número de fallecimientos ya sobrepasó la capacidad del crematorio a tal grado que las funerarias han tenido que esperar hasta 8 horas para poder llevar un cuerpo a incinerar y mientras tanto lo mantienen en el área de resguardo.
Flavio Gutiérrez Bretón, socio de la Funeraria Hernández, dijo que hay días en los que hacen fila para el crematorio. “En una ocasión no hubo crematorio disponible durante 3 días porque se saturó, tuvimos que hacer fila y resguardar los cuerpos”.
Señaló que muchas familias muestran disposición para resguardar el cuerpo de su familiar en el domicilio, con la corresponsabilidad de que se les desinfectaría el espacio al término.
Las reglas de oro ya las saben: el cuerpo va a estar ahí, pero no lo pueden tocar. La cápsula o el ataúd si es inhumación va a estar encapsulado, empapelado para que no vuelvan a tocar el cuerpo.
Por lo que concierne a nosotros existe la total seguridad de que, aunque el cuerpo esté en resguardo unas horas mientras le toca turno en el crematorio, no emane contaminación y no se exponga a la familia
Señalan que el cuerpo de una persona que fallece por Covid-19 sale directamente al crematorio o al panteón. Si es buena hora se habla al cementerio y primero se entierra y después, con calma, se hacen los trámites; igual sucede cuando se recurre a la cremación.
Al número de personas que fallecen es tan elevado, insistió, que ha habido días en que los crematorios trabajan día y noche. Recordó que hubo una ocasión que llevaron el cuerpo de una persona a Tehuacán a cremarlo, porque en el crematorio de la ciudad ya no había espacio.
Lo máximo que han tenido que esperar para poder cremar un cuerpo son 8 horas. “Nosotros tenemos nuestra zona cero de resguardo, que no está aquí; pero de todas formas es mucho tiempo. Nosotros, como funeraria responsable todo el protocolo que nos mandaron de la secretaría de Salud, se ha cumplido al pie de la letra”, destacó.
Tras reiterar a la población lo importante que es quedarse en casa para evitar exponerse a un contagio, dijo que la gente ve a quienes trabajan en las funerarias con miedo.
“La gente ya nos ve con temor, somos el centro de atención”, dijo y apuntó que los funerarios también son humanos y nadie los ha tomado en cuenta, a pesar de que también están en la lucha contra la pandemia.
“Les aplauden a los médicos, enfermeros, trabajadores sociales; pero a nosotros nadie nos hace caso. Somos la parte final de esta pandemia e infortunadamente, mientras no haya cura en la muerte, solamente podemos destruir el virus a través de la cremación”, concluyó.