ORIZABA, Ver.- Recibir el año nuevo con algún ritual es para muchas familias del Valle de Orizaba, una tradición. Unos, justo a la media noche barren el frente de su casa para alejar los chismes, otros salen a caminar a dos o tres calles de la casa, para atraer los viajes; algunos más, visten prendas color rojo o amarillo pues quieren atraer amor y dinero o sacan todo lo viejo, para todo hay, mencionó el curandero Antonio Ramírez Mota.
“Hay algunos sencillos pero fundamentales para inicio de año”, como el ritual de las manzanas con miel, canela, trigo y unas monedas. “Se colocan cuatro manzanas con canela rociada, miel y trigo o cualquier otra semilla, para que sea abundante el año y unas monedas, que significa dinero todo el año”, explicó.
Éste se tiene que colocar en la mesa principal o en la sala y que las personas que reciben tengan la misma energía. Este ritual, apuntó, se puede hacer a cualquier hora del día y mantenerlo en la mesa principal mientras transcurre la cena.
También hay rituales con cuarzos pues la gematerapia ayuda al relajamiento, a atraer buena vibra, trabajo, amor, tranquilidad durante todo el año. Además de que usar un cuarzo purifica en automático. “A la hora de la cena se jala la energía”. Hay cuarzos para la salud, la abundancia.
La aloterapia, que consiste en darse un baño, antes de cenar, con aceites aromáticos; también se puede realizar con incienso; “todos esos rituales son para atraer armonía y se tenga un inicio de año bueno”, dijo.
Sobre el uso de prendas íntimas de color rojo o amarillo para atraer el amor y el dinero explicó que la gente los utiliza porque relacionan los colores, por ejemplo, el rojo con la pasión o el amor, mientras que el color amarillo lo asocian con el dinero; “mucha gente lo utiliza como una tradición y símbolo de la buena suerte. Usan esa ropa nueva el día 31 para que estén relajados y haya abundancia en eso”, dijo.
Finalmente, pidió a la población nunca perder la fe en los rituales que hagan para que resulte bueno, pues si no lo hacen de esa manera, “así pongan mil cuarzos o toneladas de incienso no va a dar resultado, es la fe, no la cantidad”, concluyó.