Leyenda: Padre muerto cumplió promesa hecha a su hija

El gendarme estaba cerca de la puerta principal, cuando una persona llegó con un ramo de girasoles y le pidió permiso para depositarlo en una tumba

Mayra Figueiras | El Sol de Orizaba

  · miércoles 20 de octubre de 2021

Foto ilustrativa: Miguel Castillo | El Sol de Orizaba

Orizaba, Ver.- Un policía municipal que fue asignado para cubrir la guardia en el Cementerio Municipal Juan de la Luz Enríquez vivió, una noche, un extraordinario e inexplicable suceso que tras investigar lo dejó sorprendido y aunque le costó trabajo aceptar lo ocurrido, reconoció finalmente que fue un hecho fuera de este mundo.

Esta historia, cuentan Yanet Monterrosa y Emmanuel De La Llave, se basa en hechos reales y ocurrió en la víspera del Día de Muertos. Relata que una noche típica de noviembre, con llovizna y neblina, el gendarme estaba cerca de la puerta principal, cuando una persona llegó con un ramo de girasoles y le pidió permiso para depositarlo en una tumba.

Foto ilustrativa: Miguel Castillo | El Sol de Orizaba

Accedió a la solicitud a pesar de que ya era casi la hora de cerrar, pues lo vio muy afligido. Le dio el paso y lo vio alejarse, desapareciendo en medio de la niebla y la oscuridad.

Al cabo de un rato y al tener que cerrar las puertas del panteón, se percató de que no había visto salir al hombre que le pidió permiso para entrar. Esperó un rato más antes de comenzar a buscarlo. Más tarde, aunque revisó el camposanto en todas sus secciones no logró encontrarlo. El policía, agrega, sintió miedo porque temía que algo le hubiera pasado.

Su turno lo pasó inquieto y atento a los ruidos propios del cementerio, pero nada extraordinario ocurrió, salvo la inusual visita de la noche anterior.

Al amanecer volvió a recorrer el panteón en busca del hombre, pero tampoco lo encontró, sin embargo, sí ubicó la tumba con el enorme ramo de girasoles que llevaba el señor en cuestión.

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Discretamente se acercó y vio que a los pies del sepulcro varias personas rezaban. Tras saludarlos y presentarse les preguntó quién había llevado tan hermoso ramo de girasoles y le respondieron que sólo una persona podría haberlos llevado, pero había fallecido dos meses antes, por lo que seguramente pidió con anticipación que alguien lo hiciera.

Descubrió que quien estaba sepultada era una niña que recientemente había fallecido. Fue entonces que platicó a los familiares de la pequeña lo que ocurrió la noche anterior.

Foto ilustrativa: Miguel Castillo | El Sol de Orizaba

La mamá de la pequeña, conforme escuchaba el relato del policía comenzó a llorar y dijo que su esposo había prometido a su hija llevarle flores el día de su cumpleaños, pero él falleció meses antes que ella.

El vigilante les describió cómo era la persona que le pidió permiso para entrar a dejar el ramo, sorprendiendo a todos, pues por los detalles que les dio el policía coincidieron en que había sido el papá de la pequeña, que después de muerto cumplió la promesa que le hizo.