/ domingo 23 de mayo de 2021

Miles de jóvenes, en el nerviosismo, por examen de UV

Con el estómago vacío, pero con la ilusión de ser una ingeniera, así se presentó Fidelia a su examen de admisión, joven bilingüe, nahuablante, originaria del municipio de Coetzala

Xalapa, Ver.-Pocos minutos después de las 7 de la mañana, Rubén Villasana ya está en el primer sitio de la fila de una de las sedes de la Universidad Veracruzana, donde ayer presentaron examen de admisión miles de jóvenes que aspiran a ocupar uno de los 17 mil 295 lugares que la máxima casa de estudios tiene dispuestos para nuevo ingreso.

Rubén, originario del municipio de San Andrés Tuxtla, tiene 18 años de edad y quiere estudiar Derecho. Llegó a la capital del estado con anticipación para alojarse en casa de una amistad. Y dice no estar nervioso porque estudió mucho.

La seguridad de Rubén contrasta con la de otros chicos, quienes, nerviosos, esperan salir bien en el examen porque su máximo sueño es ser parte de la Universidad Veracruzana. Así lo manifiesta la xalapeña Carolina Hernández, quien por tercer año consecutivo busca esta vez que los resultados la favorezcan.

Los nervios son notorios, y es que además de la prueba que presentará, comparte que las condiciones de la pandemia por Covid-19 le generan cierto temor, pues en su familia ya hubo un fallecido por esta enfermedad.

Segundo año de pandemia

Y es que por segunda vez, ante la contingencia sanitaria, la UV da seguimiento a las medidas de sanidad y protocolos establecidos para evitar la propagación del nuevo coronavirus.

Para mantener la sana distancia y evitar las aglomeraciones, citó a las 8:30 horas y el examen inició a las 10. Sin incidentes, a las 8:40, los jóvenes con cubrebocas pasaron por un filtro donde se les tomó la temperatura y se les proporciona gel antibacterial. Está previsto que comiencen su examen a las 10 de la mañana y tienen oportunidad de extenderse hasta por tres horas.

Mientras esto sucede, a diferencia de otros años, hay menos padres de familia acompañando a sus hijos y los comerciantes también son pocos, pero no faltan quienes buscan hacerse de un recurso con la venta de caretas, mascarillas, lápices o gomas, o como doña Dulce, que se trasladó de Coatepec a Xalapa para vender gorditas de frijol y de chile seco.

Los sonidos se confunden, mientras por un lado se escucha la oferta académica de escuelas particulares, por otro se oye el pregón de un personaje famoso, "Don Volo", quien espera vender los 70 volovanes de choriqueso, jamón, pollo y "hawaianos" que, horneados en leña, dice que son los mejores.

"Don Volo" comparte que tiene la esperanza de que también pronto se reanuden las clases presenciales, porque solo la va "librando". Él y su hermano han resentido en lo económico la crisis sanitaria, igual que las universidades privadas.

Con botargas o con los uniformes de las escuelas que representan, dan folletos, volantes y buscan el apoyo de jóvenes para que se tomen la foto y la compartan en redes sociales, a cambio, les dicen, habrá promociones especiales, si es que las llegan a necesitar.

Orgullo Universitario

Entre quienes han decidido acompañar a sus hijos está doña María Leticia Alonso. Orgullosa, habla de su hijo Karol Karim Mar Alonso, quien presenta examen para Ciencias Políticas. De ser admitido, será su segunda carrera en la UV, pues él ya estudia Derecho y apenas, en la Semana del Estudiante, ganó primer lugar en parlamento y segundo en oratoria.

Es inquieto, dice su mamá, "estudia idiomas y también juega ajedrez. Es muy inteligente". Con la noticia de la vuelta a las aulas y viendo que sus dos hijos tienen muchas metas, ella y su esposo decidieron mudarse a Xalapa en enero pasado. Son nativos de Poza Rica y ahora rentan una pequeña casa. Ilusionada, espera que todo vaya mejor.

La aplicación del examen presencial, además de ayer, se llevará a cabo el 23, 29 y 30 de mayo, mientras que el examen en línea se aplicará los días 24, 25, 26 y 27 de mayo.


Ahora son 37 mil 723, aproximadamente el 82 por ciento, los aspirantes que eligieron presentar su examen en papel en alguna de las cinco regiones de la entidad, mientras que sólo 8 mil 604, el 18 por ciento, lo hará de manera virtual desde su casa.

Tal y como lo informó Diario de Xalapa con oportunidad, la UV pasó de ofrecer 16 mil 704 lugares a 17 mil 295, lo que representa más de 500 espacios en 11 programas educativos adicionales.

De los 37 mil 723 aspirantes que presentarán examen presencial, 14 mil 165 lo harán en la región Xalapa; 8 mil 458 en Veracruz-Boca del Río; 5 mil 975 en Orizaba- Córdoba; 4 mil 361 en Poza Rica- Tuxpan y 4 mil 764 en Coatzacoalcos- Minatitlán.

La publicación de resultados será el 25 de junio; inscripción deprimera lista, del 9 al 12 de agosto; publicación de lugares disponibles, el 20 de agosto, e inscripción de lugares disponibles, el 24 de agosto.

Con el estomago vacío, pero con ganas de superarse

Con el estómago vacío, pero con la ilusión de ser una ingeniera, así se presentó Fidelia a su examen de admisión, joven bilingüe, nahuablante, originaria del municipio de Coetzala, quien busca estudiar una ingeniería en la Universidad Veracruzana.

Su madre, doña Ausencia Hernández Valerio, también sin desayunar, espera a "Fide" sentada en una de las guarniciones de la Facultad de Economía, en la capital del estado. Con reservas, comparte que ella y su hija caminaron hasta tomar un taxi en los primeros minutos del sábado 22 de mayo para llegar con anticipación a la cita, prevista para las 8:30. El tiempo es lo de menos, el problema fue cubrir los dos mil 800 pesos que tuvieron que pagarle al chofer.

Foto: Eduardo Corrales | Diario de Xalapa

"Llegamos a las 6:00 y ya luego se formó ella. No sé qué quiere estudiar…, una ingeniería. Sí me platica pero no sé más. Yo estoy sola y lo que le digo es que la voy a apoyar", afirma para luego expresar su emoción por tener una hija estudiosa e inteligente, igual que su hermanito, quien cursa la primaria.

Ataviada con indumentaria tradicional y cubrebocas, doña Ausencia sonríe, sus ojos la delatan, hay alegría en ellos, y es que si Fide obtiene un lugar en la UV y termina su carrera, será la primera persona en su familia que cuente con estudios profesionales.

Si eso sucede, les espera un camino difícil en lo económico, pues doña Ausencia hace "distintos trabajitos" para ir subsistiendo. Sin embargo, no se desanima y alienta a su hija a seguir. "Lo primero es que quede, ya luego vemos dónde vive y buscamos una beca, eso es lo que yo le digo porque hasta donde se pueda, yo le voy a dar estudios", reitera.

Fidelia apenas tiene 18 años, así que tampoco hay mucha prisa, lo que sí hay son muchas ilusiones de ambas mujeres, quienes no han crecido en las mejores condiciones, pero a pesar de ello, ven el futuro con optimismo.

"Ella dice que si no pasa lo intentará otra vez, el próximo año. Y yo le digo que sí", enfatiza. Quizá las cosas serían un poco mejor si el papá apoyara, comenta doña Ausencia, para luego lamentar el desisterés.

"Pero no importa, ahí vamos. Y mi hijo también es estudioso. Yo no les digo que no. Lo que quieran lo vemos. El cumplió los 12 años el 10 de mayo y también lleva buen promedio".

Los sueños compartidos son de "echarle ganas y salir adelante", manifiesta doña Ausencia, mientras espera a Fide para comprar algo y luego emprender el regreso a su lugar de origen, en la zona montañosa central del estado de Veracruz.

Foto: Eduardo Corrales | Diario de Xalapa

Fidelia buscar ser uno de los 17 mil 295 jóvenes de nuevo ingreso que forme parte de la máxima casa de estudios a partir del próximo semestre. Si es así, buscará apoyo. Su madre, con optimismo, deja el número de su celular, por si alguien quiere comunicarse después, 2331168382.

Desigualdad social

La jornada del examen de admisión para la Universidad Veracruzana se convierte en un escenario donde son visibles las desigualdades sociales y económicas, así como las necesidades de ciertos sectores de la población, entre ellos, el de los jóvenes con alguna discapacidad que buscan oportunidades de crecimiento y acceso a la educación superior.

Uno de estos aspirantes es Braulio Juárez Pedraza, de Miradores del Mar, municipio de Emiliano Zapata, quien quiere estudiar en la Unidad de Artes la carrera de Fotografía y todo lo relacionado con el diseño. Le llaman la atención la imagen y la comunicación visual.

Llegar a presentar su examen ayer, en la Facultad de Contaduría, en Xalapa, tiene detrás una historia de esfuerzo, dedicación y perseverancia, comparte su mamá, María Guadalupe Pedraza Vela, quien a punto del llanto por el orgullo que la invade menciona que Braulio tiene una discapacidad auditiva.

“Al principio no escuchaba nada, pero fue implantado. Ahora tiene un implante coclear y puede escuchar, aproximadamente, el 40 por ciento. El problema es que él se ayuda leyendo los labios, pero con la pandemia, todos usan cubrebocas, y eso lo hace más difícil”, expresó mientras esperaba que Braulio concluyera la evaluación.

Sentada en una guarnición, Lupita dice que su hijo, quien tiene 18 años de edad, se frustra porque escucha poco, pero su deseo es ser un profesional. “Yo le decía, hijo, es muy difícil. Muchos no pasan el examen, pero tampoco le dije que no. Le dije que si quería, se le pagaba la ficha y pues Dios quiera que quede”, manifestó emocionada por los deseos de superación de Braulio.

A diferencia de otros chicos que tomaron cursos, él se preparó en casa. Sus padres le consiguieron una guía y confían en él, pues tiene buenas calificaciones. La primaria y la secundaria las cursó en Xalapa, con apoyo de la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (Usaer), pero en preparatoria, que no hay esta instancia técnico operativa de educación especial, tuvo que efectuar sus estudios en una escuela de su municipio.

Si Braulio obtiene un lugar en la máxima casa de estudios del estado, su mamá dice que trabajará mucho para comprarle su cámara fotográfica, porque esa será su principal herramienta.

Braulio es el segundo de tres hermanos. La mayor, de 22 años, estudia pedagogía en el sistema abierto, y la pequeña tiene cuatro años. Aunque sus papás están juntos, los gastos son fuertes.

Han disminuido un poco en los últimos dos años porque Braulio ya no va a terapias. Aun así, el uso del implante requiere que se compren pilas cada mes en un almacén de cadena internacional donde además tienen que pagar la membresía anual.

A pesar de las dificultades, María Guadalupe y Braulio tienen la esperanza de que los resultados sean favorables, si no, no importa, en 2022 lo volverán a intentar, aunque corroboren día a día que hace falta mucho por hacer para que realmente haya una educación inclusiva en Veracruz y en el país. Por si alguien se interesa en el caso de su hijo, doña Lupita comparte su número de celular, 22 81 45 65 74.

Xalapa, Ver.-Pocos minutos después de las 7 de la mañana, Rubén Villasana ya está en el primer sitio de la fila de una de las sedes de la Universidad Veracruzana, donde ayer presentaron examen de admisión miles de jóvenes que aspiran a ocupar uno de los 17 mil 295 lugares que la máxima casa de estudios tiene dispuestos para nuevo ingreso.

Rubén, originario del municipio de San Andrés Tuxtla, tiene 18 años de edad y quiere estudiar Derecho. Llegó a la capital del estado con anticipación para alojarse en casa de una amistad. Y dice no estar nervioso porque estudió mucho.

La seguridad de Rubén contrasta con la de otros chicos, quienes, nerviosos, esperan salir bien en el examen porque su máximo sueño es ser parte de la Universidad Veracruzana. Así lo manifiesta la xalapeña Carolina Hernández, quien por tercer año consecutivo busca esta vez que los resultados la favorezcan.

Los nervios son notorios, y es que además de la prueba que presentará, comparte que las condiciones de la pandemia por Covid-19 le generan cierto temor, pues en su familia ya hubo un fallecido por esta enfermedad.

Segundo año de pandemia

Y es que por segunda vez, ante la contingencia sanitaria, la UV da seguimiento a las medidas de sanidad y protocolos establecidos para evitar la propagación del nuevo coronavirus.

Para mantener la sana distancia y evitar las aglomeraciones, citó a las 8:30 horas y el examen inició a las 10. Sin incidentes, a las 8:40, los jóvenes con cubrebocas pasaron por un filtro donde se les tomó la temperatura y se les proporciona gel antibacterial. Está previsto que comiencen su examen a las 10 de la mañana y tienen oportunidad de extenderse hasta por tres horas.

Mientras esto sucede, a diferencia de otros años, hay menos padres de familia acompañando a sus hijos y los comerciantes también son pocos, pero no faltan quienes buscan hacerse de un recurso con la venta de caretas, mascarillas, lápices o gomas, o como doña Dulce, que se trasladó de Coatepec a Xalapa para vender gorditas de frijol y de chile seco.

Los sonidos se confunden, mientras por un lado se escucha la oferta académica de escuelas particulares, por otro se oye el pregón de un personaje famoso, "Don Volo", quien espera vender los 70 volovanes de choriqueso, jamón, pollo y "hawaianos" que, horneados en leña, dice que son los mejores.

"Don Volo" comparte que tiene la esperanza de que también pronto se reanuden las clases presenciales, porque solo la va "librando". Él y su hermano han resentido en lo económico la crisis sanitaria, igual que las universidades privadas.

Con botargas o con los uniformes de las escuelas que representan, dan folletos, volantes y buscan el apoyo de jóvenes para que se tomen la foto y la compartan en redes sociales, a cambio, les dicen, habrá promociones especiales, si es que las llegan a necesitar.

Orgullo Universitario

Entre quienes han decidido acompañar a sus hijos está doña María Leticia Alonso. Orgullosa, habla de su hijo Karol Karim Mar Alonso, quien presenta examen para Ciencias Políticas. De ser admitido, será su segunda carrera en la UV, pues él ya estudia Derecho y apenas, en la Semana del Estudiante, ganó primer lugar en parlamento y segundo en oratoria.

Es inquieto, dice su mamá, "estudia idiomas y también juega ajedrez. Es muy inteligente". Con la noticia de la vuelta a las aulas y viendo que sus dos hijos tienen muchas metas, ella y su esposo decidieron mudarse a Xalapa en enero pasado. Son nativos de Poza Rica y ahora rentan una pequeña casa. Ilusionada, espera que todo vaya mejor.

La aplicación del examen presencial, además de ayer, se llevará a cabo el 23, 29 y 30 de mayo, mientras que el examen en línea se aplicará los días 24, 25, 26 y 27 de mayo.


Ahora son 37 mil 723, aproximadamente el 82 por ciento, los aspirantes que eligieron presentar su examen en papel en alguna de las cinco regiones de la entidad, mientras que sólo 8 mil 604, el 18 por ciento, lo hará de manera virtual desde su casa.

Tal y como lo informó Diario de Xalapa con oportunidad, la UV pasó de ofrecer 16 mil 704 lugares a 17 mil 295, lo que representa más de 500 espacios en 11 programas educativos adicionales.

De los 37 mil 723 aspirantes que presentarán examen presencial, 14 mil 165 lo harán en la región Xalapa; 8 mil 458 en Veracruz-Boca del Río; 5 mil 975 en Orizaba- Córdoba; 4 mil 361 en Poza Rica- Tuxpan y 4 mil 764 en Coatzacoalcos- Minatitlán.

La publicación de resultados será el 25 de junio; inscripción deprimera lista, del 9 al 12 de agosto; publicación de lugares disponibles, el 20 de agosto, e inscripción de lugares disponibles, el 24 de agosto.

Con el estomago vacío, pero con ganas de superarse

Con el estómago vacío, pero con la ilusión de ser una ingeniera, así se presentó Fidelia a su examen de admisión, joven bilingüe, nahuablante, originaria del municipio de Coetzala, quien busca estudiar una ingeniería en la Universidad Veracruzana.

Su madre, doña Ausencia Hernández Valerio, también sin desayunar, espera a "Fide" sentada en una de las guarniciones de la Facultad de Economía, en la capital del estado. Con reservas, comparte que ella y su hija caminaron hasta tomar un taxi en los primeros minutos del sábado 22 de mayo para llegar con anticipación a la cita, prevista para las 8:30. El tiempo es lo de menos, el problema fue cubrir los dos mil 800 pesos que tuvieron que pagarle al chofer.

Foto: Eduardo Corrales | Diario de Xalapa

"Llegamos a las 6:00 y ya luego se formó ella. No sé qué quiere estudiar…, una ingeniería. Sí me platica pero no sé más. Yo estoy sola y lo que le digo es que la voy a apoyar", afirma para luego expresar su emoción por tener una hija estudiosa e inteligente, igual que su hermanito, quien cursa la primaria.

Ataviada con indumentaria tradicional y cubrebocas, doña Ausencia sonríe, sus ojos la delatan, hay alegría en ellos, y es que si Fide obtiene un lugar en la UV y termina su carrera, será la primera persona en su familia que cuente con estudios profesionales.

Si eso sucede, les espera un camino difícil en lo económico, pues doña Ausencia hace "distintos trabajitos" para ir subsistiendo. Sin embargo, no se desanima y alienta a su hija a seguir. "Lo primero es que quede, ya luego vemos dónde vive y buscamos una beca, eso es lo que yo le digo porque hasta donde se pueda, yo le voy a dar estudios", reitera.

Fidelia apenas tiene 18 años, así que tampoco hay mucha prisa, lo que sí hay son muchas ilusiones de ambas mujeres, quienes no han crecido en las mejores condiciones, pero a pesar de ello, ven el futuro con optimismo.

"Ella dice que si no pasa lo intentará otra vez, el próximo año. Y yo le digo que sí", enfatiza. Quizá las cosas serían un poco mejor si el papá apoyara, comenta doña Ausencia, para luego lamentar el desisterés.

"Pero no importa, ahí vamos. Y mi hijo también es estudioso. Yo no les digo que no. Lo que quieran lo vemos. El cumplió los 12 años el 10 de mayo y también lleva buen promedio".

Los sueños compartidos son de "echarle ganas y salir adelante", manifiesta doña Ausencia, mientras espera a Fide para comprar algo y luego emprender el regreso a su lugar de origen, en la zona montañosa central del estado de Veracruz.

Foto: Eduardo Corrales | Diario de Xalapa

Fidelia buscar ser uno de los 17 mil 295 jóvenes de nuevo ingreso que forme parte de la máxima casa de estudios a partir del próximo semestre. Si es así, buscará apoyo. Su madre, con optimismo, deja el número de su celular, por si alguien quiere comunicarse después, 2331168382.

Desigualdad social

La jornada del examen de admisión para la Universidad Veracruzana se convierte en un escenario donde son visibles las desigualdades sociales y económicas, así como las necesidades de ciertos sectores de la población, entre ellos, el de los jóvenes con alguna discapacidad que buscan oportunidades de crecimiento y acceso a la educación superior.

Uno de estos aspirantes es Braulio Juárez Pedraza, de Miradores del Mar, municipio de Emiliano Zapata, quien quiere estudiar en la Unidad de Artes la carrera de Fotografía y todo lo relacionado con el diseño. Le llaman la atención la imagen y la comunicación visual.

Llegar a presentar su examen ayer, en la Facultad de Contaduría, en Xalapa, tiene detrás una historia de esfuerzo, dedicación y perseverancia, comparte su mamá, María Guadalupe Pedraza Vela, quien a punto del llanto por el orgullo que la invade menciona que Braulio tiene una discapacidad auditiva.

“Al principio no escuchaba nada, pero fue implantado. Ahora tiene un implante coclear y puede escuchar, aproximadamente, el 40 por ciento. El problema es que él se ayuda leyendo los labios, pero con la pandemia, todos usan cubrebocas, y eso lo hace más difícil”, expresó mientras esperaba que Braulio concluyera la evaluación.

Sentada en una guarnición, Lupita dice que su hijo, quien tiene 18 años de edad, se frustra porque escucha poco, pero su deseo es ser un profesional. “Yo le decía, hijo, es muy difícil. Muchos no pasan el examen, pero tampoco le dije que no. Le dije que si quería, se le pagaba la ficha y pues Dios quiera que quede”, manifestó emocionada por los deseos de superación de Braulio.

A diferencia de otros chicos que tomaron cursos, él se preparó en casa. Sus padres le consiguieron una guía y confían en él, pues tiene buenas calificaciones. La primaria y la secundaria las cursó en Xalapa, con apoyo de la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (Usaer), pero en preparatoria, que no hay esta instancia técnico operativa de educación especial, tuvo que efectuar sus estudios en una escuela de su municipio.

Si Braulio obtiene un lugar en la máxima casa de estudios del estado, su mamá dice que trabajará mucho para comprarle su cámara fotográfica, porque esa será su principal herramienta.

Braulio es el segundo de tres hermanos. La mayor, de 22 años, estudia pedagogía en el sistema abierto, y la pequeña tiene cuatro años. Aunque sus papás están juntos, los gastos son fuertes.

Han disminuido un poco en los últimos dos años porque Braulio ya no va a terapias. Aun así, el uso del implante requiere que se compren pilas cada mes en un almacén de cadena internacional donde además tienen que pagar la membresía anual.

A pesar de las dificultades, María Guadalupe y Braulio tienen la esperanza de que los resultados sean favorables, si no, no importa, en 2022 lo volverán a intentar, aunque corroboren día a día que hace falta mucho por hacer para que realmente haya una educación inclusiva en Veracruz y en el país. Por si alguien se interesa en el caso de su hijo, doña Lupita comparte su número de celular, 22 81 45 65 74.

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