Orizaba, Ver.- En Orizaba no hay suficientes espacios, ni empleos para las personas con discapacidad, además de que falta sensibilizar a la población, afirmó Isabel Oyuki Nieto Zarate, presidenta de la Asociación Trotamundos sin límite. Este viernes realizarán una marcha de la alameda al Parque Central (Apolinar Castillo), para visibilizar la problemática que afronta este sector.
Mencionó que a ella le tocó vivir esa experiencia al perder su pie hace seis años, “la gente te ve como bicho raro, hay mucha discriminación. Yo anduve en silla de ruedas y luego con prótesis, pero lo percibo, hay gente que te observa con admiración y otra que te ve con morbo”, agregó.
Refirió que las personas con discapacidad necesitan ser aceptadas por la sociedad, por eso hizo el propósito de festejar el Día Internacional de las personas con discapacidad, no solo el 3 de diciembre, sino diariamente, porque todas las personas tienen el riesgo de pasar de ser una persona sana a una con alguna discapacidad, “como a mí me sucedió”, dijo.
Invitó a la sociedad a luchar por sus derechos, que tienen como ciudadanos, pues a pesar de que ya están constituidos, no se respetan.
Destacó que hay presupuesto del gobierno para las personas con discapacidad, pero no lo dan a conocer, por ejemplo, el 3 por ciento de cada nómina del Ayuntamiento es para ayudar a gente con alguna discapacidad, pero no lo dicen.
Alentó a quienes tienen algún familiar con discapacidad a que los integren a la sociedad y luchen por incorporarlos al área laboral. Hay integrantes del club trotamundos que pueden trabajar, pero no los aceptan; “se desesperan porque los hacen inservibles, necesitan ayuda de la familia y sociedad para que ejerzan un empleo de acuerdo a sus habilidades”, señaló.
Dijo admirar a quienes tienen condiciones como el autismo, pues son muy inteligentes; a quienes tienen síndrome Down y hasta quienes enfrentan parálisis cerebral, pues también pueden laborar; pero no hay empleo para ellos, son pocas las empresas que les dan acceso.
Recordó que apenas asistió a una entrevista laboral y le ofrecieron un trabajo de 12 horas, mal pagado; “te sorprendes porque dices, sí lo puedo hacer, pero no es que a mí me pagues menos que a una “persona normal”, no se vale que nos den un sueldo más bajo y otros reciban más, por el hecho de ser discapacitada, porque sí lo puedo hacer. Lo único que hacen es cubrir lo que pide la empresa, porque dicen ser incluyentes, pero solo es la fachada que ponen”, aseveró.
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A esto, concluyó, se enfrentan todos los días, por eso consideró que es importante fortalecer sus derechos, pues hay personas que ni siquiera salen al parque y psicológicamente están mal, porque son excluidos y vistos por la misma sociedad, como diferentes.
