Orizaba, Ver..- Por no saber cómo encauzar, vivir o asumir el confinamiento al que obliga la emergencia sanitaria por Covid-19 se incrementa en las familias el estrés y la violencia, reconoció Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba.
Dijo que, si bien ya había una descomposición social, que se expresaba no solo con el maltrato hacia los niños y las mujeres sino con los ancianos, ahora con la crisis económica que se deriva de la cuarentena, se incrementaron los casos de violencia y las instancias de gobierno deben poner también, atención en este tema.
“Creo que las líneas de atención a estos casos se deben activar, se deben promover” para prevenir que la violencia afecte a más niños, a las mujeres o a los sectores vulnerables, destacó.
Destacó que, para atender este tipo de casos, a pesar de la contingencia sanitaria hay muchas instancias, empezando por el sistema DIF, desde nivel federal y estatal hasta el local, “que en ese sentido pueden tener mucho trabajo en líneas de prevención”, dijo.
Igualmente, añadió, pueden apoyar las asociaciones civiles y las iglesias, que podrían promover la armonía y la paz al interior de los hogares.
Aparte de que cuando la violencia surja se den canales a las mujeres a dónde podrían llamar para solicitar el auxilio o denunciar las situaciones que representen un riesgo para ellas.